Fosas comunes: historias de violencia e impunidad
Colombia y México son dos de los casos más preocupantes a nivel mundial, pues en ambos países, la violencia se ha tomado cientos de miles de vidas inocentes.
Lápidas de concreto en un cementerio. / Foto: Pexels – Imagen de referencia
LatinAmerican Post | Juliana Suárez
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‘El cementerio del horror’, así fue titulado un reportaje de la revista colombiana Semana, donde se dio a conocer una fosa común que revivió viejos fantasmas del pasado guerrerístico de Colombia. En ella se encontraban los restos humanos de al menos 50 personas que murieron en ejecuciones extrajudiciales; jóvenes que no tenían nada que ver con la guerra eran asesinados por el ejército para hacerlos pasar como guerrilleros muertos en combate.
Lo anterior no es una historia nueva en Colombia. Estas ejecuciones extrajudiciales, conocidas también como ‘falsos positivos’, han estado presentes en los últimos gobiernos como una forma de elevar las cifras de las Fuerzas Armadas para demostrar mejores resultados. En esta ocasión fue un soldado el que contó al medio colombiano sobre las decenas de civiles inocentes que él mismo, hace 10 años, junto con su unidad militar, habían enterrado en Dabeiba, Antioquia.
Las declaraciones del soldado Buitrago se dieron en el marco de una investigación de la Jurisdicción Especial para la Paz, el organismo de justicia trancisional creado para investigar todo lo que tiene que ver con los delitos en el conflicto armado que terminó en 2016 entre el gobierno y las FARC. “Su batallón pudo haber cometido hasta 75 casos de falsos positivos en los dos años que estuvo allí. Él dice haber participado en unos 20. En un documento de la JEP calculan alrededor de 50”, afirma la Revista Semana.
#ElCementerioDelHorror | @asantosrubino, director de revista SEMANA, explica cuáles son los enigmas por resolver a los que se deben enfrentar los investigadores de la @JEP_Colombia para saber qué pasó en realidad en el cementerio de Dabeiba, Antioquia https://t.co/6Aw90xFsTz pic.twitter.com/oZLD4MBpt1
— Revista Semana (@RevistaSemana) December 16, 2019
La investigación, que hasta ahora da cuenta de 32 cuerpos enterrados en el cementerio de Dabeiba, se trasladó en los pasados días al lugar de los hechos para revisar el terreno y “en solo cinco días de excavaciones los funcionarios judiciales habían recuperado restos de nueve cuerpos” aseguró el medio. Entre algunas de las víctimas, aseguró el soldado, había un hombre discapacitado.
Estos hechos se dieron presuntamente entre 2006 y 2007, durante el segundo periodo presidencial de Álvaro Uribe Vélez y mientras el expresidente Juan Manuel Santos ejercía su cargo como ministro de Defensa. Durante esta época, a pesar de no conocerse esta fosa común, que apenas empezaba a consolidarse, sí hubo otro tipo de denuncias frente a las acciones de la unidad militar de la zona. Los ciudadanos habían denunciado desaparición forzada, desplazamiento forzado, asesinatos y torturas, pero los casos nunca tuvieron mayor impacto.
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Fosas comunes en todo el mundo
Pero la historia de las fosas comunes no es única y exclusiva de Colombia ni de este episodio en concreto. América Latina y otros países del mundo han tenido que encontrar años después a víctimas que se encontraban desaparecidas, o a cuerpos no reconocidos, en fosas comunes y clandestinas, creadas con el propósito de desaparecer cualquier rastro de crímenes atroces de todo tipo.
En estos casos predomina un factor: desapariciones forzadas. Misteriosamente, cientos de miles de personas han desaparecido y nunca se ha encontrado el más mínimo rastro de ellas, hasta que aparecen las fosas comunes.
Colombia y México son dos de los casos más preocupantes a nivel mundial, pues en ambos países, la violencia se ha tomado cientos de miles de vidas inocentes, de las cuales la mayoría de casos siguen aún impunes. En el caso de Colombia, se ha probado que muchos han muerto a manos de las Fuerzas Armadas y en el caso de México, el narcotráfico y las bandas de crimen organizado, además del Estado mismo, han sido los actores principales en los casos de desapariciones y torturas, que han llevado a la búsqueda de decenas de fosas comunes.
En el caso de México, cada año se encuentran nuevas fosas clandestinas que destapan horrores y torturas. En 2018, la investigación #MéxicoPaísdeFosas, reveló que entre 2006 y 2016 “se cometieron al menos mil 978 entierros clandestinos en 24 estados del país”. En ellas se encontraron 2884 cuerpos, de los cuales solo se reconocieron un poco menos de 800.
Menos de un año después de que los resultados de esta investigación fueran publicados, en agosto del 2019, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador otorgó una actualización en el número de cuerpos encontrados desde 2006 y afirmó que hay más de 4800 cuerpos en 3024 fosas alrededor del país. Esta cifra muestra la crisis de un país sumido en la delincuencia, el crimen organizado y el narcotráfico, y que ha tomado más de 250.000 mil vidas. En méxico, además, la cifra de desaparecidos alcanza a 40.000, según reportes que no han sido actualizados desde abril de 2018, aseguró Telesur TV.
Igualmente, en países de África como Uganda, Ruanda y el Congo, una violencia sistemática que ha enfrentado a distintos grupos al interior de los países sería la responsable del hallazgo de cuerpos asesinados violentamente y enterrados en fosas comunes.
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En otros casos, han sido los regímenes militares los que han dejado una larga lista de desaparecidos cuyos cuerpos se han encontrado años depsués en fosas comunes. En España, en Aragón, se encontraron en 2018 restos de 19 personas desaparecidas durante el régimen franquista. Esta sería la más grande fosa del régimen.
Argentina también padeció este mal durante el régimen militar, donde las voces más fuertes fueron las de las Madres de Mayo, pero que abrieron los ojos a un problema de desapariciones forzosas a manos del Estado. Según una investigación de BBC Mundo en 2016, en el caso de Argentina en la década de los 80, las desapariciones llegaron a la cifra de 30.000 personas. “Los militares habían hecho un registro pormenorizado de sus detenciones e inhumaciones.
Documentos muchas veces con datos falsos, pero registros al fin, mediante los cuales había logrado concluir que en un lugar específico del cementerio de La Plata, a dos horas de Buenos Aires, estaba el cuerpo de uno de los tantos desaparecidos que reclaman las madres para ellas” asegura la investigación.
Así que la historia que reveló el soldado Buitrago, si bien es escalofriante, no es la única, lo que resulta aún más preocupante. Lo verdaderamente escalofriante, entonces, es precisamente la sistematización con la que se dan estos casos y la impunidad que lo rodea. Según el reportaje de la Revista Semana, en el caso del cementerio de Dabeiba, solo hay una condena y este es el caso de la mayoría de casos de ejecuciones extrajudiciales en el país.