Fuga de cerebros: otro problema para América Latina
La falta de oportunidades laborales para personas sobrecalificadas en países que no aportan a la ciencia o a la investigación, es un problema de la fuga de cerebros
Hombre caminando por la zona de embarque de un aeropuerto / Imagen de Referencia / Pixabay
LatinAmerican Post | Laura Viviana Guevara Muñoz
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Las personas que se han atrevido a quejarse del lugar donde viven, probablemente han escuchado alguna vez la frase, “si no te gusta, ¿por qué no te vas?” Si bien hay algunas personas que se quedan pensando en las razones de por qué no lo hacen, hay otras que toman ese consejo y deciden irse. Se le llama “fuga de cerebros” al fenómeno en el que esos ciudadanos, que son educados, inteligentes o inclusive emprendedores, deciden irse.
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El término se lleva usando más o menos desde la década de los 60 y representa el hecho de que aquellos profesionales que se han formado en su país de origen migren a otros con el fin de encontrar mejores oportunidades laborales o salariales. Además, una de las principales características de este fenómeno es que las personas que migran vienen de países en desarrollo y su destino es llegar a países desarrollados.
América Latina no está exento de este fenómeno pues países como Colombia y México son en donde más se presenta esta problemática. Para El Mundo, “este fenómeno revela la dificultad que tienen los países para capturar y cuidar a profesionales talentosos con estudios de alto nivel”. Según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el número de latinoamericanos que poseían un título universitario y que se fueron de su país de origen, creció un 155% entre 1990 y 2007.
De esta manera, los países con un mejor índice de desarrollo resultan atrayentes y como consecuencia miles de personas capacitadas “contribuyen a la generación de ideas y a la posterior aplicación de estas creando un sinfín de mecanismo innovadores, que ayudan a contribuir a la economía de ese país”, según la Revista Supuestos.
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¿A dónde emigran?
Como se mencionó anteriormente, México lidera la fuga de cerebros dentro de América Latina, con 866 mil personas; seguido por Colombia con 346 mil personas; luego Cuba con 345 mil personas; después se encuentran Jamaica, Brasil, Perú, Argentina y Venezuela, lo anterior teniendo en cuenta las cifras oficiales presentadas por la OCDE. De esta manera, según la misma organización, los países que figuran como favoritos para las personas que deciden irse son Estados Unidos, Canadá, Alemania, Inglaterra, Francia.
No obstante, para varias personas la opción de irse del país, pero quedarse dentro de la región, también es una opción. Dentro de los países que lideran la “captación” de la fuga de cerebros se encuentra Chile, Argentina y Perú. Según el ranking mundial de talentos de IMD, estos tres países obtuvieron buen desempeño en “tres categorías principales: inversión y desarrollo, atractivo y preparación”.
De esta forma, las categorías evalúan el rendimiento en distintas áreas como educación, aprendizaje, capacitación en el lugar de trabajo, habilidades de lenguaje, costo de vida, calidad de vida, remuneración y tasas de impuestos, tal y como lo afirma los resultados del estudio publicados en noviembre de 2018.
¿Cuáles son sus consecuencias?
Cuando ocurre una fuga de cerebros, emigra el conocimiento que pudo haber aportado al país. Con la migración de ingenieros, médicos, científicos y otros, la fuga de cerebros no sólo aporta a los atrasos tecnológicos y científicos de un país, sino que sufre de un proceso de descapitalización humana (menos personas aportando al país), la cual, al mismo tiempo, disminuye el crecimiento económico a corto y largo plazo.
Así, se convierte en un círculo vicioso pues los países desarrollados continúan creciendo de manera tecnológica, científica y económica y siendo más atractivos para los profesionales. Un ejemplo de lo anterior es que “en los 20 años transcurridos entre 1976 y 1996, la fracción del comercio mundial clasificable como "productos de alta tecnología" se duplicó (de 11% a 22%)”, según datos del Banco Mundial.
Es así como con esta fuga de cerebros “hay una tendencia concentradora en la producción de conocimientos, y los países industrializados concentran más del 90% de toda la producción científica”, de acuerdo con la revista científica Scielo
¿Cómo combatirlo?
En el caso mexicano, país que lidera la fuga de cerebros en América Latina, el presidente Andrés Manuel López Obrador se dirigió a la población afirmando que se mejorará el programa de becas para los estudiantes de maestrías o doctorados, según La Vanguardia. AMLO garantizó que estas ayudas iban a tener especial importancia en áreas como la investigación científica y la innovación.
Por otro lado, en el caso Colombiano, para John William Branch profesor titular de la Universidad Nacional de Colombia en diálogo con El Mundo, la solución está en crear alianzas entre el Estado, las empresas privadas y las universidades, para que profesionales altamente calificados puedan entrar dentro del campo laboral y asimismo entrar en las áreas investigativas y de innovación.