TECNOLOGÍA

Cuidado con lo que aceptas en los términos & condiciones en la web

Facebook, Google y las aplicaciones móviles o web pueden utilizar tus datos e información a su antojo, y no puedes hacer nada para detenerlo

Persona sosteniendo un celular con los términos y condiciones de la aplicación para móvil de Facebook

Persona sosteniendo un celular con los términos y condiciones de la aplicación para móvil de Facebook / Imagen de Referencia / Pexels

LatinAmerican Post | Juliana Suárez

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Solo hasta ahora, que están empezando a salir a la luz los abusos de privacidad de algunas redes sociales como Facebook o incluso por parte de grandes empresas tecnológicas como Google, nos percatamos de la importancia que pueden llegar a tener esos 'términos y condiciones' que siempre ignoramos.

Read in english: Be careful with what you accept in the terms & conditions on a website

Cuando creamos alguna cuenta en una red social o aplicación, o ingresamos por primera vez, debemos aceptar unas claúsulas de la empresa. Normalmente, y no nos digamos mentiras, simplemente las aceptamos sin pensar lo que estas pueden significar. Seguramente igual aceptaríamos esos términos, pues de no hacerlo simplemente no podríamos utilizar el producto o servicio. Aun así, después comenzamos a preguntarnos por qué sale publicidad de algún tema del que hablé en alguna conversación personal, por ejemplo.

Desde que se empezó a tomar conciencia de eso, hemos comenzado a entender que quizás las empresas saben más de nosotros de lo que creemos. Y no, no solamente a partir de las publicaciones que hacemos o la información que dejamos disponible para nuestros contactos. La verdad es que, si quisieran, podrían obtener cuanta información nuestra como fuera posible.

De acuerdo con un artículo publicado en la Revista Chilena de Derecho y Tecnología de la Universidad de Chile, la aceptación de un contrato, por lo general denominado ‘términos y condiciones’ suele dar a los sitios web la autorización para utilizar los datos propios.

¿Qué estoy aceptando?

Estos contratos que ignoramos suelen ser distintos en cada red social, plataforma o aplicación, pero en general hablan de los derechos de autor, los usos adecuados y el costo monetario de utilizarlas.

Por ejemplo, Google plantea que todo el contenido que subas, envíes o recibas siempre será tuyo, es decir, tú tendrás los derechos de autor. Un alivio, quizás, pero ahí no para. Si envias contenidos desde otros medios hacia sus servicios (por ejemplo, enviar un correo desde la aplicación de Apple hacia un correo de Gmail), la empresa puede reproducir o crear obras derivadas a tus archivos. Pero no te preocupes, la autoría seguirá siendo tuya. 

Al subir contenido o al enviarlo por otros medios a nuestros Servicios, concedes a Google (y a sus colaboradores) una licencia mundial para usar, alojar, almacenar, reproducir, modificar, crear obras derivadas (por ejemplo, las que resulten de la traducción, la adaptación u otros cambios que realicemos para que tu contenido se adapte mejor a nuestros Servicios), comunicar, publicar, ejecutar o mostrar públicamente y distribuir dicho contenido”, se lee en la sección de ‘Tu contenido en nuestros servicios’ de los T&C de Google).

A simple vista, podría no importarnos esto, pues ¿qué voy a tener yo que Google quiera utilizar? Bueno, eso estaría por verse.

Tus datos personales y otros que te pueden tener sin cuidado también podrían estar peligrando sin siquiera darte cuenta. Por ejemplo, cuando ingresas a una aplicación que te solicita “acceder a otras aplicaciones”, estás permitiendo que la aplicación original abstraiga la información de las otras. Ubicación, edad, idioma, género, nivel educativo, ingresos, tipo de vivienda, cumpleaños, fotos y videos son algunos de los datos que podrían obtener y utilizar para los propósitos que la empresa disponga.

El discurso de la privacidad

A raíz de estos cuestionamientos, que cada vez ponen más en el ojo del huracán a quienes brindan servicios web y móviles, empresas como Facebook han dicho públicamente que priorizarán la privacidad de los usuarios. Sin embargo, la confianza de las personas disminuye cada vez más. Esto se debe a que cada día sale una nueva noticia de que alguna plataforma viola las normas de privacidad para espiar a sus usuarios (aunque ellos se refieren a conocerlos más).

Solamente en lo transcurrido del mes de julio, varios escándalos de abuso a la privacidad se han conocido.

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Primero, se conoció que EE.UU. multaría a Facebook por US$ 5,000 millones por unas violaciones previas a la privacidad de sus usuarios. Esta fuga de datos puso en cuestión el funcionamiento de Cambridge Analytica y le costó a la empresa la multa más alta en el sector tecnológico.

Otra noticia que se conoció fue en la que Google admitió el pasado 11 de julio que ‘expertos en lenguaje’ estaban dedicados a oír al menos un 0.2% de las conversaciones por medio de los micrófonos de los dispositivos. Esto, dijeron, con el fin de brindarle una experiencia más adecuada a cada usuario y mejorar el servicio.

Esto resulta ser otra prueba de que los gigantes tecnológicos saben más de nosotros que lo que podemos imaginar. Así, los asistentes como Siri, Alexa y el asistente de Google no solo ayudan al usuario a hacer su vida más fácil, sino que también almacenan toda la información que hay sobre la persona; no solo la que tiene en los celulares, sino también la que obtiene a través de los micrófonos.

El último caso fue conocido tras el auge de la aplicación FaceApp, que dominó las redes con las publicaciones de fotos que hacían parecer a la persona más joven o vieja. Después de dos o tres días de furor, salió a la luz que la solicitada aplicación, que existe desde 2017, tiene un esquema un poco ambiguo sobre la protección de los datos.

Todo este modelo de negocio está recogiendo cantidades masivas de datos personales sin ninguna idea de cómo podría ser utilizado en el futuro”, afirmó para ABC el periodista australiano experto en seguridad tecnológica y crímenes en la red (conocido como Cybercrime), Stilgherrian.

Cuando aceptamos ese contrato que solemos ignorar, le permitimos a la aplicación utilizar las fotos y otros datos de la forma en la que la empresa desee “sin compensación alguna al usuario”, según los T&C. Además, agregan que podrán ser utilizados sin importar la cantidad de información que haya. Es decir, no importa si los datos suministrados son suficientes para poner la identidad completa del usuario, igual podrán utilizarlos.

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