La relación tóxica entre Gustavo Petro y Estados Unidos
Desde la llegada de Gustavo Petro a la presidencia de Colombia, el mandatario ha mantenido una relación de aliados y adversarios con Estados Unidos.
Foto: HablandoConTV
LatinAmerican Post | Santiago Gómez Hernández
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El presidente Gustavo Petro tiene una relación ambigua con los Estados Unidos. Desde su llegada al cargo, el mandatario de izquierda intenta mantener una sana lejanía o una tóxica relación. En algunas ocasiones, parece que el Gobierno colombiano pretende mantener una cercanía con Washington, pero en otras oportunidades, manda un discurso de confrontación que se parece más al usado por Gobiernos socialistas.
Desde la llegada al cargo, Petro hizo constantes anuncios que demostraría una clara distancia entre Washington y Bogotá. Un nuevo enfoque en la guerra contra las drogas, una mayor responsabilidad del gobierno del norte global en materia ambiental o en contra de la intervención de los Estados Unidos en política sudamericana.
Sin embargo, también han existido una serie de guiños entre el presidente colombiano y Estados Unidos. Desde su apoyo explícito durante las elecciones estadounidenses. Cuando el colombiano era senador, dijo que si pudiera votar en las elecciones presidenciales estadounidenses entre Joe Biden y Donald Trump, seguro que lo haría por el exvicepresidente. Desde entonces el diálogo entre ambos ha sido, por lo menos, positiva.
Colombia Humana y el Partido Demócrata
Uno de los factores que explican cómo un exguerrillero de ideología socialista colombiano puede ser aliado de un político demócrata es la cercanía ideológica más allá de la económica. Biden, a pesar de representar el establishment demócrata un político de carrera que siempre ha estado cerca al poder que en su momento apoyó intervenciones internacionales, guerras, un libre mercado y un modelo de consumo, hoy es la cabeza visible de un partido Demócrata que vive un cambio ideológico.
Actualmente, voces dentro del partido son abiertamente socialistas, ambientalistas y feministas, tres pilares de la política de Gustavo Petro. Es por esto que, a pesar de que la Casa de Nariño y la Casa Blanca no comparten varias políticas, sí encuentran un aliado importante en ambos partidos.
El enemigo de mi enemigo es mi amigo
No obstante, uno de los más valiosos elementos que explican la relación entre Gustavo Petro y Biden es Donald Trump y la ultraderecha estadounidense. Hoy, más allá de tener diferencias cruciales entre ambos modelos, Petro entiende que es mejor un aliado demócrata a que la ultraderecha norteamericana vuelva al poder.
La derecha colombiana ha encontrado en Trump y el partido Republicano una importante alianza, pues ahora el partido demócrata puede ver en el resto del espectro político colombiano un claro espacio para trabajar.
Antes, en la Colombia donde nunca había ganado la izquierda, se mantenía una política bipartidista. Tanto Republicanos como Demócratas, encontraban en Colombia un aliado, independientemente del mandatario. Pero, últimamente el partido del burro encuentra mayor cercanía con movimientos socialistas en toda Latinoamérica. Así pasó en el país andino, políticas medioambientales y feministas han sido la base de relacionarse entre estos dos grupos. Incluso más cuando candidatos socialdemócratas en Estados Unidos adquieren mayor poder en el partido Demócrata.
Pero no fue hasta que llegó Donald Trump al poder en que las alianzas se han definido de una forma más clara. Trump era un negacionista del cambio climático, un enemigo de la migración latina y un claro enemigo de políticas socialistas en Latinoamérica. Esto ha hecho entender que gobiernos como Gabriel Boric o Gustavo Petro, encuentren en Joe Biden, una cercanía mínima que les permite poner a un lado la animadversión del pasado y encontrar campo intermedio en el que pueden cooperar.
La relación con Venezuela
Uno de los campos evidentes de esta relación dual entre Colombia y Estados Unidos es sobre Venezuela. Desde la Campaña presidencial, Gustavo Petro prometió un restablecimiento de relaciones bilaterales entre los países sudamericanos. Tan pronto como llegó a la Casa de Nariño, Petro ha cumplido su promesa y parece que será uno de los importantes aliados de Nicolás Maduro.
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Pese a que esta acción parece ir en contra de la política internacional que comandó Estados Unidos, hoy es todo lo contrario. La flexibilidad de la presión sobre el régimen de Maduro se ha planeado desde el norte, no es algo exclusivo de Colombia. Incluso, hace pocos días, el embajador colombiano en Caracas, Armando Benedetti, confirmó que “lo que se ha hecho en Venezuela se ha consultado con Estados Unidos”. Esto demuestra que Gustavo Petro tiene claras intenciones de cooperar con Biden y entiende que el pragmatismo (muy propio de Andrés Manuel López Obrador en México).
El papel de Colombia en materia internacional
Lo que más ha sorprendido a muchos es la postura que la Colombia de Petro ha tenido en materia internacional. Por un lado, tan pronto se posesionó Bogotá sorprendió reconociendo el Sahara Occidental como un país independiente. Este fue una postura innovadora para el papel que ha mantenido Colombia en materia del sistema internacional.
Sin embargo, también fue inesperada la abstención de Colombia en la votación de la Asamblea General de la ONU que pretende pedir a la Corte Internacional que emita un dictamen consultivo sobre la ocupación israelí en Palestina. Dentro del Gobierno de Petro, varios funcionarios han manifestado su apoyo a la causa palestina, es por esto que el voto de abstención se puede entender como una forma de mantener buenas relaciones entre Colombia, Washington o el mismo Israel, importantes aliados históricos de Colombia y a los cuales Petro, al parecer, pretenden mantener.