Vivir con SIDA: más allá de los mitos
Pese a los avances en el tratamiento del SIDA y en el conocimiento del virus del VIH, aún existen muchos prejuicios y estigmas hacia las personas con VIH positivo. Una vida plena es posible y para ello es urgente frenar el desconocimiento y los mitos.
Foto: Pexels
LatinAmerican Post | María Fernanda Ramírez Ramos
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Temor al qué dirán y a la estigmatización; miedo a vivir con VIH y desesperanza son factores comunes que relatan las personas que dan sus testimonios acerca de vivir con SIDA. Y es una reacción normal, pues aún hay muchos mitos y falsas creencias sobre el Síndrome de la Inmunodeficiencia Adquirida SIDA. Este síndrome es causado por el virus del VIH (virus de la inmunodeficiencia humana). Ataca las defensas y debilita el sistema inmunitario, por lo que aumenta el riesgo de contraer infecciones, cáncer y otras enfermedades. La fase más avanzada de este virus es el SIDA, pero este puede tardar de 2 a 15 años en manifestarse tras el contagio con el virus, de acuerdo a información de la OMS.
El VIH / SIDA en América Latina
Según información de ONU SIDA, en los últimos años se ha presentado una "ralentización en el ritmo al cual se van reduciendo las nuevas infecciones por el VIH, se va aumentando el acceso al tratamiento y se va terminando con las muertes relacionadas con el sida". Los últimos datos de esta organización, señalan que en el 2021: 1,5 millones de personas contrajeron el VIH, 38,4 millones estaban viviendo con VIH y 650 mil personas fallecieron por enfermedades relacionadas con el SIDA.
"El 23% de las personas con VIH en América Latina y el Caribe desconocen su infección, y aproximadamente un tercio se diagnostica tarde, con inmunodeficiencia avanzada", indican los datos de la OPS. Los estereotipos y estigmas relacionados con el VIH tienen influencia en esta situación de diagnósticos tardíos. Se percibe este virus como algo lejano o "que solo sucede a las personas gays". Sin embargo, son afirmaciones alejadas de la realidad y un tamizaje temprano es fundamental: puede salvar vidas.
Una de las principales líneas estratégicas de ONU SIDA y de las organizaciones activistas, es que se elimine la legislación discriminatoria, como la que prohíbe las relaciones entre personas del mismo sexo, criminaliza el trabajo sexual o deporta a personas extranjeras con estado serológico positivo, así como las normativas duras contra la posesión de drogas. Una de las luchas más recientes en este aspecto la ha dado la Alianza para la Diversidad y la Igualdad del Caribe Oriental (ECADE), que logró que a finales del 2022 se derogaran en Barbados las leyes que criminalizaban las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo.
Por otra parte, el 1 de marzo se celebra el Día de la Cero Discriminación en todo el mundo para generar conciencia sobre las leyes discriminatorias que afectan, entre otras cosas, la detección temprana del VIH y la lucha contra el SIDA.
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¿Cómo se contrae el SIDA?
El VIH se puede contraer mediante el contacto con ciertos fluidos corporales, especialmente a través de las relaciones sexuales. Se encuentra en la sangre, la leche materna, el semen, los fluidos vaginales y la sangre. También lo puede transmitir una madre embarazada al bebé. Sin embargo, esto no significa que las personas con VIH no puedan ser madres o padres, o que necesariamente el bebé nacerá con el virus. Si una persona con VIH lleva a cabo un tratamiento adecuado y sigue ciertos cuidados especiales, el embarazo se desarrollará con total normalidad.
Por otra parte, se puede prevenir el contagio con medidas como el uso del preservativo en las relaciones sexuales, el evitar compartir agujas en el caso de los consumidores de droga y con las medidas de seguridad del personal sanitario, para no pincharse con un instrumento con sangre de una persona portadora del virus. Es preciso aclarar que no es posible contraerlo en las actividades diarias con las personas portadoras de VIH. Es decir, no hay riesgo al comer, compartir espacios, besarse o abrazarse.
De hecho, si una persona lleva su tratamiento médico, puede tener el virus, pero no ser transmisora, incluso en las relaciones sexuales. Para esto, existen diferentes medicamentos que mantienen la carga viral muy baja y permiten que las personas tengan una vida en bienestar. Los esfuerzos científicos también están enfocados en desarrollar una cura definitiva o una vacuna. Sin embargo, aún no se ha conseguido esto, pese a las múltiples pruebas.
Mitos que discriman a las personas con VIH o SIDA
Por décadas, las personas con VIH positivo han sufrido una serie de violencias institucionales y culturales que han resultado en violaciones a sus derechos. La estigmatización ha permeado los ambientes laborales, educativos y sanitarios. No obstante, afortunadamente, cada vez hay más conciencia de esto y existen organizaciones y activistas que se encargan de denunciar las situaciones de maltrato. Para remediar este tipo de situaciones es necesario que se establezcan garantías que les permitan a las personas ejercer sus derechos y vivir con plenitud. Un primer paso es la necesidad de contar con información clara, veraz y útil sobre el SIDA, así como de los derechos de quienes lo portan.
Un aspecto fundamental es que el personal sanitario reciba formación al respecto y se luche desde los hospitales contra la discriminación. Es necesario que se pueda hablar del virus con naturalidad y que se aliente a las personas a hacerse pruebas. Romper el tabú es una forma de incentivar la prevención y no discriminar a quienes tienen VIH.
El pódcast Radio Ambulante narró la historia de una mujer en Chile que cuando quedó embarazada se enteró de que tenía VIH. Desde entonces, sufrió una serie de violencias continúas durante su embarazo. Como consecuencia, terminó siendo esterilizada sin su consentimiento. Además, nunca recibió información correcta sobre el síndrome y esto resultó en un miedo profundo, hasta por tocar a su bebé. No obstante, a través de una red de apoyo a personas con VIH, terminó denunciando a las instituciones que le provocaron ese daño, al igual que muchas mujeres que sufrieron la misma situación. Chile tuvo que reconocer su responsabilidad. El caso fue documentado por ONU SIDA, quien señaló que Chile "se ha comprometido a poner fin a la esterilización forzosa y a garantizar los derechos reproductivos como derechos humanos sin discriminación".