2018: ¿Cómo va el proceso para la elección presidencial de México?
Aunque muchos personajes de la política mexicana ya habían iniciado su camino por la presidencia desde hace meses, en septiembre arrancó oficialmente la contienda, el Instituto Nacional Electoral publicó entonces el calendario electoral. Desde entonces los partidos comenzaron con sus procesos internos para elegir a los precandidatos.
Encabeza las encuestas el ex alcalde de la Ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador, en su tercer intento ha sido nombrado precandidato a la presidencia por el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) que irá en coalición con el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Encuentro Social (PES) llamada «Juntos haremos historia».
El político tabasqueño fundó MORENA en 2014 tras su ruptura con el Partido de la Revolución Democrática (PRD), dividiendo a la izquierda. La primera prueba importante de MORENA vino en 2017 con la elección de gobernador del Estado de México (aledaño a la capital), que perdió ante el Partido Revolucionario Institucional (PRI) aunque el partido de López Obrador estuvo cerca, la división de la izquierda le salió cara.
El Partido Acción Nacional (PAN), de derecha, ha formado una polémica coalición llamada «Por México al frente» junto a los partidos de izquierda Movimiento Ciudadano (MC) y el PRD. Recién ha sido nombrado precandidato el ex presidente nacional del PAN, Ricardo Anaya, que de forma brusca ha dejado en el camino a la ex primera dama Margarita Zavala (que incluso abandonó el partido para lanzar su candidatura independiente), al ex gobernador de Puebla Rafael Moreno Valle y al actual alcalde de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera.
Anaya fue criticado por la coalición con el PRD, de izquierda, además de la forma en que desde la presidencia del PAN construyó todo para obtener la candidatura, dividiendo al partido.
Por su parte el PRI, que gobierna actualmente el país, ha designado a José Antonio Meade, ex secretario de Hacienda, Desarrollo Social y Relaciones Exteriores en la presente administración, además de ex secretario de Hacienda en el sexenio de Felipe Calderón.
Su elección como precandidato fue polémica, pues fue por «dedazo», es decir, la vieja práctica priísta donde el presidente en turno elegía a su sucesor sin un proceso interno, aunque en el caso de Meade también existe la sombra del actual canciller Luis Videgaray, quien hizo el «destape» como precandidato, antes que el presidente Peña Nieto, creando un debate sobre el verdadero papel de Videgaray en el actual gobierno.
El PRI forma junto con el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y el Partido Nueva Alianza (PANAL) la coalición denominada «Meade Ciudadano por México».
En el caso de las tres coaliciones, las designaciones brillaron por no ser democráticas ni transparentes; de ser impuestas y por convertir las precandidaturas en un mero trámite, pues al no tener contrincantes internos, prácticamente se convierten en los candidatos oficiales para la próxima elección.
Al margen de los procesos de partidos se encuentran los candidatos independientes que, para obtener su lugar en la boleta electoral del próximo 1º de julio de 2018, deben obtener 866 mil firmas de apoyo de al menos 17 entidades del país.
Hasta el momento, sólo el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez «El Bronco» ha conseguido el total de firmas, apoyado por la maquinaria política de su gobierno. Atrás se encuentran los aspirantes el senador Armando Ríos, la ex primera dama Margarita Zavala, el periodista Pedro Ferriz de Con y la llamada «candidata zapatista» María de Jesús Patricio Martínez, vocera del Consejo Indígena de Gobierno, quienes no han recolectado las firmas necesarias hasta el momento.
Latin American Post | Luis Liborio
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