Brexit: Las relaciones entre la UE y el Reino Unido están en la cuerda floja
Tras la Cumbre Informal en Austria aumentó el debate sobre el Brexit sin acuerdo entre los países de la UE, los partidos del Reino Unido y la opinión pública
La separación del Reino Unido de la Unión Europea, conocido como Brexit, está ante un clima de incertidumbre. La Cumbre Informal de Salzburgo en Austria puso la situación en arduo debate entre los países de la UE, los partidos del Reino Unido y la opinión pública. El Jefe del Consejo Europeo, Donald Tusk, propuso una cumbre extraordinaria para noviembre con el fin de discutir el Brexit y acercarse más a un acuerdo final. En un comunicado de prensa, se refirió a un momento de esperanza, pero con cada vez menos tiempo.
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El futuro de la relación comercial entre la Unión Europea y el Reino Unido está en la cuerda floja. La primera ministra británica, Theresa May, se mantiene fija con su posición de un “Brexit duro” y eso recibió críticas en la cumbre informal por parte de sus homólogos como lo fue Angela Merkel.
Reino Unido busca negociar una libre circulación de bienes que va en contra del principio del mercado único al no tomar en cuenta la libre circulación de personas, servicios y capitales, aun conociendo que no es un punto debatible ante la UE.
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El control de inmigración fue otro tema a destacar en la Cumbre Informal de Salzburgo por el acceso que tendrán los ciudadanos de la Unión Europea en el territorio británico a partir de marzo 2019. Bajo la propuesta de especialización por encima de nacionalidad, según información de medios ingleses, se genera una preocupación en los 27 países de la UE por los ciudadanos en procesos migratorios o que residen actualmente en Reino Unido. Sin la libre circulación de personas, es difícil plantear una libre circulación de bienes.
May y el Partido Conservador no quiere dar el brazo a torcer y mucho menos cuando se trata de las dos Irlandas. El cómo serán post-Brexit las fronteras entre la Irlanda (país de la UE) e Irlanda del Norte (provincia británica) se ha convertido en un tema delicado para los radicales a favor del Brexit, porque requiere de integración económica y fronteras blandas en la isla para no generar inestabilidad y conflictos a futuro.
Mientras continúan las negociaciones, los partidos en Reino Unido buscan minimizar los efectos negativos del Brexit. La Conferencia del Partido Laborista apoya un segundo referéndum al acuerdo final entre Bruselas y Londres. Keir Starmer, miembro del Parlamento Laborista y portavoz para el Brexit, dijo para la BBC que se rechazara un mal acuerdo y también se rechazara un no acuerdo porque “eso no es bueno para el país”.
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Por su parte, el Partido Conservador de Theresa May también tiene sus divisiones. La primera ministra promete un Brexit con o sin el apoyo de Bruselas manteniendo firme los intereses de Londres, pero miembros del Partido como Jacob Rees-Mogg y Boris Johnson ponen el debate conservador del otro lado de la moneda calificando a Theresa May de realizar un acuerdo suicida con grandes costos para Reino Unido.
Christine Lagarde del Fondo Monetario Internacional (FMI), según un artículo en El Mundo, pronostica un sin acuerdo con graves consecuencias reflejadas en la reducción del crecimiento, un aumento del déficit y una depreciación de la moneda. La tensión aumenta con la opinión pública como enemigo del Brexit para la Cumbre de la UE el 18 de octubre en la que se espera avanzar significativamente para que el Parlamento pueda ratificar un acuerdo a tiempo y con los votos suficientes.
LatinAmerican Post | Diana Ramos
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