¿Por qué cancelaron mi serie favorita?

¿Has visto los cientos de comentarios en redes sociales pidiendo la renovación de Anne with an E? ¿Te ha pasado que esperas una nueva temporada de tu serie favorita y de pronto te enteras de que fue cancelada? Todos los que vemos series y películas hemos pasado por eso. A veces confiamos en que la serie es tan buena que difícilmente pensamos en su cancelación, pero las industrias del cine y la televisión no siguen siempre esa idea. Por eso, te presentamos las principales razones por las que, contra toda lógica, series o películas son canceladas.

Audiencia

Por lógica, esta es la principal razón. Cada vez que se produce una serie o película se estima cuántas personas la verán o cuáles serán sus ingresos en taquilla. Si los números no son muy cercanos a la meta o si no se logra la taquilla necesaria, difícilmente se harán nuevas entregas del producto, aunque este sea muy bueno. Piensa en alguna serie que hayas amado y que haya sido cancelada y revisa la audiencia, tal vez ahí esté la respuesta. En una competencia tan grande es complicado mantener cautiva a la audiencia por varias temporadas.

Algunas series, como Elementary, lograron sobrevivir pese a su baja audiencia. Esto gracias a las ventas internacionales, es decir, la audiencia fuera de las fronteras estadounidenses salvó a la serie hasta llegar a las siete temporadas. También, la forma de medir audiencias se ha transformado, ya no valen solamente las personas que ven los episodios el día del estreno, sino también las que la ven a través de plataformas digitales, cuyos números pueden ser incluso mayores. El Ministerio del Tiempo, la exitosa ficción española, creó una discusión al respecto este año. Las audiencias digitales aumentaron hasta el 47% el número de espectadores, de acuerdo con El Español, por lo que medir los números solamente de la emisión puede ser engañoso.

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Costos de producción

¿Sabes cuánto costó cada capítulo de Game of Thrones? De acuerdo con GQ, en las primeras temporadas cada episodio costó en promedio 6 millones de dólares, en la sexta temporada un promedio de 10 millones y en la octava 15 millones. Las series de alto presupuesto juegan en terrenos muy riesgosos, pues para que la inversión valga la pena se necesitan grandes audiencias, el fenómeno de Game of Thrones logró los números esperados. Cuando la audiencia no es buena quedan dos caminos, recortar gastos, episodios o cancelarla.

Dead Drop Diva es un buen ejemplo de un recorte de presupuesto. Lifetime había cancelado la serie, pero logró negociar con Sony TV la reducción de costos, por lo que volvió por dos temporadas más. En cambio Sense8 es un ejemplo de cancelación definitiva, de acuerdo con Fotogramas, sus 9 millones en promedio por episodio no pudieron sostenerse por mucho tiempo, al menos Netflix le dio un cierre con un episodio especial.

Acuerdos entre productoras, canales y plataformas

Empresas como Netflix no hacen públicos sus números de audiencia, por lo que muchas de sus cancelaciones crean incógnitas sobre las razones reales. En el caso de Anne with an E, la CBC (productora de la serie) anunció en 2019 su desvinculación con Netflix, según información de MSN. Es decir, no llegaron a un acuerdo sobre el futuro de la producción que fue oficialmente cancelada este año. Los desacuerdos de este tipo son comunes, a veces se cancelan series con excelentes números pero con problemas entre las productoras y los canales. 

Escándalos

Cuando una serie pasa de ser desconocida a ser un fenómeno, en automático aumentan los salarios que reciben los protagonistas. Algunos se vuelven los mejor pagados de Hollywood. Además de esto, el ojo de la opinión pública los mira fijamente, por lo que cualquier escándalo suele ser perjudicial para las producciones. Acoso sexual, mensajes racistas de hace una década, desacuerdos creativos, borracheras, golpes y cosas más graves suelen ser lo que lleva a la cancelación de una serie, aunque todo lo demás haya funcionado correctamente. 

House of Cards es un ejemplo claro, Kevin Spacey, el protagonista, fue acusado de acoso sexual a un menor. El escándalo llevó a la producción a despedir al actor, con un costo para Netflix de 39 millones de dólares, por cuestiones de contrato, de acuerdo con La Nación. La serie tuvo que cerrar sin Spacey una última temporada que fue un fracaso. De la misma manera, la serie Roseanne de ABC fue cancelada por un tuit racista de su protagonista, Roseanne Barr. La serie presentaba buenos números, y aunque la actriz se disculpó, la producción no pasó por alto sus comentarios, según lo informó el Huffington Post.