Tecnología satelital, un arma contra las emisiones de gas metano
Ante el riesgo que las grandes cantidades de CH4 representa en el equilibrio ambiental del planeta, la tecnología satelital se ha mostrado como un excelente aliado para monitorear las emisiones de este gas.
Foto: Pixabay
LatinAmerican Post | Joshua Radesca
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El calentamiento global es un tema de importancia para toda la humanidad. No son pocos los gobiernos, instituciones e individuos conscientes de que es necesario la creación de estrategias y tecnologías para hacer frente a los diversos contaminantes que ponen en juego el destino ambiental del mundo.
Cuando se habla de cambio climático, un factor importante a tener en cuenta son las emisiones de gas metano (CH4). Este es un potente gas de efecto invernadero. El potencial de calentamiento global del metano es 28 veces superior al del dióxido de carbono (CO2).
Los expertos calculan que el metano podría ser responsable de entre 14% y 17% de las emisiones de gases de efecto invernadero del planeta, por ello más de 100 países han firmado el Compromiso Global por el Metano (Global Methane Pledge), presentado en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2021. En este acuerdo, los estados miembros se comprometen a trabajar colectivamente para reducir las emisiones de CH4 en por lo menos en 30% para el final de la década.
“El metano es emitido durante la producción y el transporte de carbón, gas natural, y petróleo. Las emisiones de gases también resultan de la ganadería y otras prácticas agrícolas y de la descomposición del desperdicio orgánico en vertederos de desechos sólidos municipales y de ciertos sistemas de tratamiento de aguas de desecho”, indica en un comunicado el portal institucional globalmethane.org
Ante este panorama, monitorear las emanaciones de metano a nivel mundial, especialmente las fugas en el sector de petróleo y gas, es un paso de gran importancia en la lucha contra el cambio climático.
Los satélites y el monitoreo de las emisiones de metano
En los últimos años, un excelente aliado tecnológico para monitorear emisiones de CH4 son los satélites. Son varias las iniciativas que se han llevado a cabo en este ámbito. Por ejemplo, el organismo japonés de exploración aeroespacial (JAXA) lanzó en 2009 el satélite de observación de gases de efecto invernadero “Ibuki”; GHGSat, una compañía de Quebec, posee varios satélites con sensores para CH4 y la Espacial Europea y sus socios lanzaron el satélite Tropomi.
Actualmente, a través del uso de tecnología satelital, se puede identificar y cuantificar fugas de gas metano en gran parte del planeta y en unos cuantos días. Esto permite tener una visión más acertada de la producción real de este compuesto, los lugares en que más se emana y los correctivos que pudieran emplear gobiernos y empresas para disminuir estas emisiones.
Tradicionalmente, para medir las emanaciones de CH4 se usaban sensores remotos de aviones, drones o equipos de superficie. No obstante, estos presentan el inconveniente de que solo logran reconocer emisiones en áreas no muy extensas y por lo general durante períodos de tiempo cortos. Por su parte, los satélites tienen la capacidad de proporcionar un monitoreo más continuo y mucho más amplio que puede detectar grandes fugas de metano.
La ayuda de la información satelital
Como bien indica un estudio publicado en la revista científica “Environmental Science & Technology”, estos satélites no solo han facilitado conocer diversos datos sobre las emisiones de CH4 a lo largo de las últimas décadas, también el cruce de información aportada por ellos ha permitido efectuar descubrimientos como el de la costa oeste de Turkmenistán, uno de los mayores emisores del mundo, donde se comprobó el origen puntual de una inmensa producción de metano. En el artículo se concluye que estas emisiones identificadas provienen principalmente de antorchas de quema de gas que permanecen apagadas y ventean grandes cantidades de metano. Igualmente, se han reconocido emisiones originadas en fugas de tuberías.
En definitiva, el uso de información satelital ha permitido dar un paso adelante en la lucha contra el cambio climático. Este tipo de tecnología es una herramienta novedosa y eficaz que permite ampliar el entendimiento del impacto de ciertas actividades en el ambiente del planeta. Esta comprensión viene acompañada de la idea de tomar acción para subsanar y prevenir el efecto negativo del hacer humano en el medio ambiente.