¿Por qué nos besamos en la boca? Conoce la explicación científica

El acto de unir los labios con otra persona ha trascendido fronteras, convirtiéndose en una manifestación muy extendida, de intimidad y conexión humana. Pero, ¿por qué los seres humanos nos damos besos? ¿Cuál es el origen y el significado detrás de esta práctica tan arraigada en nuestra sociedad? Te lo explicamos en este artículo.

El beso, específicamente el de carácter romántico-sexual, en su descripción más literal, es un gesto que involucra el contacto físico de los labios y el intercambio de saliva entre dos personas. No obstante, esta descripción se queda corta para un acto que ha inspirado millones de expresiones artísticas. El beso conlleva un fuerte componente emocional y puede transmitir una amplia gama de sentimientos. Usualmente, nos besamos para expresar amor y deseo sexual, así que está relacionado tanto con la ternura como con la pasión. Asimismo, desencadena una serie de reacciones en el cuerpo que brindan sensación de bienestar. 

Te sugerimos leer: ¿Quieres ser más feliz? Eleva tu serotonina de forma natural

¿Todos los seres humanos se besan?

Aunque pensamos que los besos son una expresión universal, lo cierto es que no en todas partes son vistos de la misma forma. Si bien, en Latinoamérica y otras regiones los besos son expresiones cotidianas y públicas, hay zonas en que besarse es una práctica mal vista en público, que solo corresponde a la intimidad. Ya sea por motivos religiosos o por las costumbres sociales, en muchos países de África y Asia, los besos públicos no son bien vistos. Por esto, las series turcas no tienen besos de pasión en sus historias de amor o en mundial de Qatar había restricciones frente a las manifestaciones de afecto. Sin embargo, en las culturas occidentales también hubo un tiempo en que los besos públicos eran mal vistos y, por ejemplo, las primeras escenas de cine que los mostraban causaron revuelo. 

No obstante, que no sean públicos, no quiere decir que los besos no existan. De hecho, el origen exacto del beso es objeto de debate en la academia. Algunos sostienen que es un instinto innato presente en los seres humanos desde tiempos remotos, mientras que otros argumentan que puede ser una práctica adquirida a lo largo de la historia y la evolución social. Una investigación publicada en la Revista American Anthropologist, que analizó datos de 168 culturas de una amplia gama de ubicaciones geográficas, antecedentes históricos y estructuras sociales, encontró que solo el 46 % de las culturas investigadas tenían evidencias de practicar el beso romántico-sexual. 

Independientemente de su origen y difusión, está claro que el beso ha sido una parte integral de la vida humana durante milenios para muchas culturas. De hecho, hay múltiples evidencias de eso. Una publicación de la Revista Science sostiene que hay manuscritos de la Edad de Bronce procedentes de la India, aproximadamente del 1500 a. C., que muestran evidencia de los besos. Asimismo, existen investigaciones que muestran que el beso en los labios se documentó en la antigua Mesopotamia (actual Irak y Siria) y Egipto desde al menos el año 2500 a. C.

¿Por qué nos besamos en la boca? 

Diferentes investigadores e investigadoras, como la reconocida Helen Fisher, sostienen que besarse los labios, en primera medida, es un medio adaptativo para evaluar la salud y la compatibilidad genética de una pareja potencial. Esto se ha corroborado encontrando en nuestros parientes más cercanos los simios, como bonobos o chimpancés, la práctica de besarse por instinto para manejar sus relaciones con los otros. 

En este sentido, el beso trajo beneficios evolutivos para los seres humanos, pues mediante ese contacto, a nivel biológico se proporcionan indicios de la salud de una pareja. Asimismo, permitió tener contacto con ciertas bacterias, para desarrollar resistencia y adaptarse a ellas. Sin embargo, también hay estudios que sostienen que hicieron que se propagaran muchas infecciones y enfermedades alrededor del mundo con mayor rapidez. 

En la sociedad actual, es una práctica que pone a prueba el interés romántico y la sintonía social y sexual de otra persona. Sin duda, es una práctica culturalmente aprendida y motivada por todas las creaciones artísticas alrededor de esta. Pero, ¿por qué son tan populares los besos? La respuesta es que desencadenan una serie de reacciones corporales que nos hacen querer más y más. 

Beneficios de los besos 

Activan tus hormonas de felicidad: los besos hacen que el cerebro libere un cóctel de sustancias químicas relacionadas con el placer. Por esto te hacen sentir bien. Estas sustancias son la oxitocina, la dopamina y la serotonina, que, por una parte, generan euforia y satisfacción, pero también fomentan sentimientos de afecto y unión. Esto, al mismo tiempo, tiene un efecto en la reducción del estrés porque reduce el cortisol.

Son un regalo a tu corazón: los besos pueden hacer que los vasos sanguíneos se dilaten, aumentando el flujo sanguíneo y disminuyendo la tensión arterial. Esto también puede tener efectos en la reducción del dolor. 

Fortalecen los lazos emocionales: los besos íntimos y afectuosos ayudan a fortalecer los lazos emocionales y el vínculo entre las parejas. El contacto físico, como los besos, libera oxitocina, que promueve sentimientos de cercanía, confianza y apego.

Ayudan a quemar más calorías: besar puede ser una forma divertida y activa de quemar calorías. Un beso apasionado puede aumentar la frecuencia cardíaca y activar ciertos músculos, lo que puede dar como resultado un gasto energético similar al de hacer ejercicio ligero.