¿Es posible una píldora anti-COVID pronto?
En la búsqueda por encontrar curas contra el COVID-19, la vacuna no es la única protagonista. Varias farmacéuticas están trabajando en desarrollar un medicamento oral para combatir la enfermedad.
El laboratorio estadounidense Pfizer / BioNTech iniciará la fase 2/3 de pruebas con un antiviral oral que pretende ser utilizado en adultos con COVID-19 no hospitalizados. Foto: Pexels
LatinAmerican Post | María Fernanda Ramírez Ramos
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En la carrera de las vacunas contra la COVID-19, Pfizer/BioNTech lleva la delantera al ser la única vacuna que ha recibido la aprobación total por parte de la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA por sus siglas en inglés) de Estados Unidos. A este éxito, se suma la noticia de que el laboratorio estadounidense iniciará la fase 2/3 de pruebas con un antiviral oral que pretende ser utilizado en adultos con COVID-19 no hospitalizados.
El pasado 01 de septiembre, la compañía compartió un comunicado, en el cual anunció que en estas pruebas participarán cerca de 1.140 personas que tienen un riesgo bajo de desarrollar la enfermedad de forma severa. Los pacientes serán medicados cada 12 horas durante 5 días. El funcionamiento de este medicamento, llamado PF-07321332, consiste en inhibir la actividad de la enzima que el coronavirus necesita para replicarse en el cuerpo.
Sin embargo, Pfizer no es la única compañía que se encuentra haciendo pruebas de un antiviral contra la COVID-19. En la misma fecha del anuncio de Pfizer; Merck Sharp & Dohme, de Alemania, y Ridgeback Biotherapeutics, de Estados Unidos, anunciaron el inicio del ensayo clínico de fase 3 del Molnupiravir, una píldora en investigación para prevenir la infección por coronavirus.
Este ensayo se realizará en una muestra de 1.332 pacientes que residan en el mismo hogar con alguien que haya tenido una prueba positiva para el SARS-CoV-2. Se ha demostrado que Molnupiravir ha sido efectivo para la profilaxis, el tratamiento y la prevención de la transmisión del SARS-CoV-1 y MERS, y también en pruebas preclínicas con el COVID-19.
Por otra parte, la farmacéutica japonesa Shnogi comenzó el ensayo clínico de fase 1 del fármaco antiviral oral S-217622 para tratar la COVID-19. En este caso, la píldora suprimiría la duplicación del virus del SARS-CoV-2 inhibiendo la proteasa 3CL que es fundamental para la replicación del virus.
@futuro_360 [Vía] Pfizer comienza los preparativos para iniciar ensayos clínicos de nueva píldora contra el COVID-19https://t.co/earI08blUF
— CNN Chile (@CNNChile) September 6, 2021
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¿Antiviral o vacuna oral?
Los antivirales son un tipo de medicamentos que se utilizan para tratar las infecciones producidas por un virus. Sin embargo, su efectividad se limita al tiempo durante el cual se toma el fármaco. En ciertos casos, se pueden administrar un poco antes o al inicio de la exposición al virus para limitar la enfermedad.
En contraste, las vacunas mitigan y previenen las infecciones, al mismo tiempo que hacen que el cuerpo genere una respuesta inmunológica con la producción de anticuerpos. Es decir, hacen que el cuerpo reconozca el virus y se defienda de forma adecuada.
Además de los antivirales que ya hemos mencionado, la farmacéutica Israelí Oramed está desarrollando una vacuna oral llamada Oravax que se dirige a tres proteínas de superficie del virus CoV-2 del SARS. Esta vacuna oral ya se encuentra en la última fase de ensayos.
Según la compañía, esta vacuna oral tendría más efectividad frente a las mutaciones del virus porque se dirige a una gama más amplia de antígenos que además son más estables en el virus. Este tipo de vacunas tendrían la ventaja de no requerir de la logística de los refrigeradores y el personal de la salud.
La píldora, una nueva esperanza
Pese a que las píldoras y las vacunas tienen un funcionamiento diferente, la eventual aprobación de un antiviral oral ayudaría a combatir la pandemia con mayor rapidez y eficiencia. Asimismo, sería una alternativa que podría causar menor resistencia en ciertos grupos poblacionales que tienen desconfianza frente a las vacunas y los ayudaría a no desarrollar las formas graves de la enfermedad.
Los medicamentos podrían complementar a la vacunación, pues aunque una persona haya sido inoculada persiste el riesgo de que se infecte. Además, aún no está claro el comportamiento de las nuevas variantes frente a las vacunas existentes.
Al respecto, el Dr. Nick Kartsonis, vicepresidente en Merck Research Laboratories, afirmó que: "a medida que la pandemia continúa evolucionando y se informan sobre oleadas en muchos lugares del mundo, es importante que investiguemos nuevas formas de proteger a las personas expuestas al virus para que no se infecten con enfermedades sintomáticas".
El gobierno de Joe Biden anunció en junio de este año que invertiría 3 mil millones de dólares para un plan que busca apoyar el desarrollo de una nueva generación de tratamientos contra el coronavirus que permita responder mejor a la enfermedad y sus cambios en el futuro. Dentro del presupuesto, 1.2 mil millones de dólares serán destinados a apoyar grupos de investigación de fármacos antivirales innovadores.
Las proyecciones de los expertos y la OMS indican que en el futuro la COVID-19 podría convertirse en una enfermedad endémica. Es decir, que no se iría, pero se aprendería a controlar mediante vacunación y fármacos, como ha sucedido con la varicela.