¿Sabes qué son los nanoplásticos? Aquí te contamos
Veamos en qué consisten estos fragmentos y qué podrían implicar para el planeta y la salud.
Estas partículas del plástico pueden afectar tanto el ambiente como la salud humana. / Foto: Pixabay
LatinAmerican Post | Ariel Cipolla
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Read in english: Did you know what nanoplastics are?
El mundo está atravesando una crisis sanitaria. A pesar de que la prioridad parece ser el combate contra el coronavirus, no debemos olvidarnos de que existen otros posibles riesgos para la salud humana… y también para el propio planeta. Sin embargo, puede que la ciencia ayude en este aspecto.
Recientemente, vimos que el medio Computer Hoy destacó que se inventó un plástico que es “infinitamente reciclable”. Es decir, a diferencia de un plástico común, se puede descomponer de una forma mucho más eficiente, logrando la reutilización en otros elementos al largo plazo y disminuyendo el impacto ambiental.
No obstante… ¿cuál es la capacidad máxima de descomposición del plástico? Pues bien, parece que bastante. Recientemente, El Ágora Diario mencionó que los nanoplásticos “ya están presentes en los órganos humanos”, es decir, que se pueden detectar al nivel de los órganos y los tejidos. Veamos, entonces, en qué consisten estas partículas.
Qué son los nanoplásticos y los microplásticos
Como te habíamos mencionado, la crisis sanitaria que surgió a raíz del coronavirus también tiene implicanciones sobre el ecosistema. La web especializada de Noticias ONU mencionó que la marea de plástico causada por el COVID-19 “también es un peligro para la naturaleza”, en el sentido en que cada vez hay más productos utilizados a raíz de esta situación tan particular.
No solamente hablamos de los artículos sanitarios, como las mascarillas, sino también los empaques de plástico de comida o las bolsas de delivery. Es decir, hubo un aumento de elementos que están generados con este material y que podrían generar un problema en caso de que no existan políticas eco friendly.
Ahora bien, cuando hablamos de plástico, generalmente lo hacemos en un sentido general, sin reconocer los tipos que existen. La web especializada de Xataka Ciencia destaca que los nanoplásticos son fragmentos de plástico con diámetros inferiores a 0,001 mm, a diferencia de los microplásticos, de menos de 5mm.
A pesar de que todavía no se conoce a ciencia cierta los efectos que tienen sobre la salud humana, la realidad parece ser que se encuentra cada vez más presente en este planeta. Por ejemplo, el medio de Ecologistas en Acción destacó que un estudio canadiense concluyó que ciertas bolsas de infusiones liberan miles de millones de microplásticos y nanoplásticos.
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Es decir, el plástico de los bienes de consumo puede descomponerse en microplásticos y nanoplásticos, los cuales pueden integrarse dentro del cuerpo humano. Es por esto por lo que la web de La Vanguardia, por ejemplo, opina que deberíamos decirle que “no” a las bolsitas de té, ya que liberan estos fragmentos en sus bolsitas, los cuales se añaden a ellas para aportar rigidez cuando se sumergen en agua caliente.
La web de El Mundo también se pregunta sobre las posibles consecuencias que tienen estas partículas en nuestro organismo. De acuerdo con un estudio llevado a cabo por el hepatólogo e investigador Philipp Schwabl de la Universidad de Viena, se pueden encontrar residuos plásticos dentro de las personas que consumen alimentos propensos a contenerlos.
Otro de los posibles efectos que podría desencadenar es el de los cambios a nivel hormonal. De acuerdo con lo que comenta la web de Ambientum, estas partículas podrían actuar como “disruptores hormonales”, ya que son sustancias que pueden perturbar el sistema endocrino, especialmente en momentos críticos de crecimiento, como suele ocurrir en el embarazo.
El problema parece ser, entonces, la ingesta de estas partículas, que todavía deben ser estudiadas en profundidad por la comunidad científica. Sabiendo que, como menciona la web de BioEco Actual, una persona ingiere 2.000 pedazos de microplástico por semana (equivalente a 5 gramos de plástico, el peso de una tarjeta de crédito) deberíamos evaluar mejor lo que consumimos, no solamente para cuidar el medioambiente, sino también para nuestra propia salud.