Las visas de nómada digital están causando polémica ¿Cuál es su impacto?
Destinos como Colombia, Costa Rica o México se están convirtiendo en puntos de referencia para la vida de nómada digital. Sin embargo, también están causando inconformismo en la población y controversias entre los legisladores. Te contamos por qué.
Foto: Pixabay
LatinAmerican Post | María Fernanda Ramírez Ramos
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Un nómada digital es una persona que se dedica a viajar por diferentes destinos, generando ingresos de forma remota. Es decir, tiene un contrato que le permite trabajar desde cualquier punto de la tierra siempre y cuando tenga una conexión a internet. Asimismo, puede ser un viajero que ofrece conocimientos, servicios o genera ingresos a través de medios digitales. Se trata de un nuevo paradigma en la forma como se ha concebido la vida laboral y personal, pues al ser “nómadas” buscan un movimiento constante.
Con la digitalización y el auge del trabajo remoto, cada vez más personas son, o quieren ser, nómadas digitales. Por esta razón, diversos países están ofreciendo visas para este tipo de viajeros/trabajadores para facilitarles estadías dentro de sus fronteras. Los requisitos varían en función del país, pero algo común suele ser la exigencia de cierta cantidad de ingresos para poder optar por este permiso de residencia. Estos tienden a ser mucho más altos que el salario mínimo del país en cuestión y, en algunas ocasiones, les ofrecen beneficios tributarios.
¿Qué países de Latinoamérica ofrecen la visa de nómada digital?
De acuerdo con el portal Planet Nomad, 40 países alrededor del mundo ofrecen facilidades para los nómadas digitales. En Latinoamérica y El Caribe, Brasil, Costa Rica, Ecuador, México, Panamá, Aruba, Granada, Colombia, Santa Lucía, Dominic y Bermudas tienen este tipo de visa. Argentina y Chile, también tienen beneficios para trabajadores extranjeros que quieran vivir un tiempo en su país. El tiempo de permiso para la estancia suele estar entre 1 y 2 años, aunque algunos países tienen hasta 5.
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Polémica en Colombia
"Con una variedad de espacios de coworking y alojamientos disponibles en ciudades como Bogotá, Medellín y Cartagena, los trabajadores remotos pueden tener experiencias inolvidables mientras disfrutan de la vibrante cultura del país y los diversos paisajes. Además, con su bajo costo de vida, el país es uno de los lugares más asequibles del mundo, según el Índice de Vida Internacional 2023", señala ProColombia en redes sociales para promocionar al país como un destino de los nómadas digitales.
No obstante, no a todos los colombianos les está pareciendo una buena idea que lleguen nómadas digitales al país. Ciudadanos en Medellín se han manifestado en redes sociales y en las calles con mensajes que señalan que la llegada de turistas y nómadas digitales a la ciudad está encareciendo el costo de vida. De hecho, en estos reclamos, que se dieron mayoritariamente en el barrio de Provenza, hubo carteles que señalan al fenómeno como una nueva forma de colonialismo.
El mismo Alcalde de Medellín señaló en su cuenta de Twitter que efectivamente una de las razones por las que el costo de la vivienda aumentó en la ciudad es la presencia de nómadas digitales y turistas. Sin embargo, el asunto no es tan sencillo y el aumento de los precios tiene una variedad de razones, que no solo se puede atribuir a los nómadas. Según el diario paisa El Colombiano, 1,4 millones de turistas extranjeros visitaron el año pasado la ciudad. Y, sin duda, esto tiene un impacto. No obstante, el problema en Medellín tiene que ver con un déficit de vivienda y una falta de planeación gubernamental para regular el fenómeno. Asimismo, hay una carencia en la oferta de vivienda para los grupos sociales más vulnerabilizados. No hay que olvidar que el derecho a la vivienda es un derecho humano y no una mercancía, aunque los gobiernos suelen olvidarse de esto.
Impactos positivos y negativos de la visa de nómada digital
En las redes sociales, se encuentran comentarios sobre si rechazar las ventajas para los nómadas digitales se trata de xenofobia, es decir, de un rechazo y miedo al extranjero. Y aunque este factor puede tener algo que ver, no se puede simplificar a eso. Es un error enmarcar el tema en una guerra cultural. También es preciso señalar que no es lo mismo migrar por motivos humanitarios o en búsqueda de mejores oportunidades, teniendo una situación de vulnerabilidad, que migrar con una moneda más fuerte y condiciones favorables. Y por eso no es pertinente establecer comparaciones entre los dos casos.
En el tema particular de los nómadas digitales, más allá del debate de si son bien recibidos los extranjeros o no, es preciso establecer mecanismos que consigan que la población local no vea un detrimento en su calidad de vida en función de la llegada de personas con una capacidad económica mucho mayor. Una persona que gane en euros o dólares, y que tenga un sueldo 3, 4 o 5 veces inferior al salario promedio de un país, evidentemente puede pagar por bienes y servicios con costos mucho mayores. El problema está en que esos costos se vayan subiendo para todos, al punto en que solo puedan acceder quienes tienen salarios muy altos. Este fenómeno se conoce como gentrificación, en el cual las poblaciones locales tienen que marginarse ante su imposibilidad económica de acceder a los bienes y servicios de una zona donde habitan.
Países como Puerto Rico o ciudades como Lisboa son un ejemplo de este fenómeno llevado al extremo que hicieron que solo personas con ingresos muy altos (usualmente extranjeras) puedan vivir y tener acceso a lugares como parques, playas, restaurantes, hoteles y, por supuesto, viviendas. Por otra parte, los países incentivan la visita de nómadas digitales precisamente porque ayudan a activar la economía del país y el sector del turismo. Asimismo, muchos de ellos son influencers que promocionan los destinos y, en este sentido, claro que traen beneficios para las ciudades.
En este sentido, para superar los retos es fundamental que se apliquen medidas que, a la par que promuevan el turismo, ayuden a regular el mercado interno para que sea asequible para todos. Poner límites a los precios de las viviendas, tener regulaciones y limitaciones claras para los Airbnb, construir viviendas y dar facilidades a quienes menos ingresos tienen, brindar garantías que fortalezcan el comercio y las comunidades locales, y diseñar modelos de turismo sostenible, que genere impacto positivo a las comunidades son claves para afrontar el fenómeno.