“En el Barrio”: un musical que celebra la cultura latina

Para hablar de la época dorada de los musicales tendríamos que retroceder a la década de los 40 y 50, cuando ese género era uno de los más populares de la gran pantalla. Si bien en tiempos más recientes han surgido filmes como "Moulin Rouge", "The Greatest Showman" o "La La Land", muchos espectadores todavía no han sabido apreciar la magia de este cine heredero de Broadway. Sin embargo, una cinta que recién acaba de estrenarse, y que es el mejor ejemplo del sentir latino, busca realzar ese gusto por la música: "En el Barrio".

Esta producción está basada en una exitosa obra de 2008 creada por Lin-Manuel Miranda, uno de los grandes nombres que tiene Broadway en la actualidad. Aunque todo parecía indicar que la adaptación cinematográfica no iba a salir a la luz, pues el proyecto se detuvo por más de una década porque no lo consideraban lo suficientemente atractiva para llegar a las salas de cine, el inmenso trabajo de Quiara Alegría Hudes con el guion y de Jon M. Chu como director hicieron realidad el sueño de toda una comunidad latina.

"En el Barrio" ha tenido una receptividad bastante positiva y eso se evidencia desde los primeros minutos, cuando notamos la buena vibra y lo moderno mezclándose con el toque de un musical clásico. Amor, baile y orgullo latinoamericano no son solo los protagonistas aquí, sino también los culpables de hacernos levantar de nuestros asientos para bailar y cantar al ritmo del hip-hop, la salsa, el merengue y el reggaetón. Sin duda, toda una celebración eufórica que le tocará el corazón a más de un latino inmigrante.

Un musical contundente y exuberante

Hay varios detalles a resaltar de la película como sus espectaculares canciones, el color, y los bailes que solo los musicales son capaces de realizar. Pero más allá de toda esa magia, el verdadero centro de todo es la comunidad latina que vive en los Estados Unidos y que día a día hacen lo posible por cumplir sus sueños. La visión de Miranda, sumado a los respectivos aportes de Hudes y Chu, nos transportan por la vida de cuatro personajes que lucharán hasta más no poder para hacer realidad -de una u otra manera- esos sueños.

En primer lugar tenemos a Usnavi, protagonista y dueño de una tienda que anhela regresar a su natal República Dominicana para reinaugurar el bar que su padre tenía en la playa. Luego nos encontramos con Vanessa, una encantadora joven que tiene como meta convertirse en una diseñadora de moda, además que es la chica que le robó el corazón a Usnavi. Ambos son amigos de Nina, una genio que piensa renunciar a sus estudios de la universidad tras sufrir el rechazo de sus compañeros de clases. Y finalmente Benny, que trabaja como despachador de taxis y entre sus grandes ambiciones está regresar con su exnovia, Nina. Todos ellos se irán entrecruzando en los diferentes lugares del barrio Washington Heights de Nueva York.

Las actuaciones del resto del elenco son dignas de destacar, ya que también se roban el show con sus pequeños toques especiales. La abuela Claudia hace una magnífica interpretación del tema paciencia y fe; Daniela es la dueña de un salón de belleza donde resalta la festividad y alegría; e incluso el pequeño Sonny, que no desea regresar a República Dominicana porque asegura que sus sueños están en los Estados Unidos. Cada uno de ellos se va convirtiendo en fieles confidentes de las penas de los protagonistas y en impulsores de sus metas.

Lea también: Luca: la nueva película de Disney y Pixar ¿una métafora a la diversidad sexual?

Paciencia y fe para cumplir los «sueñitos»

Y así como la labor actoral hace de las suyas, no es para menos lo hecho por el director, quien realizó un estupendo trabajo con la adaptación y logró montar un vistoso espectáculo que desborda color, intensidad y pasión. "En el Barrio" nos sorprende con sus números musicales que son acompañados de bailarines talentosos capaces de contagiarnos esa vibra con los diferentes ritmos y melodías. La mezcla de sonidos que realza la cultura latina convierte a este musical en una producción imperdible, exuberante y llena de vida.

Asimismo, cabe resaltar que la cinta nos hace visible algunos inconvenientes que suelen enfrentar los latinoamericanos en Norteamérica: injusticias, discriminación y falta de oportunidades. Somos testigos de cómo tienen que trabajar más que el resto para poder sobrevivir, e incluso las trabas del sistema que no les permite cursar sus estudios universitarios. A todo eso se le suma otra cruda realidad como lo es la sigilosa desaparición de los propios barrios, esas comunidades llenas de alegría que en su momento regalaban un pequeño sentido de pertenencia para quienes dejaban atrás su país de origen.

Desde sus primeros beats hasta su efusivo acto musical final, esta irresistible película será capaz de hacernos reír, bailar, y hasta llorar. Aunque algunos lo vean como un drama deprimente sobre la falsa ilusión del llamado sueño americano y los problemas que viven diariamente los inmigrantes en Estados Unidos, lo que Miranda nos quiso mostrar es la verdadera representación de lo que es ser un latino que dejó atrás toda una vida para reemplazarla por un mejor futuro en un país ajeno. Con paciencia y fe se pueden cumplir nuestros «sueñitos».