Los pros y contras de la impresión 3D

La impresión 3D empezó en 1983 gracias a Charles W. Hull, el ingeniero físico que diseñó y realizó la primera impresión 3D. Sin embargo, pasarían hasta 30 años para que este invento fuese disponible más allá que para ingenieros y personas especializadas. Por esta razón en la actualidad puede comprarse una impresora 3D desde páginas como Amazon y ponerlas a funcionar en casa, con una inversión que va a partir de los 200 dólares por un ejemplar básico, un precio bastante económico en comparación al año 2002, en el que una impresora 3D rondaba los 30.000 dólares según la BBC.

¿Cómo funciona una impresora 3D? en términos simples, la impresión 3D consiste en producir objetos tridimensionales sólidos a partir de un patrón digital, puesto que los cabezales trabajan con materia en forma de filamentos. Aunque el material más usado suelen ser derivados plásticos, actualmente existen diversas impresoras 3D capaces de trabajar con más de 250 materiales distintos, como el metal, la cerámica, vidrios, cauchos entre otros, según información de la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (AECOC).

Personalización

Entre las principales ventajas que ofrecen las impresoras 3D está la personalización, ya que al ser accesibles para las personas, estas podrán diseñar patrones digitales a sus medidas para luego imprimirlos. De hecho, esto ha influenciado sobre todo a la industria textil, en la que ya no serían necesarios moldes ni patrones generalizados para fabricar ropa, solo un software especializado y una impresora con capacidad de manejar los materiales necesarios, según reseña Sculpteo. Otras marcas como Adidas también han aprovechado la impresión 3D para fabricar suelas de zapatos deportivos.

Tiempo y economía

Una clara ventaja de la impresión 3D son los bajos precios de producción en muchos objetos así como menor tiempo de fabricación en algunos casos, puesto que una misma impresora puede servir para producir diversos objetos de distintos materiales, disminuyendo los costos de maquinarias. Además, ya sea un diseño sencillo o sofisticado, el precio de fabricación será el mismo, de acuerdo con Euroresidentes. Por otro lado, AECOC apunta que la velocidad de la impresión 3D sigue en aumento, ya que esta antes era una desventaja. Sin embargo se han fabricado impresoras 3D hasta 100 veces más rápidas que han sido probadas por el MIT, demostrando ser capaces de imprimir por ejemplo una montura de lentes en 3,6 minutos.

Te puede interesar: Bioimpresión: células vivas en impresora 3D

Un ejemplo reciente de los bajos costes de fabricación se dio con la pandemia del Covid-19, en el que un hospital italiano se estaba quedando sin válvulas para respiradores artificiales y no tenían tiempo para abastecerse, por lo que un grupo de “makers” diseñaron e imprimieron estas piezas, generándoles un costo de 1 euro, cuando la pieza original tiene un precio de 10.000 euros, de acuerdo con Business Insider.

Sostenibilidad

La precisión es un claro beneficio que otorga la impresión 3D, ya que, a diferencia de la producción industrial, no es necesario cortar grandes piezas de materiales, eliminar capas y demás, puesto que la impresora 3D diseña a medida desde cero sin generar residuos y ahorrando materia prima, de acuerdo con Euroresidentes.

Leer también: Impresiones 3D podrían ayudar a los arrecifes en peligro de extinción

Sin embargo, también existen desventajas que aún no han sido corregidas en el sector de la impresión 3D, por ejemplo:

Falsificación y producción peligrosa

Poder acceder fácilmente a una impresora 3D va a permitir que personas copien diseños y hagan réplicas sin permiso y sin importarles los derechos de autor, incentivando a la piratería. Además, no todos producirán objetos necesarios, ya que también es posible imprimir cosas como armas totalmente funcionales siempre y cuando se obtenga o diseñe el patrón. En 2013 ya se hizo esto en Estados Unidos, con un impresora que costó menos de 1000 dólares y 25 dólares en materiales para fabricar un arma de plástico -aunque pueden hacerse de metal- capaz de disparar 9 balas, según reseñó CNN.

Otra desventaja que por ahora presenta la impresión 3D es la fabricación en masa. A pesar de que imprimir pequeñas piezas a gran escala ya es algo factible, generar grandes volúmenes de producción es más complicado y aún puede ser más costoso. Sin embargo, con la evolución de las impresoras 3D y sus materiales, empresas como General Electric, Ford, Boening, Nike entre muchas otras están experimentando con la producción en masa de impresoras 3D, en la que ya han utilizado y vendido sus artículos con piezas impresas, según Frax3D.