Bienestar

El Coronavirus retrocedió el plan para dar fin a la tuberculosis

La investigación, el diagnostico y la prevención de la tuberculosis se vieron afectados por la pandemia. El panorama en Latinoamérica es preocupante.

Manos sosteniendo un recorte de pulmones en papel

Foto: Freepik

LatinAmerican Post | Brandon Martínez Salazar

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El Día Mundial de la Tuberculosis es una fecha conmemorativa que busca hacer conciencia sobre las consecuencias que produce esta enfermedad en la sociedad. De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, cada 24 de marzo se lleva a cabo esta conmemoración para intensificar los esfuerzos que permitan erradicar la bacteria y la epidemia mundial que sigue vigente en la actualidad.

Ahora bien, aunque la tuberculosis era una enfermedad que prácticamente se había controlado, los datos de hoy preocupan a todas las organizaciones de salud. Al parecer, la pandemia del coronavirus generó que los diagnósticos de TB disminuyeran y, por ende, las muertes producto de este contagio aumentaran, luego de una década de continuos descensos en los casos.

Para América Latina la situación también es alarmante, especialmente en aquellas personas que padecen VIH.

¿Qué es la tuberculosis?

Para empezar, la tuberculosis es una bacteria que se propaga por el aire cuando una persona que se ha contagiado tose o estornuda, como lo hace el coronavirus o la gripe. Aunque en la mayoría de casos no se presentan síntomas, quienes si los padecen deben atravesar por un largo procedimiento con antibióticos para eliminar la enfermedad.

Actualmente existe una vacuna para prevenir la tuberculosis, pero sigue siendo una bacteria tan prevalente en la humanidad que afecta al 33% de la población mundial. De modo que, ha llegado a convertirse en la primera enfermedad más contagiosa y la segunda causante de muertes en todo el planeta por infección. No obstante, en la última década los casos por TB habían estado bajando considerablemente, pero debido a la atención del COVID-19, el número de fallecidos por la bacteria aumentó desde el 2020.

¿Por qué se conmemora el 24 de marzo?

El 24 de marzo de 1882 el Dr. Robert Koch anunció el descubrimiento de la Mycobacterium tuberculosis o bacilo de Koch (conocida popularmente como tuberculosis) a la Sociedad Fisiológica de Berlín. Es una de las enfermedades más antiguas y evolutivas del mundo, cuya existencia se estima entre los 15.000 y 20.000 años.

Gracias a este descubrimiento, Koch se convirtió en uno de los fundadores más importantes de la bacteriología. Veintitrés años más tarde, recibiría el Premio Nobel de Medicina por su gran aporte a la ciencia. Por esta razón, esta fecha es simbólica en las organizaciones de salud, pues recuerda los trabajos de Koch en la medicina y la importante necesidad de acabar con una de las infecciones más mortales en la historia de la humanidad.

"Invirtamos en poner fin a la TB. Salvemos vidas”, es el tema para el Día Mundial de la Tuberculosis en este año, según la OPS.

Cifras preocupantes en Latinoamérica

A nivel mundial las cifras de contagiados por TB ascendieron a 9,9 millones durante los dos últimos años y las muertes producto de esta patología llegaron a 1,5 millones. Siendo las personas con VIH, una de las poblaciones más afectadas, con 214.000 muertes.

En América Latina y el Caribe la situación es compleja pues según los datos de la OPS se evidencia que en el 2020 fallecieron 27.000 personas de tuberculosis en la región, de los cuales 7.900 eran pacientes diagnosticados con VIH.

Ahora bien, el problema es que debido a la pandemia se afectó el acceso los servicios del TB en Latinoamérica. Esto significa que de las 219.000 personas que contrajeron la enfermedad hace dos años, sólo 197.000 reportaron haber tenido acceso a la salud, mientras que 96.000 pacientes no se lograron diagnosticar. Por otro lado, en el 2020 solamente 3.900 personas lograron recibir tratamiento contra la tuberculosis, un 10% menos que el año anterior. De estos pacientes tratados, el 59% pudo superar la enfermedad.

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Una de las preocupaciones esenciales en el tema son las brechas de financiación que ha sufrido el TB para poner fin a la epidemia. Para el diagnostico, tratamiento y prevención se había establecido una meta de 13.000 millones de dólares anuales en el lapso 2018-2020. Este año esa cifra es de 5.300 millones, es decir, se ha reducido a menos de la mitad. En cuanto a la investigación, la meta en el mismo período de tiempo fue de 2.000 millones de dólares, pero para el 2019 el descenso de esa inversión llegó a 901 millones.

Finalmente, la falta de recursos esenciales para los servicios de TB, la investigación y la innovación han sido los factores que junto a la crisis sanitaria del COVID-19, hicieron retroceder las estrategias para erradicar la enfermedad.

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