AMÉRICAS

Derecha estadounidense ataca a Target y otras compañías durante el mes del orgullo

Paradójicamente, la derecha estadounidense inició una guerra contra Target y otras compañías que apoyen a la comunidad LGBTIQ+ durante el mes del orgullo.

LatinAmerican Post | July Vanesa López Romero

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Si por algo se caracteriza la derecha estadounidense es por su defensa al libre mercado y al crecimiento económico. Resulta entonces paradójico que, en las últimas semanas, personalidades y medios como Matt Walsh y Fox News, que representan al ala derecha más conservadora del país, libren una feroz guerra contra las compañías como Target. El rechazo a estas empresas es debido a que estas mostraron su apoyo a la comunidad LGBTIQ+ durante el mes del orgullo, que se celebra en todo el mundo a lo largo del mes de junio y que, particularmente en Estados Unidos, desata polémica por la llamada guerra cultural. 

Ataques de la derecha a las compañías

En el mes de junio, cientos de empresas y marcas en todo el mundo suelen lanzar campañas en apoyo a una de las comunidades más invisibilizadas a lo largo de la historia. El mes del orgullo celebra la diversidad y conmemora la revuelta de Stonewall, en la que se protestaba en contra de las constantes redadas realizadas por la policía de Nueva York en las que se violaban derechos contra personas LGBT.

Actualmente, esta comunidad ocupa una posición que entonces no hubiese sido posible y, gracias a los esfuerzos de individuos y colectivos, se generaron políticas públicas en favor de los derechos, reconocimiento y representación de personas LGBTIQ+. Si bien los avances han sido grandes, todavía existe discriminación por parte de los sectores más conservadores de la sociedad.

En Estados Unidos, el ala derecha conservadora se mostró fuertemente en contra de la comunidad. Por ejemplo, en el último año hubo un gran esfuerzo por prohibir la presencia de Drag Queens en espacios públicos, el acceso a tratamientos médicos y hormonales para menores de edad que desean llevar a cabo una transición de género, y las discusiones sobre género en escuelas públicas.

Lee también: Republicanos vs. Drag Queens: ¿Leyes para cuidar niños o para limitar derechos?

La guerra de la derecha estadounidense en contra del fenómeno “woke”, como lo llaman con desprecio, llegó al sector privado. Empresas como la cervecera Bud Light y la cadena de almacenes Target, North Face, Kohls, y Chick-fil-A, Woolworths, entre otras, fueron el blanco de críticas por parte de los conservadores. Pero estas críticas no cuestionan con simpleza las campañas, sino que van más allá. Aseguran que estas compañías son “woke” y malvadas, y que buscan “desesperadamente” instruir a los niños en una ideología de género radical e, incluso, satánica. Su discurso también asevera que se trata de un lavado de cerebro que corromperá sus almas, los llevará a la muerte y, finalmente, significará la destrucción de la sociedad.

Por más absurdo que parezca, este discurso caló en millones de estadounidenses conservadores que replican estas palabras e ideas, lo que promueve no solo odio hacia empresas y marcas específicas, sino, sobre todo y más importante, hacia el colectivo LGBTIQ+ y las personas que lo conforman.

Pinkwashing y la respuesta de la comunidad

Ante esta situación, las empresas tienen que tomar una decisión. Por un lado, pueden pararse firmemente en su postura y seguir defendiendo sus campañas (que a fin de cuenta son mercantiles) y seguir recibiendo ataques por parte de la derecha y sus medios, o dar un paso atrás y recibir críticas por parte del colectivo.

Target, por ejemplo, hizo una movida que dio la impresión de cobardía. No se deshizo de su ropa con temática del mes del orgullo, sino que la movió a la parte trasera de sus tiendas, que es poco visible. En consecuencia, recibió críticas por parte de la comunidad LGBTIQ+ que vio el hecho como un claro ejemplo de pinkwashing.

El pinkwashing se conoce como una estrategia de mercadeo que consiste en mostrarse simpatizante con la comunidad con simples fines mercantiles. En ese orden de ideas, se critica que empresas y marcas aprovechen el mes del orgullo para realizar campañas con supuestas intenciones de apoyo, cuando realmente se busca alcanzar más público y aumentar ventas.

Esta situación deja ver, por un lado, lo poco consecuente que es la derecha estadounidense al atacar empresas cuando una de sus bases es la defensa del libre mercado y del crecimiento económico; y lo problemático que es que las empresas aprovechen este tipo de celebraciones con fines meramente financieros. El colectivo LGBTIQ+ sigue luchando porque sus derechos se garanticen dignamente y que, más allá de hacer o no campañas, las compañías velen por estos y su representación.

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