¿Es el éxito de Marruecos una muestra del futuro del fútbol africano?
Luego de ver un equipo africano peleando por llegar a la final de un mundial, ¿será posible que se repita la hazaña de Marruecos?
Foto: TW-EnMaroc
LatinAmerican Post | Santiago Gómez Hernández
Escucha este artículo
Read in english: Is Morocco’s Success a Sign of the Future of African Soccer?
La selección de Marruecos es la gran sorpresa del Mundial de Catar. El desempeño del país árabe, llegando a jugar la semifinal y disputar el paso a una final de la copa del mundo con el reinante campeón, ha dejado una grata impresión en los aficionados al fútbol.
Su camino no fue sencillo. Por el contrario, superó a varios países que, sobre el papel, parecían mucho más poderosos. En el torneo eliminó a la España de Pedri; al Portugal, de Cristiano Ronaldo y Bernardo Silva; a la Bélgica, de Kevin De Bruyne; y a la Canadá, de Alphonso Davies; y empató con la subcampeona del 2018, Croacia, con Luka Modric. Definitivamente, una selección que llegó a la semifinal con mérito propio.
Lee también: El fracaso de la Concacaf en el Mundial de Catar 2022
No fue sino cuando debió enfrentar a la mega favorita y campeona reinante, Francia, para resignar su sueño de título. Sin embargo, el partido demostró que Marruecos jugó con un gran nivel y coraje, que preocupó a los franceses.
Ahora, la actuación de Marruecos no solo es histórica por ser la primera vez en que este país llega hasta el sexto partido, sino que es la primera vez en la historia en que una selección árabe o africana lo logra. Entonces, ¿podríamos estar presenciando el renacer de la Confederación Africana de Fútbol?
La respuesta no es tan sencilla, ya que África es un continente enorme, con decenas de países, y cada uno con su respectiva selección. Muchos saben que el fútbol jugado por una selección del norte de África dista mucho en técnica, forma y biotipo de los jugadores del sur. Pero, es necesario analizar diferentes elementos que pueden sugerir si será cotidiano ver equipos de África en instancias definitivas de los mundiales, e incluso, ver un campeón, o si solo fue un caso asilado.
Fenómeno de la migración
Para entender el éxito de Marruecos es importante ver la importancia que tuvo la migración marroquí en Europa. La selección del estrecho de Gibraltar fue el conjunto con mayor número de seleccionados que nacieron fuera del país. Si es verdad que todos tenían ascendencia marroquí, y por ende podían jugar fácilmente para su seleccionado, no deja de ser llamativo que 14 de los 26 convocados no nacieron en territorio nacional.
No solo eso, sus mayores estrellas nacieron en otro país: Younes Bono (portero del Sevilla, nacido en Canadá), Achraf Hakimi (lateral del PSG, nacido en España ), Sofyan Amrabat (defensa de la Fiorentina, oriundo de Países Bajos) y Hakim Ziyech (delantero del Chelsea, nacido también en Países Bajos).
Entonces, a pesar de que todos estos jugadores representan el fútbol marroquí, muy pocos son aquellos los que se formaron y fueron potenciados en Marruecos. Varios de estos se formaron en la infraestructura europea y hoy se benefician de tener un mismo pasaporte marroquí para juntar una selección altamente competitiva. Ahora, si esta es la estrategia a largo plazo, será muy difícil de replicar para otros equipos.
Este es el caso opuesto de la selección francesa, duramente criticada por contar con una gran cantidad de jugadores de ascendencia inmigrante o nacidos fuera del país, y, por eso, de “robarse el talento de otros países”. A pesar de tener 3 jugadores no nacidos en Europa, todos (o por lo menos la mayoría) fueron formados por la infraestructura francesa, lo que demuestra que cada día salgan más y más figuras para la selección gala.
Pero el caso de Marruecos no es único en África. Los países africanos que participaron en el mundial contaron con la mayor cantidad de extranjeros que otros continentes. Túnez y Senegal inscribieron a 12 “extranjeros”, mientras que Camerún jugó con 9 y Ghana con 8. Varios de estos nacieron en Europa, lo que demuestra la estrategia que están implementando varios países africanos: repatriar a hijos o nietos de su país, para fortalecer sus equipos.
Estrellas autóctonas
Pero también es cierto que hoy África cuenta con estrellas del fútbol mundial. Figuras como Sadio Mané, Mohammed Salah, Naby Keita (Guinea) o Wilfred Ndidi (entre otros) deslumbran en Europa. El talento nunca ha faltado y figuras como Samuel Eto’o, Didier Drogba, Yaya Touré, Roger Mila, George Weah, entro otros varios, son la muestra.
Sin embargo, es verdad que hoy varios otros que representan a los países en África no nacieron en el continente. A los marroquíes previamente mencionados, se suman Riyad Mahrez (Argelia), Pierre Aubameyang (Gabón), Kalidou Koulibaly (Senegal), Eric Maxim Choupo-Moting (Camerún) o Joel Matip (Camerún). Son ejemplos de que las selecciones africanas hoy necesitan de una gran cantidad de nacionalizados.
Cercanía geográfica
Tampoco se puede ignorar que Catar 2022 es el primer mundial disputado en el mundo árabe. Esto ha permitido que Marruecos juegue prácticamente de local, con un público a favor y con condiciones geográficas, culturales y políticas similares. A pesar de que no hay estadísticas que puedan corroborar este punto, los ejemplos del hoy y del pasado pueden soportar esta tesis. El mundial de Brasil 2014 fue particularmente exitoso para las selecciones latinoamericanas. O el mundial de Rusia 2018 para los equipos europeos. Los últimos eventos de la FIFA han tenido la particularidad de beneficiar a la zona.
Adicionalmente, no fue sino hasta 2014 que una selección europea ganó en territorio americano. Nunca antes un equipo de Europa había conseguido el título en este hemisferio, ni en México, ni en Estados Unidos, ni en Uruguay, ni en Chile, ni en Argentina, ni en Brasil (hasta el último evento).
Infraestructura y proyectos
Por otro lado, desde hace varios años, en el mundo del fútbol se viene debatiendo sobre la relevancia que tiene la infraestructura al momento de explicar el éxito deportivo. Campos de entrenamiento, estadios con canchas en óptimo estado, alimentación y viajes para competir son los pilares que ha dejado la hegemonía europea en el fútbol.
África siempre ha tenido talento, los torneos juveniles de la FIFA lo han demostrado. Las selecciones africanas siempre compiten de igual con las europeas o las sudamericanas, pero luego parecen no poder replicarlo en el mundial de mayores. Esto demuestra la falta de infraestructura, estadios, canchas, nutricionistas, psicólogos, entrenadores e inversión que hace falta en África (y en otras regiones del mundo).
Esto deja en evidencia que a pesar de que hoy Marruecos disputará contra Croacia el tercer puesto del mundial, y que hoy el fútbol africano está en el panorama mundial, este puede ser solo un éxito efímero. Para poder ver más equipos africanos disputando títulos mundiales no solo basta con nacionalizar a los hijos o nietos de emigrantes, sino formar mejor a las bases y moldear el gran talento que nace en el continente.