Con la llegada de Gustavo Petro a la Presidencia de ese país, se concluyen más de 100 años de lucha de la izquierda para obtener el mayor puesto del Ejecutivo.
Fotos: Colombia.com, Carlos Pizarro
LatinAmerican Post | Christopher Ramírez Hernández
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Read in english: This Was the Path of the Left to Reach Power in Colombia
El pasado 7 de agosto, Gustavo Petro se convirtió en el nuevo presidente de Colombia, en reemplazo de Iván Duque, quien estuvo en el poder desde 2018. Sin embargo, más allá del cambio de mando o la enemistad política que existe entre ambos políticos, el titular que más se leyó en los principales medios nacionales e internacionales fue: “Colombia tiene al primer presidente de izquierda de su historia”.
Tanto para Petro, como para el Pacto Histórico (colectividad de izquierda que lo llevó al poder), la llegada del progresismo a la Casa de Nariño (sede presidencial), se dio luego de varias décadas de luchas, en las que las ideas no fueron el único componente, pues las armas también fueron protagonistas.
La primera vez que se escuchó a la izquierda como recurso político en Colombia fue en 1919 con la fundación del Partido Socialista, que tres años después (1922) se convirtió también en la primera figura de izquierda en participar en unas elecciones presidenciales. Dichos comicios los ganó el dirigente conservador Pedro Nel Ospina, hijo de Manuel Ospina Rodríguez, fundador de dicha colectividad de derecha en Colombia; y tío de Mariano Ospina Pérez, quien también llegó al poder en 1946, precisamente en representación de los conservadores.
Ahora bien, aunque el Partido Socialista nunca logró poner un presidente en el poder, sí tuvo gran incidencia en la colocación de presidentes liberales que, aunque no se identificaban como de izquierda, tuvieron en cuenta las ideas progresistas de la época para la ejecución de grandes cambios sociales y culturales en Colombia.
Así, en 1930 llegó a la Presidencia, luego de una hegemonía conservadora de 36 años, el presidente liberal Enrique Olaya Herrera. En1934 cedió su puesto a su copartidario, Alfonso López Pumarejo, considerado por muchos expertos como el hombre que dio los primeros pasos de una política de izquierda en Colombia, sin necesidad de ser militante de dicha ideología.
Con López Pumarejo se desarrolló lo que se conoció como ‘La Revolución en Marcha’, una estrategia política que, según registros de la página oficial de la Presidencia de Colombia, “apuntaba hacia la modernización del país y su inmersión en el ámbito de la economía capitalista”; en pocas palabras, este presidente intentó “darle al país un desarrollo agrícola e industrial que le permitiera convertirse en un Estado moderno” con reformas como la “constitucional, tributaria, universitaria, judicial, laboral y de relaciones exteriores”.
Ahora bien, la derecha reaccionaria, dirigida por líderes conservadores como el mismo Mariano Ospina Pérez y Laureano Gómez (presidente de 1950 a 1951), no permitió que las reformas de Alfonso López tuvieran gran éxito, aunque sí gran inspiración.
Sin embargo, no fue sino hasta el impacto que causó Jorge Eliécer Gaitán, asesinado el 9 de abril de 1948, en plena campaña presidencial, que las ideas socialistas empezarían a tomar fuerza en Colombia. El magnicidio del líder liberal, cuya tesis doctoral se basó en ‘Las ideas socialistas en Colombia’, desató una ola de violencia que arrastra sus consecuencias hasta hoy en día.
La persecución de la derecha conservadora radical, primero, en contra de los militantes liberales, y segundo contra los pensadores de izquierda, dio vida a las primeras guerrillas liberales y de izquierda en el país, como el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Dichos grupos al margen de la ley se crearon con base en las ideologías marxistas-leninistas presentes en la antigua Unión Soviética y, por supuesto, en Cuba, cuya revolución dirigida por Fidel Castro en los años 50 representó el primer gran movimiento de izquierda triunfal en Latinoamérica.
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No obstante, según explicó León Valencia, analista político y exmiembro del ELN, no fue sino hasta la llegada del M-19 que la izquierda no se vislumbró como un cambio real en la sociedad colombiana, no partiendo desde las armas sino desde la democracia. “Yo fui comandante central y debo reconocer que los que siempre tuvieron en esa época mayor lucidez para actuar en democracia fueron los del M-19 (…) Y los premió la historia, les dio un nuevo presidente”, dijo Valencia en conversación con El País de España.
Este grupo guerrillero, que nació a finales de los años 70, tuvo entre sus filas a grandes representantes de la izquierda colombiana como Carlos Pizarro Leongómez, quien firmó el Acuerdo de Paz con el Gobierno nacional en 1990, siendo asesinado el mismo año; Antonio Navarro Wolff, uno de los integrantes de la Asamblea Constituyente que dio vida a la Constitución Política de 1991, y el mismísimo Gustavo Petro, quien inició su vida política en los años 80 bajo el abrazo del M-19.
Ahora, también hay que hacer un reconocimiento especial a la Unión Patriótica, un grupo político puesto en marcha tras la desmovilización de varios miembros de las FARC a mediados de los 80. Infortunadamente, los miembros de la UP fueron blanco de ataques paramilitares y de miembros del Estado, que acabaron con la vida de candidatos presidenciales como Bernardo Jaramillo y Jaime Pardo Leal, así como de otros 8.300 ciudadanos y más de 5.733 desaparecidos, según información de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), nacida tras los Acuerdos de Paz de 2016.
Pero no fue sino hasta los comienzos del siglo XXI, cuando los políticos de izquierda pasaron de ser personajes de “segunda clase” en la política nacional, a protagonizar grandes retos democráticos en Colombia. Con políticos como el fallecido Carlos Gaviria, quien obtuvo el segundo lugar en las presidenciales de 2006, la izquierda logró empezar a zafarse del paradigma soviético y cubano, para mostrar ideas menos comunistas y más progresistas y diversas, que hoy les han servido para tener en Petro al primer presidente de izquierda en Colombia.