Sin coalición formada para gobernar, la canciller ha tenido que dirigirse hacia diferentes frentes políticos

Sigue corriendo el tiempo desde las pasadas elecciones federales en Alemania, celebradas en septiembre, y la canciller no ha podido establecer una coalición que le permita gobernar su cuarto período al frente de Alemania. Los resultados para la candidata de La Unión (formada por la Unión Demócrata Cristiana y la Unión Social Cristiana de Baviera) estuvieron por debajo de lo obtenido en 2013.

En aquella ocasión la coalición con el Partido Socialdemócrata de Alemania (PSD) le permitió gobernar, pero en los resultados de estas elecciones el PSD vio mermadas sus aspiraciones, pues estuvo muy por debajo de lo que se había planteado, lo que representó un duro revés para la coalición que gobernó desde 2013. Martin Schulz, ex presidente del Parlamento Europeo y candidato a la cancillería por el PSD, anunció que su partido se convertiría en oposición tras esta negativa a formar nuevamente una coalición con La Unión.

El panorama para Merkel ha cambiado totalmente respecto a 2013, debido principalmente a su política sobre migración, que ha afectado su popularidad no sólo en Alemania, sino en toda la Unión Europea. Ha crecido la islamofobia, lo que ha abierto la puerta a partidos de ultra derecha, como el partido Alternativa para Alemania, el cual logró ingresar por primera vez al Bundestag (el parlamento alemán) con el 12.6% de los votos. Martin Schulz ha negado que exista un acuerdo para crear una nueva coalición, aunque esto no es definitivo. Por lo tanto, La Unión negocia la denominada «coalición Jamaica» (con el Frente Libre Democrático y el partido Los Verdes, llamada así por los colores de sus banderas) que se encuentra en proceso y de la cual no se tendrá certeza posiblemente hasta principios del 2018.

¿Qué requiere Merkel para poder gobernar?

Merkel necesita mayoría en el Bundestag, compuesto por 709 escaños, de los cuales La Unión tiene 246 en total. Así, requiere al menos 355 para formar mayoría, lo que es precisamente su problema: el PSD (con el que sumaría 399 escaños) se ha negado a formar coalición, por lo que su única alternativa posible sería la coalición con el Frente Libre Democrático y Los Verdes que lograría 393 escaños, suficientes para poder gobernar. Sin este respaldo la canciller tendría que tratar de convencer al PSD (que no ha cerrado rotundamente la puerta a la coalición). De no lograr ninguna de las dos opciones, la legislación alemana contempla otros escenarios, desde la formación de un gobierno de minoría hasta convocar nuevas elecciones, situación que Merkel querrá evitar.

El presidente alemán Frank-Walter Steinmeier se ha acercado a los diferentes partidos para buscar una salida a la crisis política. Sin embargo, no hay aún nada oficial, las negociaciones siguen avanzando. Para tener una idea de lo complejo de la situación, no es solamente una negociación en temas de gobierno o votos, sino en temas generales de interés en los partidos, con ideologías y agendas distintas, lo que puede fracturar la estabilidad de la coalición, que explica la lentitud en su formación.

Latin American Post | Luis Liborio

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