La derrota más dura del fútbol europeo a manos de dos latinoamericanos

El 4 de diciembre de 1997, se celebraba en Marsella el sorteo del Mundial de Fútbol de 1998, a disputarse en Francia. Este marcó un hito en la historia de dichos emparejamientos por dos razones. Para comenzar, el acontecimiento tuvo lugar en un estadio de fútbol por primera vez en la historia de este tipo de eventos. La locación designada fue el Stade Vélodrome, hogar del Olympique de Marsella desde su inauguración en 1937. Como segunda particularidad, unas horas previo al inicio de este particular sorteo, se jugó un partido en ese mismo estadio entre las figuras de Europa y las del Resto del Mundo. A pesar del popular conocimiento de que los europeos tenían un nivel mayor, el resultado fue una goleada por 5 a 2 a favor del conjunto “visitante”.

Formaciones del partido

Como era de imaginar, ambos equipos estaban plagados de figuras mundialmente conocidas. Del lado europeo, por ejemplo, nombres como Andreas Kôpke, arquero alemán, Alessandro Costacurta, Zinedine Zidane, y Patrick Kluivert eran las más destacadas. Por su parte, el conjunto denominado del Resto del Mundo contó con Marcelino Bernal, y la inédita dupla delantera de Gabriel Batistuta y Ronaldo.

Las formaciones titulares completas de cada equipo fueron las siguientes:

Europa: Andreas Kôpke (Ale); Alessandro Costacurta (Ita), Fernando Hierro (Esp), Heimo Pfeifenberger (Aus), Dominique Lemoine (Bel); Krassimir Balakov (Bul), Paul Ince (Ing), Zinedine Zidane (Fra), Patrick Kluivert (Hol); Alen Boksic (Cro), Marius Lacatus (Rum). El encargado de dirigirlos técnicamente fue el histórico ex jugador alemán Franz Beckenbauer.

Resto del Mundo: Jacques Songo’o (Cam); Hong Myung-bo (Cor), Javier Margas (Chi), Noureddine Naybet (Mar), David Nyathi (Saf); Marcelino Bernal (Mex), Hidetoshi Nakata (Jap), Adel Sellimi (Tur); Gabriel Batistuta (Arg); Ronaldo (Bra), Antony de Ávila (Col). El director técnico designado para este equipo fue el brasileño Carlos Alberto Parreira.

El partido

Si bien el partido se jugó en condición de amistoso, ambos lados querían llevarse la victoria. En parte porque defendían a su país como representantes individuales, pero también por la creencia popular de que el fútbol europeo era superior a todos los demás, lo cual quedó demostrado en la conformación de equipos. Como contrapartida a este último factor, las figuras pertenecientes al Resto del Mundo lograron apabullar al equipo rival, con un contundente resultado de 5 goles contra 2. El marcador lo abrieron los europeos, con apenas un minuto de partido jugado. De todas maneras, ese fue el único momento del encuentro en que dicho conjunto estuvo por encima en el marcador.

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Para destacar, la efectiva dupla de Gabriel Batistuta y Ronaldo fueron claves en la victoria. Ambos acostumbrados a tener el arco entre ceja y ceja, no perdonaron al arquero rival, y marcaron dos goles cada uno, incluso con asistencias el uno del otro. Lograron una sinergia inigualable en el primer encuentro en la historia que los encontró vistiendo la misma camiseta. Un espectáculo digno de ver de comienzo a fin, ya que prometía y no defraudó.

El segundo gol del conjunto proveniente de países europeos lo marcó a los 60 minutos de partido el astro francés Zinedine Zidane, quien más adelante ese mismo año se coronaría campeón del mundo con su selección. El restante gol del equipo ganador lo anotó el colombiano Antony de Ávila.