Lo que dejó el 2022: Estos son los 10 libros latinoamericanos del año

La literatura latinoamericana siempre ha tenido un lugar especial en la cultura global, y este año no se quedó atrás. A continuación te presentamos 10 libros escritos por autores latinoamericanos que no puedes no leer en el 2023.

“Ustedes brillan en lo oscuro” de Liliana Colanazi (Bolivia)

Liliana Colanazi tiene un recorrido amplio en la literatura, es, quizás, la autora boliviana contemporánea más reconocida actualmente. Con su libro de cuentos “Ustedes brillan en lo oscuro", fue ganadora del VII Premio Ribera del Duero. 

En este, Colanazi explora la narración del tiempo de manera magistral, todo a partir del accidente radiológico de Goiânia en 1987, que se conecta con un fenómeno en una central nuclear andina y en un pueblo de la Amazonía brasileña. Una de las características más destacables de este libro reside en la narración de la autora, que logra profundizar en lo sensorial. 

“Donde no hago pie” de Belen López Peiró (Argentina)

“Donde no hago pie” de la autora argentina Belén López Peiró, es una crónica que profundiza en los hechos narrados en su libro de 2018 “Por qué volvías cada verano”, el cual habla sobre el abuso sexual del cual fue víctima en su infancia. 

En este texto, López Peiró nos lleva por el difícil camino que tienen que transitar las víctimas de abuso sexual, en el que son constantemente revictimizadas, en donde sus voces se silencian y donde incluso la palabra “familia” pierde todo sentido. La obra ha sido aclamada por la capacidad que tiene de describir tan asertivamente una injusticia a la que deben enfrentarse millones de mujeres todos los días.  

“El tercer paraíso” de Cristián Alarcón Casanova (Chile)

La ópera prima del autor chileno Cristián Alarcón Casanova fue la ganadora del importante Premio Alfaguara de Novela 2022. Su libro alaba el paisaje natural del Cono Sur a partir de un protagonista que rememora toda una historia familiar y explora las conexiones humanas como parte del todo. 

Alarcón Casanova nos narra la llegada de un hombre a Buenos Aires a inicios del 2020, poco antes de que inicie el confinamiento por la pandemia. El protagonista cultiva un jardín mientras hace frente a su nueva realidad y conoce, a través de su amor por la naturaleza, el pensamiento científico. El narrador juega con hilos narrativos, niveles de ficción y géneros literarios para crear ese jardín/paraíso que es esta novela. 

“Redonda y Radical” de Tatiana de la tierra (Colombia)

En esta antología poética, la casa editorial Sincronía recoge la obra de la ya fallecida Tatiana de la tierra, poeta colombiana radicada en Estados Unidos que se atrevió a originar toda una poética del lesbianismo feminista en su expresión más corporal y radical. Acá no vemos lesbianas escondidas y que encarnan a la mujer bella y perfecta, sino que vemos los cuerpos desnudos, gordos, peludos y su fuerza y hermosura digna de admirar.

Este libro rescata la obra de una poeta subvalorada que ha recorrido los círculos lésbicos universitarios para que su nombre se haga más grande y su memoria permanezca viva. 

“Todas las bicicletas que tuve” de Powerpaola (Ecuador)

La nueva novela gráfica de la ecuatoriana Powerpaola se sirve de la bicicleta como medio de transporte siempre oportuno para recorrer distintos capítulos de su vida e hilar los hechos. 

En esta publicación, que alude a la nostalgia, la artista visual y autora, vuelve a narrarse a sí misma y explora a sus bicicletas como una extensión de su propio ser, eso que está en todos los momentos, en todos los lugares, y que la deja recorrer las calles de las ciudades de las cuales es migrante. 

Lee también: Reseña de "The White Lotus": la comedia del privilegio

“Huaco retrato” de Gabriela Wiener (Perú)

Con este, su primer libro de ficción, la periodista Gabriela Weiner deconstruye y vuelve a construir los ecos de la conquista y la colonia. Esta obra de poscolonialismo utiliza un huaco retrato, que es una pieza de cerámica prehispánica que representaba rostros indígenas, como fuente para explorar su historia, la de su familia y las de sus antepasados y, en ese orden de ideas, para poner sobre la mesa, la misma historia latinoamericana. 

Con esta obra, Weiner invita al lector a conocer su propia historia, analizarla y cuestionarla. 

“Sembré nísperos en la tumba de mi padre” de Johana Barraza Tafur (Colombia)

Himpar editores publicó este año el libro de poesía de Johana Barraza Tafur en el que le escribe a su ya fallecido padre y a ese Caribe que ha dejado atrás, Barraza Tafur es de Barranquilla, pero vive en Buenos Aires. Acá, la poeta hace uso de la nostalgia del lugar en el que se crece para poner de primer plano el dolor que deja la guerra que se lleva consigo a quienes más se ama. 

“Soy una tonta por quererte” de Camila Sosa Villada (Argentina)

Camila Sosa Villada ha demostrado en los últimos años que es una de las mejores y más importantes autoras de la actualidad. Su obra es tan variada como sus oficios, ha sido vendedora ambulante, prostituta, actriz, cantante y ahora es una escritora que vende miles de ejemplares anualmente. 

Con este libro, Sosa Villada vuelve a demostrar su versatilidad con 9 relatos protagonizados por personajes que en la cotidianidad son marginales y extravagantes, pero que en el universo literario de Sosa Villada son el pan de cada día. 

“El Tlacuache” de Emmanuel Peña (México)
Esta novela gráfica, ganadora del I Premio Aristas de Novela Gráfica, juega con los planos visuales para destacar a un protagonista que no pertenece a su contexto y que lucha por hacer frente a la precariedad laboral. 

Esta es la historia de un actor que, ante las necesidades de la vida, se vuelve vendedor de seguros y para triunfar en su nuevo trabajo utiliza sus dotes actorales. Al principio todo parece que funciona a la perfección, pero poco a poco los problemas vienen. 

“Austral” de Carlos Fonseca (Costa Rica)

Esta novela se compone por cuatro historias que parecen ser ajenas, pero que están entrelazadas en su propia composición. Una autora con afasia que lucha por terminar su libro; un último hablante indígena que ve su cultura desvanecerse; un sobreviviente del genocidio guatemalteco que recuerda para superar los traumas de la guerra y un narrador que recoge una a una las historias. 

Fonseca muestra en esta novela sus preocupaciones, como la pérdida cultural, la globalización y la crisis medioambiental.