La FDA aprobó la vacuna Pfizer contra la COVID-19, ¿qué implica esto?
La aprobación por parte de la FDA de la vacuna Pfizer contra la COVID-19 puede traer más confianza en la eficacia de esta, pero puede traer desconfianza en vacunas de otros laboratorios.
La aprobación implica que la vacuna podrá ser usada por tiempo indefinido, a menos de que se descubra un efecto secundario que cuestione la eficacia de esta. Foto: Unsplash
LatinAmerican Post | Vanesa López Romero
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Read in english: The FDA Approved the COVID-19 Pfizer Vaccine, What Does This Imply?
El pasado lunes 23 de agosto, la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA por sus siglas en inglés) de Estados Unidos anunció su aprobación total de la vacuna Pfizer/BioNTech contra la COVID-19, siendo así la primera en recibir este tipo de aprobación. Asimismo, el laboratorio de biotecnología también anunció que la vacuna se comercializará bajo el nombre de Comirnaty. Hasta el momento, esta y otras vacunas habían sido aprobadas para su uso de emergencia con el fin de vacunar a la mayor cantidad de personas posibles y así mitigar la pandemia que lleva más de 18 meses.
La aprobación total de la Comirnaty significa que la vacuna puede ser usada por personas mayores de 16 años, pero la administración a personas entre 12 y 15 años y la tercera dosis a personas inmunodeprimidas puede seguir realizándose gracias a la aprobación de emergencia que se dio en diciembre del 2020. Por otro lado, la aprobación implica que la vacuna podrá ser usada por tiempo indefinido, a menos de que se descubra un efecto secundario que cuestione la eficacia de esta.
Today, FDA approved the first COVID-19 vaccine for the prevention of #COVID19 disease in individuals 16 years of age and older. https://t.co/iOqsxXV1fj
— U.S. FDA (@US_FDA) August 23, 2021
¿Qué implicaciones positivas tiene la aprobación?
Con esto, la Comirnaty demuestra su eficacia al haber pasado las rigurosas pruebas de la FDA y genera confianza en las más de 92 millones de personas que ya han sido vacunadas con esta marca en los Estados Unidos. Recordemos que hasta el momento se contabilizan 170 millones de vacunas administradas en el país, por lo que más de la mitad han sido vacunadas con este biológico.
Asimismo, la FDA, el laboratorio y los entes gubernamentales y de salud esperan que las personas puedan ver esto como una razón para tener más confianza en las vacunas y accedan con más facilidad a ellas, lo que ayudaría en gran medida a mitigar la pandemia. La confianza que tengan los ciudadanos en las vacunas es sumamente importante, pues entre más personas estén vacunadas hay muchas más posibilidades de salvar vidas y controlar una pandemia que está a pocos meses de cumplir dos años y ha puesto en jaque a la economía mundial.
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Por otro lado, esto presiona a que otros laboratorios cumplan y pasen las rigurosas pruebas del ente regulador para que puedan hacerle competencia, porque evidentemente el público tiene más confianza en la marca que sea aprobada en su totalidad por la FDA. Pero esta no solo es una buena noticia en Estados Unidos, pues es claro que, al tratarse de una potencia mundial, la población mundial presta atención a lo que suceda en el país, por lo que la confianza generada no se limita al territorio estadounidense, sino que también llega a otros países.
¿Y cuáles son las implicaciones negativas?
La rapidez con la que la comunidad científica y los laboratorios farmacéuticos han actuado ha puesto en duda por parte de la comunidad la eficacia de las vacunas. Si bien la mayoría de la población ha buscado vacunarse, son muchas las personas que se muestran escépticas a ciertas marcas por sus cifras en eficacia, por lo que la aprobación de esta vacuna por parte de la FDA puede poner en duda la eficacia de otras marcas. De hecho, la Comirnaty (Pfizer) y la Moderna son las que más han sido aceptadas por el público, mientras que algunas personas evitan asistir a centros de vacuna donde se administren otras marcas.
Sumado a esto se encuentra el movimiento antivacunas, que por supuesto, por más regulaciones y aprobaciones que hayan, mantiene la desconfianza hacia las vacunas y seguirá impulsado que no se acceda a ellas. La pedagogía sobre la importancia de las vacunas sigue siendo muy necesaria y algo en lo que deben trabajar los entes reguladores de este tipo para hacer frente a la pandemia.