AMÉRICAS

Así reaccionaron cuatro presidentes latinoamericanos ante las protestas

Cada uno de estos mandatarios ha tenido una reacción distinta ante las demandas sociales de sus países.

Sebastián Piñera, presidente chileno e Iván Duque, presidente colombiano.

Sebastián Piñera, presidente chileno e Iván Duque, presidente colombiano. / Fotos: AP, Centro Democrático.

LatinAmerican Post | Marcela Peñaloza

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Lo que muchos medios han denominado la “Primavera latinoamericana” es un reflejo del descontento de muchos ciudadanos con los gobiernos de los países en donde residen. Las protestas, marchas y paros nacionales han provocado las reacciones de diferentes sectores sociales, tanto a favor como en contra. Sin embargo, tal vez la reacción más importante ha sido la de los mandatarios, quienes al final son los encargados de darle solución a las demandas de los ciudadanos.  

En LatinAmerican Post reunimos las reacciones de cuatro mandatarios ante las protestas en sus respectivos países.

1. Sebastián Piñera, Chile

El presidente Sebastián Piñera se vio acorralado por las demandas de miles de chilenos que se tomaron las calles del país austral. Lo que en inicio fueron marchas y desmanes por el aumento en el precio del pasaje del metro, llevaron a que se replantearan varias situaciones. Desde el 18 de octubre y hasta este momento, un paro nacional que lleva ya más de 40 días, los ciudadanos piden reformar el sistema pensional; educación de calidad y gratuita; mejores garantías laborales y terminar con la desigualdad social.

Ante los reclamos, Piñera salió a pedir perdón al pueblo chileno por la forma en la que ha procedido su gobierno y la manera en la que lo hicieron los mandatarios anteriores. Según el presidente, los problemas se acumularon desde hace décadas pero no supieron reconocer la magnitud de estos.

 

 

Sin embargo, pedir perdón no fue suficiente. Piñera tuvo que aceptar la realización de un plebiscito para que los chilenos decidan si se realiza una Asamblea Constituyente que modifique la Carta Magna que rige desde Pinochet. 

Si bien con este anuncio se esperaba que los ánimos disminuyeran, la decisión de Piñera de facultar a los militares a proteger la infraestructura sin declarar el estado de emergencia ha hecho que el paro no se detenga.

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2. Evo Morales, Bolivia

Las elecciones del 20 de octubre daban como ganador a Evo Morales. Pero el haber suspendido el conteo cuando el opositor Carlos Mesa parecía ser el ganador sembró un manto de duda sobre el resultado. Las protestas no se hicieron esperar y con el tiempo las intenciones de los marchantes cambiaron, ya no exigían únicamente la realización de nuevos comicios si no la renuncia de Morales.

La oposición supo hacer presión y los resultados de una auditoría de la OEA obligaron a Evo Morales a renunciar el 12 de noviembre. Una vez lo hubo hecho, el mandatario abandonó Bolivia y se refugió en México, donde el presidente Andrés Manuel López Obrador le concedió asilo político.

 

 

Desde el exilio, Morales denunció la autoproclamación de Jeanine Añez como presidente interina y aseguró que todo hace parte de un golpe de estado fraguado en su contra.

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3. Iván Duque, Colombia

Desde el 21 de noviembre, el país cafetero se encuentra en paro nacional. Distintos sectores se unieron para protestar y hacerle saber a Iván Duque su descontento con su gobierno. Dentro de los reclamos se incluye la reforma tributaria, la posible reforma pensional, los escándalos de corrupción en universidades públicas, el asesinato sistemático de líderes sociales, entre otros.

Ante las demandas de los ciudadanos, Duque ha respondido con lo que muchos denominaron pañitos de agua tibia. En alocuciones nacionales, el mandatario convocó a una “conversación nacional” para escuchar a los colombianos. Sin embargo, de acuerdo con el mismo mandatario, las conversaciones se extenderán hasta el próximo 15 de marzo, una fecha que parece ser lejana para la urgencia con la que se han desarrollado los eventos del paro nacional. Además, las violentas acciones del Escuadrón Móvil Anti Disturbios (ESMAD) y la Policía Nacional parecen ir en contravía de lo que Duque asegura.

 

Por el momento no hay acuerdo entre el Comité del Paro Nacional y el gobierno sobre los 13 puntos que se presentaron para discutir. Los ciudadanos esperan que la muerte del joven Dilan Cruz, quien marchaba pacíficamente el pasado sábado, sirva para que el gobierno escuche al pueblo colombiano y se disminuyan los hechos violentos en las manifestaciones.

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4. Daniel Ortega, Nicaragua

Este país latinoamericano se encuentra en crisis política desde abril de 2018. Ante los pedidos que piden la renuncia de Daniel Ortega como presidente del país, el mandatario ha respondido con violencia y represión.

Ejemplo de la represión es el caso del periódico La Prensa. Un diario que tiene 93 años y que lleva un año sin funcionar como solía hacerlo luego de que la rama ejecutiva ordenase retener los insumos necesarios para la impresión, cuenta El País. Para agosto de 2019, las incautaciones de papel, tinta, planchas y repuestos dejaban pérdidas de 230 mil dólares.

Si bien este periódico también cuenta con una versión digital, la página fue objeto de ataques cibernéticos que al parecer pretendían hacerla colapsar. Instituciones como la Sociedad Interamericana de Prensa calificaron la situación como censura por parte del gobierno. Esto es sola una muestra de los niveles de represión a los que puede llegar Ortega.

Otro ejemplo, esta vez de violencia, es la tensa relación que lleva con la Iglesia Católica, a la que Ortega ha acusado de fomentar las protestas. El pasado 18 de noviembre, las madres de algunos de los presos que han dejado las marchas anunciaron el inicio de una huelga de hambre para pedir su liberación. La reacción de la policía fue sitiar la catedral y se ordenó cortar los servicios de agua y energía del lugar. Simpatizantes de Ortega ingresaron al reciento y agredieron a un cura y una monja que pretendían defender a las personas que se encontraban allí.

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