¿Taiwán terminará como Ucrania?
El 2022 ha estado marcado por dos conflictos geopolíticos mediáticos, Taiwán y Ucrania son sus epicentros. Se considera que ambos altercados son muy semejantes entre sí, al tener a China, Rusia y Estados Unidos como protagonistas. Sin embargo, son más las diferencias que envuelven estas escaladas de violencia.
Foto: Freepik
LatinAmerican Post | David García Pedraza
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Moscú y Kiev, a pesar de compartir el alfabeto cirílico, varias tradiciones y haber sido un solo país 30 años atrás, tienen ideas diversas de cómo manejar sus naciones. Sin importar que ahora ambas sean capitalistas, a su modo, hay una identidad de siglos atrás que no pueden ignorar. Además de compartir historia, también hay una gran población dentro de Ucrania que se identifica como rusa, esto fue lo que llevó a que Crimea votará a favor de ser parte de la ‘Madre Patria’ y dejar de lado a la joven nación ucraniana, motivados por el apego étnico, lingüístico e histórico.
Febrero parece ser un mes oscuro para Europa Oriental, específicamente para Ucrania, ya que en febrero de 2014 inició la Guerra Ruso-Ucraniana promovida por tensiones étnicas, culturales y pro-occidentales cuyo primer resultado fue la anexión, sin reconocimiento internacional, de Crimea por parte de Rusia. Ocho años después, en febrero de 2022, volvió a incrementar el conflicto en Ucrania por la posible adhesión de este país a la OTAN, maniobra que a Rusia, en cabeza de Vladímir Putin, no gustó en absoluto. Como repuesta, desde el Kremlin se dio la orden de aumentar la fuerza militar y presencia rusa a tal punto de invadir regiones estratégicas de Ucrania como Mariúpol.
Cuatro meses después, un nuevo conflicto tomaba relevancia en la arena internacional, China contra Taiwán, un altercado político que desde hace más de cuatro décadas está presente.
Un conflicto híbrido y peculiar
A pesar de que la disparidad entre Pekín y Taipéi sea una constante en la historia moderna desde 1949 a la fecha, no es un conflicto rico mediáticamente debido a que es un mismo pueblo quien ha querido tomar riendas de su nación de maneras distintas. La República Popular China (Conocida comúnmente como China Continental o simplemente China) ha adoptado un modelo comunista pero Hong Kong se apoda a sí mismo como ‘Un país, dos sistemas’, en donde este puerto tiene identidad capitalista.
Por otra parte está la República de China (Llamada China Insular, China Taipéi o Taiwán) quién adoptó el sistema capitalista a pesar de que el mundo globalizado, con la llegada de Mao, dejó de lado a este territorio y se inclinó por reconocer a China Continental como el Estado soberano por la década de 1970. No obstante, Estados Unidos, aprovechando la coyuntura de la Guerra Fría, buscó como aliado a la China de Mao para desestabilizar a la Unión Soviética. Sin embargo, no iba a dejar a la deriva a Taiwán quien era un aliado capitalista histórico. Luego de varios borradores nació el Acta de Relaciones de Taiwán (TRA en inglés), una legislación que, grosso modo, permite que Washington y Taipéi tengan acercamientos diplomáticos y militares.
División en la división
Durante los últimos años Taiwán ha demostrado la intención de ser independiente a la cabeza de la presidenta actual Tsai Ing-Wen, miembro del Partido Progresista Democrático quien tiene mayoría en el Yuan Legislativo (El parlamento). Ha sido desde 2016 la cabeza del Ejecutivo de Taiwán, quien ha recalcado la importancia de las políticas amigables con el medio ambiente, los derechos a minorías y también la identidad taiwanesa, queriendo decir que la nación quiere una independencia total.
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El Kuomintang o Partido Nacionalista Chino busca la reunificación con la China Continental, teniendo como base el Consenso de 1992, en donde se estipula el principio de ‘Una Sola China’, aunque bajo el nombre de ‘República de China’, haciendo énfasis en el legado histórico que ha tenido el capitalismo y la libertad económica desde 1949.
La población taiwanesa en general quiere una independencia total, debido a que temen que, ante una improbable reunificación de ambas Chinas, la China de Mao tome el control político y económico, como lo hace poco a poco con Hong Kong.
Para China continental, Taiwán es una ´provincia rebelde’, la cual tarde o temprano volverá a sus raíces ancestrales, mientras que para los taiwaneses, China es una camisa de fuerza que no los deja vivir en plena libertad de pensamiento y movilidad. China continental y China Insular comparten el mismo gentilicio, ambos son chinos, ambas naciones son chinas, una guerra allí sería vista como una guerra civil, más no como una de independencia y soberanía (Como sí lo es en el caso de Rusia y Ucrania). Un conflicto directo crearía un rechazo general dentro de los habitantes de Taiwán, contraproducente a largo plazo cuando la República Popular China quiera "invadir", "colonizar" o cualquier otra estrategia tenga a futuro. Es por esto que acá no hay una invasión a un territorio al que lleguen como libertadores (como Rusia el este de Ucrania), sino una invasión similar a la de Estados Unidos en Irak.
También, Pekín debe mantener su paciencia en lo que concierne a Estados Unidos, porque, a pesar de que las relaciones diplomáticas están abiertas entre ellos dos, Washington no dejará de apoyar a Taipéi, y allí, la encrucijada de a quién apoyará Estados Unidos ante una posible confrontación, definirá el ganador, perdedor, y exiliado de la misma. Otra diferencia entre Rusia y Ucrania, donde el país de Europa del este no gozaba con la protección de occidente, lo que sí tiene Taiwán. Puede ser que, a pesar de todo el arsenal que tiene China para defenderse y atacar, la adhesión de Taiwán no sea tan sencilla.