Incendios en Canadá: ¿Viene una era de fuego para el planeta?
Los incendios en Canadá llamaron la atención por la contaminación que llegó hasta Nueva York y una gran parte de Norte América. Te explicamos cuál es su relación con el cambio climático y cuáles serán sus consecuencias.
Foto: Pixabay
LatinAmerican Post | María Fernanda Ramírez Ramos
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Los incendios forestales graves que ocurrieron en Canadá en las últimas semanas llamaron la atención a nivel global. Cientos de fotos que parecen sacadas de una película de ciencia ficción fueron subidas a las redes sociales. Una gran nube de humo, que tiñó el ambiente de naranja y llenó de partículas tóxicas el aire, cubrió a Nueva York y otras ciudades, tanto en Estados Unidos como en Canadá. Con esto, los incendios en Canadá dejaron a millones de personas afectadas por la mala calidad del aire, que hizo que aumentaran los cuadros respiratorios y de asma.
Más allá de la espectacularidad, los incendios en Canadá acentúan la necesidad de reflexionar sobre cuál será el impacto de los grandes incendios, que cada vez se viven con más frecuencia, y cuál es su relación con el cambio climático. Estos incendios en el país norte americano son los peores de su historia, al menos de los registrados. Aunque es una temporada común de incendios en Canadá, los de este año tienen dimensiones enormes. De hecho, su extensión fue de aproximadamente 12 veces más grande que el promedio de los últimos 10 años. Diferentes académicos o políticos canadienses establecieron una conexión entre estos incendios y el calentamiento global. Sin embargo, otros evitaron hacerlo. Estas posiciones se deben a que existen diversos factores que influyen en la aparición de un incendio.
¿Qué tanto influye el cambio climático en la aparición de incendios?
Es cierto que existe una clara conexión entre el cambio climático y el aumento en la cantidad y gravedad de los incendios forestales en todo el mundo. El calentamiento global provoca un aumento de las temperaturas, lo que crea condiciones más propicias para la sequedad y la desecación de la vegetación, volviéndola más inflamable. Además, el cambio climático altera los patrones de precipitación, aspecto que lleva a sequías más prolongadas y escasez de humedad en el suelo, lo que facilita la propagación de los incendios.
Por otra parte, la degradación del medio ambiente, como la deforestación y la pérdida de biodiversidad, reduce la resiliencia de los ecosistemas y aumenta la vulnerabilidad frente a los incendios. Lo mismo sucede con la ganadería y los cultivos extensivos, que quitan la vegetación nativa y vuelven más vulnerables al fuego a los ecosistemas. Estos factores combinados contribuyen al aumento de la frecuencia y la intensidad de los incendios forestales en diversas regiones del mundo.
En este sentido, el desarrollo humano, el calentamiento global y las políticas forestales inadecuadas se combinan para que haya más propagación de los incendios. Es fundamental considerar una perspectiva integral para abordar y mitigar el impacto de los incendios en Canadá y en todo el mundo. Un incendio de grandes magnitudes no solo tiene un impacto en su entorno más cercano, sino en todo el mundo.
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Consecuencias de una nueva "era de fuego"
Si pensamos en los fenómenos naturales que causaron crisis recientemente, vienen a la mente los grandes incendios en Chile y la península ibérica en los últimos 12 meses. Asimismo, también se recuerdan los devastadores incendios forestales de Australia y la Amazonía. A propósito de estos fenómenos, el Washington Post señaló que "la humanidad entra en una nueva era de fuego". Así lo señaló el profesor de la Universidad de Arizona Stephen Pyne, entrevistado por este medio, quien dijo que empieza el "piroceno". Este experto señala que estos grandes incendios, como el que vive Canadá, cada vez dejan consecuencias de mayor magnitud, como aumentar el riesgo de extinción de muchas especies y causar retrocesos en la lucha contra el cambio climático. De hecho, según el medio New Scientist, los incendios recientes de Canadá sólo en mayo alcanzaron casi 55 millones de toneladas de emisiones de carbono.
Los incendios forestales representan diversos peligros para el medio ambiente. Estos incendios pueden resultar en la destrucción de hábitats naturales, la pérdida de biodiversidad y la extinción de especies. Además, las emisiones de gases de efecto invernadero durante los incendios contribuyen al calentamiento global y al cambio climático. El humo y las partículas emitidas por los incendios pueden contaminar el aire, afectando la salud de las personas y la calidad del aire en regiones lejanas. Asimismo, los incendios provocan la erosión del suelo, aumentando el riesgo de deslizamientos de tierra y la sedimentación de ríos. Estos eventos también interrumpen los ciclos naturales del ecosistema, como los ciclos de nutrientes y agua.
De esta forma, los incendios recientes en diversas partes del mundo son un llamado de atención para que la humanidad haga una mayor gestión del riesgo asociado a este fenómeno tan perjudicial para la salud humana y de la vida en general.