Brasil apuesta por inversiones extranjeras para un futuro sustentable en América Latina
Brasil, principal destino de inversiones extranjeras en América Latina, reforzó su cartera de proyectos orientados a un futuro sostenible. Destacó la transición energética y el desarrollo de la Amazonia como objetivos cruciales en el Foro de Inversiones de Brasil (BIF), el evento más grande de la región para atraer inversiones extranjeras.
Foto: 11/08/23.- Imagen cedida por ApexBrasil del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, durante la inauguración del BIF en Brasilia (Brasil). EFE/Ricardo Stuckert/ApexBrasil
EFE
Escucha este artículo
Read in english: Brazil bets on foreign investments for a sustainable future in Latin America
Brasil, el principal destino de inversiones extranjeras en América Latina, reforzó este miércoles la oferta de su cartera de proyectos orientados a avanzar hacia un futuro más sustentable, con la transición energética y el desarrollo de la Amazonía como claves para lograr este objetivo.
Así lo han expuesto en Brasilia las autoridades y expertos que participaron en la segunda jornada del Brasil Investment Forum (BIF), el mayor foro para la atracción de inversiones extranjeras en América Latina, que en su sexta edición reunió a 50 inversores de 14 países.
Durante el evento organizado por la Agencia Brasileña de Promoción de Exportaciones e Inversiones (ApexBrasil, entidad con la que EFE tiene un acuerdo de difusión de contenidos), junto al Gobierno y al Banco Interamericano de Desarrollo (BID), también se ha destacado la urgencia de buscar un nuevo modelo capaz de crear soluciones de impacto para la región en el marco de la bioeconomía y por medio de asociaciones entre los sectores público, privado y comunidades locales.
Entre ellas, se ha presentado una cartera de inversiones extranjeras anunciadas recientemente en los sectores de biocombustibles, fertilizantes sustentables y energías renovables, por un valor de 37.050 millones de reales (unos 7.600 millones de dólares).
En ese sentido, el presidente del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), Aloizio Mercadante, ha sostenido que el combate a la crisis climática es un gran generador de oportunidades para Brasil, que es referencia en energías limpias y que se presenta a los inversores como un destino “seguro y estable”.
Un momento histórico para Brasil
Por otro lado, subrayó que el ambiente de negocios ha mejorado en Brasil gracias a la reducción de las tasas de interés, que se sitúan en el 12,25 %, la caída de la inflación (5,19 % interanual), la disminución del desempleo (7,7 %) y la reestructuración de las políticas públicas por parte del Gobierno.
Estamos en un momento histórico y necesitamos atrevernos a innovar. Es lo que el planeta necesita, y lo haremos a través de la transparencia y del diálogo”, ha zanjado.
Por su parte, el ministro de Minas y Energía, Alexandre Silveira, ha recordado que Brasil es líder mundial en la transición energética y que más del 85 % de su matriz proviene de energías limpias y ofrece oportunidades en los sectores eólico y solar, además de en la producción de hidrógeno verde y de biocombustibles.
La nueva revolución de la economía verde
El BIF se ha celebrado en la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil este martes y miércoles, y ha reunido a más de 800 participantes, que han podido conocer más sobre las realidades del país y conectarse con empresas nacionales e internacionales, junto con representantes del Gobierno.
Más de 40 panelistas han presentado oportunidades de inversión en el país y han debatido sobre temas como seguridad alimentaria, innovación, tecnología, industrialización, agronegocio y sostenibilidad.
Lea tambien: La audaz medida de Brasil: desplegar fuerzas militares para reforzar la seguridad y combatir el crimen organizado
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quien ha inaugurado el foro, ha animado a los empresarios nacionales y extranjeros a apostar en el país como un polo para la nueva "revolución" de la economía verde.
En su discurso, Lula también ha afirmado que "no es necesario disminuir el tamaño del Estado para favorecer a la empresa privada", pues "si el Estado se sitúa como inductor del proceso económico" puede dar lugar a sociedades "muy sanas" entre lo público y lo privado.