Brasil, el mayor exportador de carne del mundo, tiene cada vez más vegetarianos
Brasil, uno de los países considerados más carnívoros, está teniendo cada vez más vegetarianos.
Cada vez aumenta más el número de vegetarianos en Brasil. / Foto: Pixabay
LatinAmerican Post | Ariel Cipolla
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La consciencia alimenticia se extiende por América Latina, hasta el punto en que Brasil, uno de los países considerados más carnívoros, está teniendo cada vez más vegetarianos.
El mundo está cambiando. Hace varios años, era impensado que existiese una comunidad cada vez más interesada en el cuidado animal. No obstante, la concientización sobre el cambio climático y el saber cómo llega la comida hasta nuestra mesa provocó y provoca que cada vez más personas opten por una dieta vegetariana o vegana, incluso en países históricamente carnívoros.
Recientemente, una encuesta realizada por la compañía de investigación Ibope determinó que el número de personas que se declaran vegetarianas en Brasil pasó a duplicarse en un período de 6 años. Es decir, serían aproximadamente unas 30 millones de personas, que representarían a un 14% de los brasileños, que declararon tener regímenes en contra del maltrato animal.
Lo realmente curioso es que esta nación es famosa por su carne, pero esta situación, donde los hábitos alimenticios están cambiando, podría derivar en una industria basada en los vegetales, hasta el punto en el que tendría potencial para convertirse en un gran exportador de alimentos no cárnicos. Veamos qué implica el aumento de vegetarianos en territorio brasileño.
El aumento de los vegetarianos en Brasil
Lo primero que debemos decir es que se trata de una situación realmente interesante de comentar, ya que, según los datos de la USDA de los Estados Unidos, Brasil es el mayor exportador de carne vacuna del planeta. Incluso llega a superar a la India, que es la segunda nación que basa su industria en la carne vacuna.
Para que comprendamos esta dimensión, Brasil cuenta con el segundo rebaño de ganado más grande del mundo, con unas 232 millones de cabezas, derivando en productividad para el país. Durante la próxima década, podría alcanzar las 2,9 millones de toneladas métricas, que representarían el 23 por ciento de las exportaciones totales del mundo en el 2028, según estipulaciones de este organismo.
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Es decir, Brasil aparece como una de las mayores fuerzas del planeta en el tratamiento del ganado, aunque esto podría mutar por los cambios en los hábitos alimenticios de un sector de la población brasileña. Por ejemplo, la encuesta realizada que advirtió el aumento de vegetarianos también indicaba que las personas cada vez se alejan más de estas proteínas de origen animal por los problemas de salud que pueden ocasionar.
Principalmente, lo vimos en el aumento de la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares, que afectan a la población brasileña por la proliferación de la comida chatarra. Justamente, The New York Times revelaba que problemas como la hipertensión se relacionan con el aumento del consumo de comida poco saludable, como ocurre con McDonald’s o la Coca-Cola.
Al mismo tiempo, Brasil comenzó a concientizarse en términos medioambientales, asociando a la industria ganadera con los problemas ecológicos que atravesó la región. Esta nación de 212 millones de personas parece cada vez comprometerse más con el aumento de la deforestación e incluso los incendios en lugares importantes, como el Amazonas, donde suelen culpar a la ganadería como uno de los factores principales de estos problemas.
Por eso, no extraña que surjan nuevas demandas de alimentos de origen vegetal, lo cual abre las puertas a industrias interesantes, como New Butchers, una compañía que se dedica a replicar alimentos animales con ingredientes vegetarianos. No todos quieren hacer un cambio drástico, pero surgen alternativas sociales interesantes, como generar un lunes sin carne para disminuir el impacto medioambiental.
Incluso, las propias instituciones educativas se comprometieron con este desafío. Las escuelas públicas de cuatro ciudades en el noreste de Brasil generaron asociaciones con la Humane Society International, haciendo una transición para que los comedores se vuelvan vegetarianos, reduciendo en un 25% por semestre el consumo de carne, lácteos y huevos.
Entonces, por distintos motivos, comenzó a existir una ola de concientización sobre la industria ganadera y los efectos en la salud y el medioambiente de Brasil. Esto podría provocar un cambio sobre la economía del país, debido a que habría una disminución de la demanda de una de las principales fuentes de ingresos de la nación. Habrá que ver, entonces, si esta tendencia continúa acrecentándose durante los próximos años.