El futuro de la oposición venezolana en 2023 sin Juan Guaidó

Si hay un presidente latinoamericano que haya experimentado un alivio para su gobierno evidente es Nicolás Maduro. De pasar de tener a casi toda la comunidad internacional en contra, a ser un paria en el sistema internacional, con una crisis económica, social y política que llevaba al extremo a su gobierno, a hoy tener un futuro mucho más alentador.

Pero, luego de tener a Maduro contra la espada y la pared, la mesa cambió y hoy el mandatario socialista tiene hoy el sartén por el mango. Aun así, mientras Maduro recupera el poder, la oposición parece perderlo. Hoy la balanza se inclina al oficialismo.

Con elecciones primarias fijadas para el 2023 (pero sin fecha definida), desde ahora la oposición venezolana empieza a analizar el panorama y tomar decisiones que puedan recuperar el poder perdido y soñar con un cambio democrático en el país. El ganador de estas primarias, tendrá la oportunidad de recoger todos los votos opositores para competir contra Nicolás Maduro. 

Sin Juan Guaidó a la cabeza

La figura más importante de la oposición venezolana en los últimos años, había sido Juan Guaidó. Quién en su momento fuese electo presidente de la Asamblea Nacional controlada por la oposición y que por ende fuese elegido como presidente interino de Venezuela, hoy no parece ser el llamado a liderar en las próximas elecciones.

Con 72 votos a favor, 29 en contra y 8 abstenciones, los diputados electos ya en 2015, dieron fin a la Presidencia Interina de Guaidó. Lo que deja al que fuera la figura de la oposición en el exterior y, además, reconocido como presidente legítimo de Venezuela en varios países de occidente.

Uno de los motivos de esta decisión fue debido a los escándalos de corrupción y de burocratización que sufrió esta figura. Pero también por la pérdida de su influencia, al haber perdido la gran mayoría de apoyos y reconocimientos internacionales. Igualmente, demuestra la intención de la oposición de encontrar una nueva estrategia para hacerle frente a un chavismo que se ha atornillado en el poder y que maneja el sistema electoral, judicial y legislativo por décadas.

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A esto se le suma también el poco apoyo que ha tenido el Gobierno Interino en los venezolanos de a pie. Cada día la población ve con poca esperanza un cambio político. No solo por causa del Gobierno, sino por la respuesta o estrategia de la oposición. Es por esto mismo que el cambio de Guaidó, intenta plantear mejores estrategias que puedan lograr mejores condiciones.

Sin embargo, este cambio de estrategia deja dos cosas claras. Primero, que la propuesta de no reconocer a Maduro como presidente y apostarle a Juan Guaidó fue un fracaso. No logró sus cometidos y hoy se da un paso al costado con la figura más relevante internacionalmente de la oposición en los últimos años. Segundo, que volver a participar en las elecciones organizadas por el gobierno parece ser el camino que tomarán. Un camino que hoy tiene absoluto control Maduro y que, incluso, ha logrado sobrepasar los peores momentos de crisis, por lo que será aún más difícil de vencer electoralmente.

No obstante, dependiendo de cómo deciden tomar las cartas la oposición, de enero 2023 a las elecciones presidenciales de 2024 (según fecha constitucional), a menos de que el oficialismo planee adelantarlas, lo que puede jugar en contra de una oposición que está en reconstrucción, con caras nuevas e intentado restablecer su conexión con los votantes.

En busca de un nuevo liderazgo

Con Guaidó fuera de la presidencia interina, el liderato de la oposición vuelve a quedar vacante. Adicionalmente, con las elecciones primarias a la vista, será el momento oportuno para la elección de la nueva cabeza visible. Entre los posibles precandidatos están los ya conocidos Henrique Capriles, Manuel Rosales, María Corina Machado o, incluso, la posibilidad de Guaidó de renovar sus apoyos con una victoria electoral.

Diálogos en México

La única forma que tiene la oposición para confiar en unas elecciones justas y libres que les permitan competir contra el oficialismo, son los acuerdos en los diálogos en México. Desde hace varios meses, el Gobierno y la oposición intentan lograr un pacto que genere un contexto de confianza para que las próximas elecciones cuenten con la participación de todos los movimientos políticos y así recuperar por completo el reconocimiento democrático de Venezuela. Por un lado, Maduro insiste en pedir que se levanten las sanciones económicas contra su Gobierno antes de conceder puntos claves, y por el otro, la oposición pide primero se deben desarrollar elecciones confiables, ya que su única garantía son las sanciones.