BoJack Horseman: lo que nos dejó el final de esta serie
Ya conocemos el final de BoJack Horseman, que respeta fielmente la esencia de todo lo que ha sido la serie. ¡Veamos en qué quedó la historia de este caballo!
Fotograma del tráiler de la serie ‘BoJack Horseman’. / Foto: youtube.com/netflix
LatinAmerican Post | Ariel Cipolla
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BoJack Horseman acabó después de 6 temporadas. La serie de animación de Netflix, que comenzó en el 2014, es considerada como una de las mejores de toda la historia, debido a la capacidad que tiene de trasladar emociones y mezclar comedia con drama, en un mundo único, habitado por humanos y criaturas antropomórficas.
Debido al tono tan peculiar que tuvo la historia a lo largo de todos sus episodios, había mucha expectativa con respecto a cómo sería el final de la trama de este tan carismático y depresivo caballo. Muchas personas creían que acabaría en una auténtica tragedia, mientras que otros pensaban que sería un final agridulce. Veamos, entonces, cuáles son las conclusiones que sacamos de su última temporada.
En primer lugar, lo que podemos decir es que BoJack Horseman no era ningún santo. Lo hemos visto tomar decisiones moralmente cuestionables, desde maltratar a sus cercanos hasta verse implicado en la muerte de un ser realmente querido para él. No obstante, a lo largo de toda la serie hemos visto su tendencia autodestructiva, que fue explicada debido a la historia personal que tuvo con su familia durante su infancia. Por lo tanto, hemos llegado a empatizar con él en algunas situaciones.
Entonces, partimos desde una base muy poco sólida en términos de afecto; ni siquiera nosotros como espectadores sabemos qué es lo que quisiéramos que le ocurriese a BoJack. Por un lado, sabemos que es completamente culpable de muchos de los crímenes y acusaciones que recibió, pero también todos somos, de una forma u otra, víctimas de lo que los demás hacen con nosotros, aunque nunca llega a ser un sinónimo de justificación de acciones desleales e ilegales.
Los creadores sabían esto perfectamente, motivo por el cual nos dieron un final que tiene múltiples aristas e interpretaciones, haciéndonos comprender que en la vida no hay buenos o malos finales, sino simplemente finales. Del mismo modo, todas las decisiones que tomamos, sean positivas o negativas, siempre estarán relacionadas con alguna explicación dentro del pasado, por lo que siempre está la posibilidad de volver a empezar, incluso cuando todo parezca demasiado oscuro.
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Por lo tanto, BoJack Horseman, luego de haber confesado muchas de las acciones desleales que tuvo a lo largo de su vida, tuvo una lección moral por parte de la sociedad, haciéndole comprender, incluso en aquellos momentos en los que se estaba rehabilitando, que uno debe pagar por las cosas hechas en el pasado. No importa tanto si BoJack era un caballo bueno o malo, sino que el foco clave está en ver cómo otras personas pudieron haber sido afectadas por sus decisiones.
Uno de los puntos clave que notamos en el final es que BoJack acaba en prisión, luego de perder su hogar y volver a consumir drogas y alcohol. Es arrestado por ingresar a su anterior mansión en una noche de excesos en la que había decidido suicidarse en su piscina, dándole sentido a la introducción que nos acompaña desde la primera temporada. Paradójicamente, su castigo no se debe a muchos de sus arrepentimientos morales (como su influencia en las muertes de Sarah Lynn y Herb Kazzaz), sino en una simple transgresión a la propiedad privada.
¿Cómo acabó?
A pesar de tener algunos altibajos, BoJack Horseman acabó siendo una historia sobre la vida misma. Los seres humanos siempre tenemos una tendencia a exagerar nuestras emociones, por miedo a no poder resolver nuestras propias dudas existenciales. En esa paradoja, es muy curioso resaltar cómo podemos empatizar perfectamente con personajes animados, muchos de los cuales -como el protagonista-, ni siquiera son seres humanos.
Las personas que buscaban una especie de redención para los protagonistas estarán muy satisfechas con el desenlace, porque toda la historia desenlazó en la autocompasión y en cómo podemos hacer para mejorar nuestra relación con los demás, además de con uno mismo. En palabras del medio Espinof, la serie optó en esta última temporada por enfrentar a nuestro protagonista con todos los fantasmas de su pasado, para ver el final que se merecía.
Si bien no existen indicios de que esta serie se pudiese retomar en un futuro, la realidad es que la conclusión es satisfactoria, en el sentido en que podemos imaginarnos a nuestros protagonistas luchando contra sus propios temores, que nunca se acabarán. Al fin y al cabo, la vida sin problemas es una utopía, pues lo importante es saber qué herramientas internas tenemos para hacerles frente, algo que nos ha enseñado esta serie animada. Entonces, imaginamos que, ante líneas argumentales tan abiertas en su cierre, todo puede ocurrir… inclusive un regreso.