Contaminación por fármacos: una amenaza para los ríos del mundo
La contaminación por fármacos es una de las más peligrosas, no solo para la salud medio ambiental, sino también para la salud humana
Foto: Pixabay
”
LatinAmerican Post | Vanesa López
En un estudio que se publicó recientemente por el PNAS (Proceedings of the National Academy of Sciences, por sus siglas en inglés), se analizó 258 ríos de 104 países en todo el mundo y arrojó que una cuarta parta de estos se encuentra contaminada a niveles tóxicos de principios activos farmacéuticos. Dentro de los ríos analizados, se encuentran, por ejemplo, el Támesis (en Inglaterra); o el Amazonas (en su paso por Brasil). Los datos arrojaron que la influencia ambiental que hay por esta problemática puede llegar a afectar alrededor de 471,4 millones de personas. Así mismo, el estudio demuestra que el agua en todos los continentes es afectada por los procesos productivos farmacéuticos.
La industria farmacéutica es la más contaminante del mundo
Poco se habla sobre e impacto ambiental tan grande que puede llegar a tener la industria farmacéutica, ya que es una industria que ha llegado a ser necesaria para el bien común. Lastimosamente, los niveles de contaminación que puede llegar a generar son muy altos. El estudio mencionado anteriormente solo toma en consideración un tipo de residuos generados en un proceso productivo: los efluentes. Este tipo de residuos son de carácter líquido tanto doméstico como industrial, y normalmente afecta a los afluentes hídricos.
Lee también: Arica: un vertedero tóxico y una comunidad enferma
Muchas veces, los tratamientos de agua son insuficientes para las sustancias que terminan siendo vertidas en los ríos, lo que tiene un impacto directo en la salud humana. A las fuentes de agua que consumimos día a día pueden llegar tanto desechos de la producción farmacéutica, como de medicamentos vencidos o incluso de la orina humana que contienen medicamentos como antibióticos. Cuando se consumen antibióticos que el cuerpo no necesita se contribuye a la aparición de bacterias superresistentes, lo cual puede ser muy perjuducial para la salud humana, pues eventualmente los medicamentos que existan será insuficientes para el tratamiento de infecciones bacterianas.
Esto también tiene un impacto ambiental en los organismos acuáticos. Los estrógenos son unas de las sustancias que han sido más estudiadas en este tema, se tratan de hormonas femeninas naturales o sintéticas utilizadas como tratamiento anticonceptivo, y se ha encontrado que, como residuos efluentes, están directamente relacionadas con la feminización de peces macho.
Pero estos no son los únicos medicamentos que tiene un impacto. Medicamentos como los anticonvulsivos, antidepresivos y antiinflamatorios han sido hallados en el agua potable que llega a casa de las personas.
Los otros tipos de contaminación
En la producción de la industria farmacéutica hay una larga lista de procesos que tienen impactos ambientales. La transformación de materiales genera desechos efluentes, como ya lo mencionamos, pero también residuos sólidos y emisiones atmosféricas. Los empaques, los utencilios desechables que son utilizados en el proceso de producción y las emisiones que son liberadas durante el proceso industrial, son solo algunos de los agentes de contaminación que tiene la industria farmacéutica y que tienen impacta directamente el medio ambiente.
Se ha llegado a estimar que esta industria tiene una huella de carbono mucho mayor a la de a industria automotriz. Además, hay que tener en cuenta que en muchas ocasiones las buenas prácticas de los desechos de este tipo de industrias se quedan cortas, lo que aumenta aún más el impacto que tienen sobre la salud del medio ambiente y de la humana.
Es necesario que esta industria, una que es necesaria para el bienestar humano, pueda transitar a una producción responsable con el bienestar ambiental, que finalmente también tendrá un impacto en el bienestar humano. La investigación debe enfocarse en comprender cuál es el impacto de estos residuos de fármacos en los ecosistemas y en la salud humana. Asimismo, debe haber una responsabilidad extendida de los desechos y la contaminación producida, es decir, la industria no solo debe preocuparse por la producción, sino también por a dónde y cómo van a parar sus residuos.