Bielorrusia podría tener un papel clave en el conflicto ruso-ucraniano

"El mejor truco del diablo es hacerte creer que no existe", esta cita de Charles Baudelaire bien podría aplicarse a Bielorrusia, que a lo largo de los años ha tratado de pasar desapercibida en un aparente estado de neutralidad en el conflicto ruso-ucraniano, pero que en la realidad ha tenido un papel más importante de lo que podemos ver. Su clara cercanía con Moscú y el temor de que el poder de Occidente se haga sentir han empujado al gobierno bielorruso a replantear su estrategia sobre Ucrania.

La posición de Bielorrusia en la guerra

Bielorrusia y Ucrania guardan muchas similitudes, desde el aspecto histórico hasta el cultural y político. Pero una de las cosas que más se pueden destacar es que ambos "pertenecen" al "espacio vital" de Rusia, al menos en un concepto anticuado sobre la geopolítica. Esto significa que para los intereses de Kiev y Minsk deben estar alineados con los de Moscú para que exista armonía en la región. En Ucrania Putin no ha logrado mantener este control, su último peón, Víktor Yanukóvich, fue depuesto tras el Euromaidán, desde entonces todo se ido en declive siendo la actual guerra el punto más álgido. 

El caso de Bielorrusia es distinto, desde 1994 gobierna Alexandr Lukashenko, hombre cercano a los intereses de Moscú y quien ha sabido mantenerse en el poder, el cual tiene asegurado legalmente hasta 2035. Lukashenko ha visto en Ucrania lo que no quiere para Bielorrusia, acercarse a Occidente y a sus valores significaría la caída de su régimen, así que mantenerse en la esfera de Vladimir Putin les asegura a ambos una asociación de mayor provecho. Así que aunque la posición de Bielorrusia es, en apariencia, conciliadora entre rusos y ucranianos, la realidad muestra lo contrario, su apoyo a Moscú es imposible de esconder. El poder militar de Bielorrusia no es algo menor, tanto para Ucrania como para el resto de Europa.

¿Debe Ucrania temer una invasión bielorrusa?

Vladimir Putin no ha dado una señal expresa, un llamado a Bielorrusia a la acción, pero sin duda Lukashenko tendría que responder al presidente ruso cumpliendo sus deseos. La visita de Putin a Bielorrusia ha abierto toda clase de sospechas sobre el rumbo que podría tomar la guerra. Para Bielorrusia, aislarse de Rusia y enfrentarse a Occidente no es un escenario que Lukashenko desee tener, así que la entrada del ejército bielorruso en la guerra ruso-ucraniana no es algo que deba descartarse. Es algo que abriría otro frente de batalla para el ejército de Ucrania y que beneficiaría a Rusia en su avance en la guerra. Pero, Ucrania tiene de su lado el poder económico de la Unión Europea y los Estados Unidos, romper su frágil neutralidad significaría para Bielorrusia llenarse de sanciones del mismo nivel que las aplicadas a Rusia, aunque con una mayor debilidad económica que, a su vez, impactaría sobre la estabilidad política.

Si las proyecciones para Rusia son malas, para Bielorrusia serían catastróficas, sería una guerra que podría difícilmente sostener. Además, estando a las puertas de Polonia, y con esto de Europa, llevarían a la acción a la OTAN y a la Unión Europea. Y hay un escenario aún más catastrófico para los bielorrusos, que además de resistir las sanciones de Occidente cabe también la posibilidad de que Ucrania pueda defenderse exitosamente, si ha resistido el avance del ejército ruso en algunas regiones ¿por qué no podría resistir el avance del bielorruso?

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El interés de Occidente en Bielorrusia

Para la Unión Europea y Estados Unidos, principalmente, el interés sobre Bielorrusia es prácticamente el mismo que el existente sobre Ucrania. Es decir, quitar a ambos países de la esfera de poder de Vladimir Putin, Ucrania intentó por años formalizar su proceso de ingreso a la Unión Europea. Cuando todo parecía ir viento en popa la mano de Putin se hizo presente y comenzó el caos. El control dictatorial de Lukashenko sobre Bielorrusia vuelve a este país un reto mayúsculo para Europa, sobre todo cuando el presidente bielorruso está "prevenido" contra protestas pro occidentales y contra la oposición. Entonces, si Occidente no puede derrocar o provocar la caída del gobierno de Lukashenko su única opción es presionarlo para retire su apoyo a Putin y poder aumentar su aislamiento, pero se arriesga a terminar como Ucrania. 

Las armas nucleares en la ecuación

Ucrania y Bielorrusia renunciaron a las armas nucleares en 1994, en específico Ucrania contaba con un gran arsenal que entregó a Rusia. La utilización de armas nucleares es poco probable en una guerra actual, pero no imposible. El hecho de que Bielorrusia haya anunciado la actualización de sus aeronaves y equipo militar para poder utilizar armas nucleares rusas cambian la forma en la que se relaciona con Occidente. La OTAN y la Unión Europea tendrían que pensar con mayor cuidado alguna eventual represalia militar sobre Bielorrusia en caso de que esta tomara parte activa en la guerra, es decir, si invade Ucrania abiertamente. Esto muestra el potencial de Bielorrusia como aliado estratégico de Putin, oxígeno puro para una guerra que se ha extendido, que ahora llega al invierno y que ha desgastado la imagen del presidente ruso, ya deteriorada desde la anexión de Crimea y los señalamientos de represión.