Conoce los efectos negativos de la luz artificial sobre la salud
La luz artificial puede tener efectos negativos en la salud, como trastornos del sueño, fatiga visual y problemas de salud mental. Exploramos sus impactos en la calidad de vida.
Foto: Freepik
LatinAmerican Post | María Fernanda Ramírez Ramos
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Read in english: Learn About the Negative Effects of Artificial Lights on Health
En un mundo cada vez más iluminado por la tecnología, la luz artificial se ha convertido en una constante en nuestras vidas. La tenemos todo el día sobre nuestro cuerpo, casi desde que despertamos hasta el minuto antes de dormir, no solo por los bombillos e iluminación en los hogares y oficinas, sino por el uso de dispositivos móviles. Sin embargo, cada vez hay mayores preocupaciones acerca de los efectos negativos que puede tener sobre nuestra salud la exposición prolongada a la luz artificial.
Diversas investigaciones científicas han revelado que la luz artificial, en particular la emitida por dispositivos electrónicos y bombillas LED, puede alterar el equilibrio natural de nuestros ritmos biológicos. Estas preocupaciones han aumentado al mismo tiempo que la contaminación lumínica se convierte en un problema más grande. Una reciente investigación publicada en la Revista Science encontró que la contaminación lumínica ha avanzado enormemente desde el año 2011. Esto, entre otras formas, se puede identificar por la imposibilidad de ver las estrellas. "El número de estrellas visibles disminuyó en una cantidad que puede explicarse por un aumento en el brillo del cielo del 7 al 10% por año en la banda visible para los humanos", señala la publicación.
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¿Por qué la luz artificial puede afectar a la salud?
"La luz artificial se compone de luz visible y de radiaciones ultravioletas (UV) e infrarrojas (IR), y existe la preocupación de que los niveles de emisión de algunas lámparas puedan ser dañinos para la piel y los ojos", señala la Comisión Europea, en un artículo sobre luz artificial y salud. Los componentes ultravioletas y azules de la luz artificial, son los que potencialmente pueden causar más daños para la salud.
Al respecto, existe la preocupación de que la luz artificial con una fuerte componente azul pueda afectar los ciclos circadianos y el sistema hormonal, y estar implicada en una amplia gama de condiciones como trastornos del sueño, trastornos del sistema inmunológico, degeneración macular, enfermedades cardiovasculares, diabetes, osteoporosis y cáncer de mama. Esto sucede principalmente porque la exposición a la luz azul, especialmente en horas nocturnas, suprime la liberación de melatonina, una hormona que regula el sueño y otros procesos biológicos.
En consecuencia, el exceso de luz azul puede desembocar en trastornos del sueño y un desequilibrio en los ritmos naturales del cuerpo. Además, la exposición prolongada a la luz artificial, especialmente a través de dispositivos electrónicos, puede causar fatiga visual, problemas de concentración, dolor de cabeza y alteraciones en el estado de ánimo. En general, la luz azul y la luz artificial interfieren con los procesos biológicos naturales del cuerpo, lo que puede tener un impacto negativo en la salud y el bienestar.
Por otra parte, dependiendo del tipo de luz azul, puede haber una afectación en la piel. Un estudio publicado en la Revista de Dermatología Cosmética concluyó que: "El uso de baja energía y tiempos de exposición reducidos a la luz azul de alta energía puede ayudar a prevenir enfermedades de la piel, mientras que estudios han revelado que una exposición prolongada a la luz azul de alta energía puede aumentar el daño al ADN, la muerte celular y tisular, y provocar lesiones, daños en los ojos, daño en la barrera cutánea y fotoenvejecimiento".
La contaminación lumínica también afecta a los animales
Otro aspecto preocupante del exceso de pantallas y de la contaminación lumínica es que también está teniendo impactos negativos en los animales. La luz artificial puede afectar a los animales de diversas formas. Puede perturbar sus ritmos biológicos naturales, interferir en su navegación y orientación, alterar sus patrones de alimentación y reproducción, y tener un impacto negativo en los ecosistemas acuáticos. La exposición a la luz artificial puede generar estrés, desequilibrios fisiológicos y afectar la biodiversidad. Es importante considerar estos efectos y tomar medidas para minimizar la influencia de la luz artificial en los animales, como controlar la iluminación y reducir la contaminación lumínica en áreas naturales.
¿Cómo protegerse de la luz artificial?
Para protegerse de la luz azul es recomendable limitar la exposición nocturna a dispositivos electrónicos y activar el modo de luz nocturna o utilizar aplicaciones que reduzcan la emisión de luz azul. Asimismo, es preciso buscar tiempos de desconexión de la luz artificial y exponerse a la luz natural. Recibir los rayos del sol sobre la piel tiene múltiples beneficios para regular los ciclos circadianos y absorber la vitamina D.
Asimismo, es preciso que apagues las luces de tu casa si no son necesarias, especialmente las que se encuentran en exteriores o las que apuntan hacia arriba. De esta forma, evitas causar daños a las aves y otros animales.
Por otra parte, se puede optar por tener filtros de luz azul, existen gafas con lentes que bloqueen la luz azul. Asimismo, es posible ajustar la iluminación del entorno y usar bombillas que emitan luz roja que no inhibe la producción de melatonina. Esto, especialmente por las noches. Asimismo, puedes optar por encender velas algunas noches y propiciar espacios con menos luz cuando llega la noche. Por último, si sientes que tienes un exceso de exposición a la luz artificial y coincide con trastornos del sueño o alteraciones hormonales, puedes consultar con tu médico o dermatólogo sobre cómo manejarlo.