Los secretos del éxito del juego Call of Duty Warzone

Cuando se anunció un battle royale gratuito de Call of Duty, muchos usuarios estaban con expectativas, las cuales han sido cumplidas por parte de Activision. Desde un comienzo, vimos que las cifras eran espectaculares: según comenta el medio Vida Extra, durante las primeras 24 horas de su lanzamiento en marzo se registraron 6 millones de jugadores.

Por supuesto, a lo largo del tiempo esta cantidad se ha ido incrementando, puesto que la cuarentena generó que muchas personas se encuentren en sus casas con mayor tiempo libre. Entonces, deciden probar los títulos que aparecen en el catálogo de sus consolas (o computadoras, pues se trata de un título crossplay) y se quedan maravillados con su mecánica.

Actualmente, vemos que su tercera temporada ha llegado, algo que menciona la página web especializada de Hipertextual. Allí se introducen algunos cambios de mecánicas, como el cambio de los equipos de 3 a 4 jugadores, aunque manteniendo la esencia que está provocando su éxito. Veamos la explicación de este fenómeno.

¿Cuál es la causa de su éxito?

Cuando hablamos de un battle royale, lo primero que pensamos es en el éxito que tuvo Fortnite. Se trata de un juego que revolucionó a la industria, en el sentido en que aportaba una nueva mecánica mucho más justa para los jugadores, donde, a priori, todos caían en un mapa en “igualdad de condiciones”, donde la suerte influirá en gran medida en la partida.

Sin embargo, tal y como menciona el medio Infobae, Call of Duty Warzone bebe de Fortnite, aunque lo hace a través de una evolución positiva y necesaria para el género. Es decir, mantiene lo bueno, aunque modifica algunas cosas para darle un sello distintivo y que lo aleja de la mecánica de su competidor.

En primer lugar, notamos que la base es la misma: tanto los jugadores de consolas como los de PC pueden descargarlo de forma gratuita y jugar entre sí. A su vez, pueden comprar “pases de batallas” para realizar cambios estéticos, aunque sin que esto influya en el desarrollo del propio título.

Sin embargo, a la hora de jugar las cosas comienzan a cambiar. En primer lugar, los gráficos son absolutamente diferentes. Mientras Fortnite apostaba por un estilo caricaturesco, aquí la intención es ofrecer una madurez en términos de realismo, algo que también se explica en el hecho de que hayan decidido integrar únicamente la vista en primera persona.

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El objetivo sigue siendo el mismo: ser el último equipo sobreviviente. Teniendo un mapa grande, es verdaderamente interesante que se permita hasta 150 jugadores, lo cual alimenta el frenetismo a la hora de matar contrincantes. No obstante, se trata de una jugabilidad mucho más ágil que la de Fortnite, debido a la implementación de cambios pequeños, pero representativos.

Uno de ellos es la incorporación del gulag, una instancia previa que le da una oportunidad más a los jugadores luego de morir. Es decir, cuando el jugador es derrotado por un enemigo, pasa a una especie de cárcel donde se enfrentará mano a mano con otro en su misma situación. Si vence, podrá desplegar nuevamente en el mapa. Si no, dependerá de que sus compañeros sobrevivientes junten el dinero para revivirlo.

A su vez, como el dinero es una parte importante (para revivir a tus compañeros o comprar mejoras in-game), es fundamental la exploración. Esto se ve alimentado en el hecho de que las posibilidades de revivir son prácticamente infinitas (si se tiene los recursos suficientes).

Por último, la inclusión de los contratos refuerza todo lo anterior, ya que anima a los jugadores a matar a otros equipos para conseguir más dinero. Entonces, cuando un equipo pierde una partida, siempre querrá iniciar otra, pues sabe que “pudieron haber hecho algo más”, ya que el propio juego te incita a intentarlo nuevamente, pues la oportunidad de ganar se siente cada vez más cerca.