Bienestar

¿Cómo se mide la felicidad en el mundo y cuáles son los países más felices?

El nuevo Informe Mundial de la Felicidad presenta la lista de los países más felices del mundo y los factores claves para que la población tenga mayor bienestar y satisfacción con la vida.

Helsinki, Finlandia y personas felices

Foto: Pixabay, Freepik

LatinAmerican Post | María Fernanda Ramírez Ramos

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Read in english: How is Happiness Measured in the World, and which are the Happiest Countries?

El World Happiness Report, o Informe Mundial de la Felicidad en español, es un informe anual que se basa en el World Happiness Index y que evalúa la felicidad y el bienestar de las personas en todo el mundo. El informe es elaborado por un grupo de expertos independientes en economía, psicología, salud y política pública, y es publicado por la Red de Soluciones de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Este informe muestra la lista de los países más felices y analiza cuáles son los factores determinantes para alcanzar dicha felicidad o satisfacción con la vida en las personas.

El World Happiness Report incluye información detallada sobre las tendencias de felicidad en diferentes países, regiones y grupos demográficos, y analiza las causas y factores que influyen en la felicidad de las personas, como el nivel de ingresos, la calidad de vida, la salud, la educación, la igualdad de género, la libertad personal, la corrupción y el apoyo social.

El informe también ofrece recomendaciones para los responsables políticos y los líderes empresariales sobre cómo mejorar la felicidad y el bienestar de las personas en todo el mundo, y se ha convertido en una fuente importante de información para aquellos interesados en el desarrollo sostenible, el desarrollo humano, el bienestar social, la formulación de políticas públicas y la psicología positiva.

¿Cómo se mide la felicidad en el mundo?

Cuando pensamos en qué es la felicidad, lo más probable es que pensemos que se trata de una cuestión muy subjetiva. Es una pregunta recurrente desde la antigüedad: los seres humanos siempre hemos tratado de definir la felicidad y buscar formas de alcanzarla. Si bien es cierto que puede no existir un consenso en su definición, sí se han identificado factores que permiten que las personas tengan una vida con dignidad y bienestar, que repercute en su percepción de felicidad.

Cada vez se desarrollan más formas de medir el bienestar y la felicidad de las personas, que, entre otras cosas, evalúa la satisfacción con la vida. De hecho, el Informe Mundial de la Felicidad cumple una década de estudiar la felicidad en el mundo. Para medirla, se basa en seis factores clave, los cuales han identificado que ayudan a explicar la variación en los niveles de felicidad autoinformados en todo el mundo. Estos factores son el apoyo social, la salud, los ingresos, la libertad, la generosidad y ausencia de corrupción en el entorno, asociado a un contexto que ofrezca garantías y buena gestión.

“El movimiento de la felicidad muestra que el bienestar no es una idea 'suave' y 'vaga', sino que se enfoca en áreas de la vida de importancia crítica: condiciones materiales, riqueza mental y física, virtudes personales y buena ciudadanía. Necesitamos convertir esta sabiduría en resultados prácticos para lograr más paz, prosperidad, confianza, civismo y, sí, felicidad, en nuestras sociedades”, señaló el reconocido economista Jeffrey Sachs, autor del informe, en un comunicado de prensa.

Así, a través de la Encuesta Mundial de Gallup, se pregunta a la población sobre su percepción en diferentes áreas, sus emociones y su comportamiento. Este año, también se hizo énfasis en estudiar las zonas en guerra o conflicto como Ucrania o el Líbano. Asimismo, se analizó cómo se ha desarrollado resiliencia tras la pandemia de la COVID-19. “Por segundo año, vemos que varias formas de bondad cotidiana, como ayudar a un extraño, donar a obras de caridad y ser voluntario, están por encima de los niveles previos a la pandemia. Se ha demostrado que los actos de bondad conducen y se derivan de una mayor felicidad", indicó Lara Aknin, editora del informe y directora del Laboratorio de Ayuda y Felicidad de la Universidad Simon Fraser.

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¿Cuáles son los países más felices?

En el top 10 de los países más felices se encuentran: Finlandia, Dinamarca, Islandia, Israel, Países Bajos, Suecia, Noruega, Suiza, Luxemburgo y Nueva Zelanda, en ese orden. Después están Austria, Australia, Canadá, Irlanda y Estados Unidos.

Respecto a los países latinoamericanos están: Costa Rica en la posición 23, Uruguay 28, Chile 35, México 36, Panamá 38, Nicaragua 40, Guatemala 43, Brasil 49, El Salvador 50, Argentina 52, Honduras 53, Paraguay 66, Jamaica 68, Bolivia 69, Colombia 72, República Dominicana 73, Ecuador 74, Perú 75 y Venezuela 88, entre otros.

Los países con mayor infelicidad son Afganistán, Líbano, Sierra Leona, Zimbabue y la República Democrática del Congo.

La felicidad: una cuestión de política pública

Pese a que no se cumpla en todas las ocasiones, hay un consenso en que la democracia debería existir para promover el bien común. Así, lo más ético es que las políticas públicas estuviesen diseñadas para aumentar el bienestar en las sociedades y la felicidad de la población. Esto parte del reconocimiento de que la felicidad no es solo una cuestión individual, pues vivimos en comunidades. Por eso, es fundamental que existan políticas públicas orientadas a este fin. “Una vez aceptada la felicidad como objetivo de gobierno, esto tiene otros efectos profundos en las prácticas institucionales. La salud, especialmente la mental, adquiere aún más prioridad, al igual que la calidad del trabajo, la vida familiar y la comunidad”, señala el informe.

Por otra parte, añade que "Los hallazgos son claros. El ethos de un país es importante: ¿las personas son dignas de confianza, generosas y se apoyan mutuamente? Las instituciones también importan: ¿las personas son libres de tomar decisiones importantes en la vida? Y las condiciones materiales de vida importan, tanto los ingresos como la salud". Y, al respecto, es fundamental que también se disminuyan las "brechas de felicidad". Es decir, que la desigualdad también permea la felicidad y los países más felices también tienen menores brechas en este aspecto. Solo aliviando la miseria, es posible pensar en sociedades más felices.

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