El 99% de la humanidad respira un aire contaminado
De acuerdo con un nuevo informe de la Organización Mundial de la Salud, que monitorea la calidad del aire, la mayoría de la población mundial respira un aire contaminado que amenaza a la salud.
Foto: Pexels
LatinAmerican Post | María Fernanda Ramírez Ramos
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La contaminación del aire se está convirtiendo en una de las principales amenazas para la salud de la población en todo el mundo. Como no es de extrañarse, los países de ingresos más bajos son los más afectados por este fenómeno. La Organización Mundial de la Salud, actualizó este año su base de datos de calidad del aire. Se trata de un monitoreo que se hace desde el 2011 y no se actualizaba desde el 2018.
En esta nueva edición, se analizaron más de 6000 ciudades en 117 países y, por primera vez, se incluyeron mediciones anuales en tierra de las concentraciones de dióxido de nitrógeno, un contaminante muy común en los centros urbanos. Asimismo, se midió otro tipo de partículas contaminantes, que por su diámetro pequeño pueden causar daños en la salud de la población. ¿Cuál es el factor común de estos contaminantes? Ambos están relacionados con la quema de combustibles fósiles.
“Los altos precios de los combustibles fósiles, la seguridad energética y la urgencia de abordar los desafíos de salud gemelos de la contaminación del aire y el cambio climático, subrayan la necesidad apremiante de avanzar más rápido hacia un mundo que sea mucho menos dependiente de los combustibles fósiles”, aseguró el Director General de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
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¿Cuál es el impacto en la salud?
De acuerdo con la Dra. Maria Neira, Directora del Departamento de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud de la OMS, la contaminación del aire puede causar 7 millones de muertes que son prevenibles.
El dióxido de nitrógeno está asociado con el asma y otra serie de enfermedades respiratorias que pueden causar ingresos hospitalarios. Por su parte, el material particulado tiene la capacidad de penetrar en el torrente sanguíneo y los pulmones, teniendo efectos nocivos en el sistema cardiovascular, respiratorio y cerebrovascular, incluso causando derrames. De hecho, actualmente se realizan investigaciones para determinar cuáles otras enfermedades podrían estar asociadas con este fenómeno de contaminación del aire.
Nitrogen dioxide or NO2 is associated with respiratory diseases, particularly asthma, leading to respiratory symptoms (such as coughing, wheezing or difficulty breathing), hospital admissions and visits to emergency rooms https://t.co/Llaj2wHk0V#HealthierTomorrow https://t.co/2XKikIXPmo
— World Health Organization (WHO) (@WHO) April 4, 2022
¿Quiénes son los más afectados?
De acuerdo con el reporte, “los países de mayores ingresos ven una menor contaminación por partículas, pero la mayoría de las ciudades tienen problemas con el dióxido de nitrógeno”. Es decir que el problema del dióxido de nitrógeno está presente en todo el mundo. Además, se encontró que en los países con ingresos medianos y bajos solo el 1% de las ciudades analizadas cumplen con los umbrales de contaminación del aire recomendados por la OMS. Por su parte, en los países de ingresos altos, el 17% de las ciudades no cumplen con dichas directrices.
No obstante, es posible hacer una crítica a este informe, pues también son los países con ingresos más altos quienes tienen mayores cantidades de sistemas de medición de calidad del aire. En este sentido, Europa, Norteamérica y algunas regiones de Asia llevan ventaja a las demás. Por ejemplo, de los 57 países que el informe considera de altos ingresos, se monitorea la calidad del aire en 51. Mientras tanto, 145 países son considerados en el grupo de medianos y bajos ingresos. De ellos, solo se mide la calidad del aire en 66.
Por ejemplo, África es uno de los lugares donde mayor contaminación en el aire se ha encontrado, pero solo se tienen datos de 12 países. Por su parte, en las Américas hay datos de 22 países. Esto permite deducir que de no destinarse recursos a este tipo de tecnologías, fundamentales para analizar datos y tomar acciones en pro de la salud y la mitigación del impacto de la contaminación, las desigualdades serán cada vez mayores. Al respecto, pese a que la OMS diseñe una serie de pautas y directrices globales sobre la calidad del aire, que pretenden salvar vidas, será complicado alcanzar el cumplimiento de dichas normas si ni siquiera se cuenta con un monitoreo previo de las condiciones.