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Dua Lipa en Bogotá: ¿se le están saliendo de las manos los conciertos a la capital colombiana?

Dua Lipa brilló en Bogotá a pesar de denuncias de colados, fallas en montaje, desorden y mala logística. ¿Está lista Bogotá para competir con Buenos Aires o Santiago en la industria de conciertos en Sudamérica?.

Dua Lipa y escenario en Bogotá

Foto: TW-DuaLipa, TW-FelipeCg_

LatinAmerican Post | Julián Gómez

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El debut de Dua Lipa en Bogotá quedará en la historia como una de las peores experiencias en espectáculos grandes en el país andino. Una serie de decisiones desafortunadas llevaron a una queja masiva de los más de 30 mil asistentes. La logística y el recinto fueron los blancos de quienes pagaron por ver a la británica en el parque de diversiones Salitre Mágico.

A pesar de lograr un sold out en cuestión de horas para el concierto de Dua Lipa, mucha gente reprobó el lugar del evento desde el inicio. Ocesa, compañía organizadora del concierto, ya había tenido experiencias de espectáculos en el Salitre Mágico, como el festival Beyond Wonderland. De hecho, en la pandemia se unió a Páramo Presenta, su competencia en Colombia, para una serie de auto-conciertos allí.

Sin embargo, las dinámicas de un festival y un concierto para una estrella de talla mundial son muy distintas. Mientras en un festival hay circulación de gente, en los conciertos todos centran su atención en un artista. Por ende, la logística debe ser mucho más cuidadosa para evitar estampidas, colados o desorden en las filas. También es necesario ser cuidadosos en el montaje para no dañar la experiencia de quienes asisten.

Espectáculos lamentables en Colombia

El de Dua Lipa no es el primer precedente negativo en el historial de espectáculos del país. El más recordado es el de los Guns N’ Roses en 1992, cuando el concierto se dio a medias y acabó con disturbios.

Por otro lado, la historia reciente tiene como referente al Jamming Festival de este año, que por falta de logística y cancelación de varios artistas, no se llevó a cabo. Asimismo, en 2016, a Bogotá le quitaron el sueño de tener un Lollapalooza como en Santiago (Chile) o Buenos Aires (Argentina). Aquella vez, los promotores echaron atrás el festival excusándose porque la artista principal del cartel les canceló.

Otro precedente importante fue el de Paul McCartney en Medellín, espectáculo que tuvo que ser cancelado por la baja venta de boletería.

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Crecimiento de Bogotá como destino para grandes giras

El 2022 ha sido el año más fructífero para la capital colombiana en cuestión de conciertos. Solamente en el último fin de semana se presentaron Ricardo Arjona, Coldplay y Camila Cabello dos veces, el argentino Duki y el talento nacional de Silvestre Dangond. Como si fuera poco, el fin de semana que viene es el Festival Cordillera con Julieta Vanegas, Maná, Caifanes, entre otros.

Antes del 2013 se hablaba de un gran concierto por año en Bogotá. Después de la pandemia se puede hablar de conciertos con artistas de talla global como Rosalía, Doja Cat, The Strokes, Gorillaz, Miley Cyrus o Demi Lovato, además de los shows ya nombrados. Aún quedan por hacerse los de Bad Bunny, Guns N’ Roses, Imagine Dragons, Arctic Monkeys, Harry Styles, Daddy Yankee, Judas Priest y muchos más.

Es posible que la firma del Acuerdo de Paz con las FARC-EP haya ayudado a limpiar el nombre de Colombia a nivel mundial. En ese sentido, Colombia ya es un destino más atractivo para los artistas. A eso se le puede sumar el ascenso de estrellas como Shakira o Juanes en décadas pasadas; y de J Balvin, Maluma, Kali Uchis y Karol G en la actualidad.

¿Qué falta para que Bogotá sea capital sudamericana de conciertos?

Aunque en la última década se han estrenado escenarios para conciertos como el Movistar Arena y el Coliseo Live, la capital carece de escenarios a cielo abierto. Los únicos de gran capacidad son el estadio de fútbol El Campín y el Parque Simón Bolívar. Cuando una artista como Dua Lipa exige que el escenario al que vaya sea a cielo abierto, supone un problema para las promotoras.

Pero la falta de escenarios no es el único problema de Bogotá. Cada que hay un show de gran magnitud, hay mucho tráfico. Si sucede como el pasado fin de semana con espectáculos paralelos entre El Campín y el Movistar Arena, que son vecinos, todo se complica más. Lo mismo podría pasar con el concierto de Harry Styles, pues ese mismo día se llevará a cabo el festival Rock Al Parque, aledaño al ‘venue’ del artista británico.

El Coliseo Live tiene otro inconveniente que es tener pocas vías de acceso. Desde que se inauguró hace unos meses, cada evento hecho en el recinto ha tenido quejas con la movilidad. 

Esto nos deja como conclusión que, sin mejoras a corto plazo de la infraestructura vial, cada concierto será un suplicio antes que una experiencia mágica. Bogotá va por buen camino como destino destacable en América Latina, pero todavía hay mucho por hacer en la industria de conciertos.

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