¿Qué sucede con el contrabando de madera en los países amazónicos?
El contrabando de madera o comercio de madera ilegal, constituye una de las mayores causas de deforestación en los países que tienen parte de la Amazonía. En este artículo abordamos este fenómeno y sus proyecciones.
Foto: Reuters
LatinAmerican Post | María Fernanda Ramírez Ramos
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Read in english: What Happens With the Smuggling of Wood in the Amazon Countries?
En América Latina y el Caribe se encuentra alrededor de la mitad de la biodiversidad del planeta. Por esta razón, sus abundantes bosques han sido un foco proveedor de madera, tanto legal como ilegal, para el mundo. El contrabando de madera es una amenaza para la Amazonía porque está impulsando su acelerada deforestación. El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) señala que el negocio de la madera ilegal representa entre 50 y 160 billones de dólares al año.
9 países amazónicos: ninguno se salva del contrabando de madera
Cuando se piensa en la Amazonía, se le suele relacionar con Brasil, Colombia o Perú. Sin embargo, este enorme pulmón del mundo, de aproximadamente 7 millones de kilómetros cuadrados, hace parte de 9 países diferentes. Una de las investigaciones más profundas que se han hecho en los últimos años sobre el comercio de madera ilegal en la región la realizó la Organización Internacional de Policía Criminal INTERPOL. Esta organización señala que "los delitos contra el medio ambiente son la tercera forma de delincuencia organizada transnacional más frecuente del mundo".
Con el apoyo de otros organismos locales e internacionales, la INTERPOL ejecutó en el 2022 una operación policial para detectar las redes delictivas relacionadas con los delitos forestales. "La información recabada durante la operación Arcadia LAC muestra que la tala ilegal se está produciendo a un ritmo alarmante en algunas de las reservas de biodiversidad más valiosas del mundo", declaró Ilana de Wild, que dirige la Dirección de INTERPOL de Delincuencia Organizada y Nuevas Tendencias Delictivas, en un comunicado de la institución. Una de sus conclusiones es que las redes no son nacionales, sino que diferentes actores están interconectados.
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Al respecto, el informe de Amazonía Viva 2022 señala que: "En Brasil, la tala ilegal en Amazonía suministra más madera al mercado que la legal; el 47 por ciento de la madera que se vende en Colombia es ilegal y parte de ella proviene de los bosques amazónicos en Perú, se legaliza en Colombia y se vende en Brasil".
Asimismo, respecto a Ecuador, este informe indica que entre 2019 y 2020, las exportaciones de balsa se duplicaron, llegando a alcanzar un valor de 550 millones de dólares. Sin embargo, esto hizo que se amenazaran zonas protegidas y disminuyera la disponibilidad de balsa en un 75% dentro de la Amazonía ecuatoriana. Este país tiene el 95% de las exportaciones de balsa en el mundo. Sin embargo, la WWF también encontró que estas ganancias no tiene un impacto en la economía local y el mejoramiento de la calidad de vida de quienes viven en las zonas explotadas, especialmente indígenas. En Perú, el Organismo de Supervisión Forestal (OSINFOR) encontró que en 2018 se extrajeron alrededor de 4000 metros cúbicos de shihuahuaco de forma ilegal. Se trata de un tipo de madera que es muy comprada en China para la fabricación de pisos.
Por otra parte, utilizan técnicas que hacen que sea difícil rastrear a quienes cometen estos crímenes. “Por ejemplo, en muchos territorios los actores ilegales lo que hacen es blanquear la madera, es decir, utilizan permisos legales para aprovechar y transportar maderas de especies extraídas de áreas sin permisos” explicó Johana Herrera, oficial de Bosques de WWF Colombia, en un comunicado de dicha organización.
¿Qué se debe hacer para regular el comercio de madera?
Es cierto que la madera es un recurso renovable. Sin embargo, si hay una sobreexplotación o malas prácticas con los suelos, se hace una afectación irreparable a los ecosistemas. Por tal razón, deben existir normativas estrictas que aseguren que el mercado de la madera seas sostenible. Esto implica que solo se puedan explotar ciertas especies en áreas determinadas y bajo ciclos específicos.
El informe de Amazonía Viva 2022 de la WWF señala que es urgente que se creen acciones conjuntas entre los gobiernos de la región para atender el contrabando de madera, pues tiene un carácter transfronterizo. "Entre las principales acciones para enfrentar esta amenaza está el fomento de un mercado legal de madera a través de la implementación de tecnologías de trazabilidad de madera y de esquemas de certificación como FSC. El comercio de madera bien conducido tiene el potencial de conservar los bosques y, a la vez, proveer de medios de vida sostenibles a las poblaciones locales".
Pese a que el contrabando de madera es un negocio que ha alcanzado niveles preocupantes, también existen buenas prácticas e iniciativas que pretenden regular el comercio de madera y frenar la tala ilegal. De hecho, los ojos del mundo están puestos sobre Brasil hoy, pues se espera que el nuevo presidente, Lula da Silva, y su ministra Marina Silva, implementen planes ágiles y efectivos para frenar la deforestación.
Por su parte, Colombia cuenta con el Pacto Intersectorial por la Madera Legal en Colombia, que cuenta con un catálogo de empresas madereras responsables. Además, se están haciendo proyectos con inteligencia artificial para hacer un monitoreo de la madera con un programa llamado XyloTron, de acuerdo con información de WWF.
La responsabilidad del comprador
Si el negocio de la madera ilegal prospera es porque hay una demanda. Sin embargo, ante la inminente crisis climática y ambiental de la humanidad, es una responsabilidad colectiva proteger los bosques. En este sentido, el trabajo de protección frente a la deforestación también implica que los países compradores de madera proveniente de Latinoamérica tengan regulaciones estrictas sobre qué tipo de madera compran.
Al respecto, la Unión Europea acordó en diciembre de 2022 crear una nueva regulación para endurecer los controles y normativas respecto a siete productos que se considera que han contribuido a la deforestación. En esta, se incluye el aceite de palma, el cacao, la soja, el café y el ganado, como comestibles, y la madera y el caucho, en productos industriales. Asimismo, incluye a los derivados que salgan de estos productos.