“Avatar: El Camino Del Agua”: La Propuesta Tecnológica Más Innovadora Del 2022

Con casi 3 mil millones de dólares recaudados en todo el mundo, “Avatar” hoy se jacta de ser la película más taquillera de la historia del cine. Ahora, 13 años después de aquel éxito, “Avatar: El Camino del Agua” aparece en la pantalla grande con un propósito: igualar y superar a su antecesor. Para ello, presentan una historia igualmente mágica y una propuesta tecnológica innovadora que cautivará a los espectadores.

Cabe recordar que, para un sector de la crítica, la película de 2009 no quedó del todo entusiasmada con su narrativa. Sin embargo, la belleza natural detrás de ese proyecto radica en los revolucionarios efectos especiales que lo convirtieron en una experiencia verdaderamente inmersiva. Y es que esta fusión entre imágenes fotográficas e imágenes sintéticas marcó el camino histórico por el que transita el mundo que rodea a “Avatar”.

Ahora bien, ¿de qué se trata “El Camino del Agua”? Como indica el título, en esta ocasión veremos la expansión de los límites de Pandora, más precisamente, de sus mares y océanos. Aquí, también seremos testigos de una trama familiar protagonizada nuevamente por Jake y Neytiri, quienes junto a sus hijos explorarán otras regiones del planeta mientras huyen de los problemas que traerá nuevamente el ser humano.

El tiempo que le llevó al director James Cameron y su equipo hacer la película valió la pena, ya que nos presentaron una nueva y revolucionaria forma de fotografiar bajo el agua con sus efectos digitales. En cuanto al reparto, Sam Worthington, Zoe Saldaña, Stephen Lang y Sigourney Weaver vuelven a liderar esta segunda entrega, mientras que las nuevas adquisiciones están a cargo de Kate Winslet, David Thewlis y Jamie Flatters.

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Una joya visual del cine

Si algo hay que tener claro de “Avatar: El Camino del Agua” es que es una obra que destaca por los impresionantes detalles que inundan la pantalla. Quienes ya saben de qué trata esta historia entienden que visualmente será una aventura inolvidable ya que la elaboración del mundo de Pandora es excepcional en todos los sentidos. Todo parece y se siente natural, ya sean los gestos de los personajes o la aparición de diferentes especies de peces en los mares.

Esta vez, la trama no se centra exclusivamente en Jake y Neytiri. Ambos son ahora padres de tres hijos, una niña Na’vi y un adolescente humano nacido en la base de Pandora que adoptaron, quienes tendrán gran parte del peso de la trama de la película. Los personajes son arquetipos claros y no tienen un desarrollo novedoso, pero eso no es excusa para no encariñarse con sus vivencias y ocurrencias. Cabe mencionar que Jake y Neytiri ahora son parte del legado y solo aparecen en momentos decisivos.

Uno de los puntos más destacables de la película es la facilidad para ampliar el mundo de Pandora ya que está construido sobre las sólidas bases de la primera entrega. Aquí, de la mano de los protagonistas, exploramos y descubrimos lugares exóticos que forman parte de un ecosistema más profundo de lo que pensábamos. Además, nos presentan a los clanes acuáticos de los Na’vi, una raza diferente con fisonomías que se adaptan a la vida acuática y que, según los productores, están inspiradas en los pueblos polinesios.

Al mismo tiempo, no se debe descuidar una de las principales razones por las que “Avatar: El Camino del Agua” tardó tanto en estrenarse: sus efectos visuales. El compromiso, cuidado y dedicación en cada escenario y encuadre es evidente, y así como ocurrió con los bosques y selvas de la película de 2009, también ocurre en los océanos y mares de esta película. Podríamos enumerar todos los detalles capaces de impresionar a los espectadores, como las estructuras biológicas y los movimientos realistas de las nuevas criaturas. Aún así, es una de las mejores representaciones cinematográficas del mundo submarino.

Asimismo, otro punto a destacar son los guiños de James Cameron hacia sí mismo. Eventualmente, la trama seguirá hacia una batalla final épica entre los Na’vi y los humanos colonizadores, donde veremos elementos icónicos de la filmografía del director. Y es que encontraremos momentos feroces como los que se presenciaron al final de “Terminator 2”, así como una ligera reacción de miedo ante la inmensidad del mar como en “Titanic”, todo ello unido para recrear una euforia única con nuevas tecnologías.

Sin embargo, si hay algo que podría hacer de “Avatar: El Camino del Agua” una película poco atractiva es su guión. Como su predecesora, ésta también apuesta por una fórmula estándar y poco innovadora, con la que prefiere evitar experimentar para tener una acogida masiva en las salas. Además, aunque podría pecar del lado del melodrama, Cameron consigue equilibrar la balanza con su manejo argumental y su magnífico apartado tecnológico.

En definitiva, la segunda entrega de “Avatar” es una recomendación obligada para cerrar en 2022 y comenzar en 2023. Lo más peculiar es el extenso y aún poco explorado ecosistema, cuyas bellezas permanecen en las misteriosas profundidades. Más que una película, esta es una experiencia cinematográfica que debe apreciarse de principio a fin. Todo está listo para disfrutar de nuevas aventuras en Pandora para la tercera parte.