Cómo la crisis en Panamá pone en juego el comercio mundial
Actualmente, el país centroamericano está viviendo sus mayores protestas en las últimas décadas. Las vías de comunicación comercial están siendo las más afectadas. ¿Cómo afecta la crisis en Panamá al comercio mundial?.
Foto: Pexels
LatinAmerican Post | July Vanesa López Romero
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Desde hace dos semanas, miles de panameños han salido a las calles a protestar por, lo que a simple vista podría parecer, el aumento de precios en el petróleo y la inflación. Pero esta ola de protestas, que por cierto es la más grande en tres décadas, ha sido provocada por mucho más que esas dos razones. Panamá está sumida en una crisis social que tiene un peso sin precedentes para colectivos ciudadanos cansados de que las respuestas institucionales y constitucionales olviden la protección de los sectores más vulnerables y pobres.
La pandemia por la COVID-19 dejó al mundo sumido en recesiones económicas. En el caso del país centroamericano, esta fue del -17.9%, una de las peores del mundo, lo cual, por supuesto, también tuvo consecuencias a nivel del comercio global, debido a la importancia del Canal de Panamá, una de las rutas comerciales marítimas más importantes. Tras la pandemia, hechos como la tasa de desempleo, el precio de la gasolina, el aumento del costo de la canasta básica y de los medicamentos, y la reforma electoral, que ha sido supremamente impopular entre los ciudados, han tenido el peso suficiente para que las protestas no cesen. Es evidente que los panameños no se sienten representados institucionalmente.
Con las protestas, sindicatos de construcción, gremios de la docencia y de la salud, ciudadanos del común, organizaciones indígenas, colectivos LGBT y feministas, pescadores, transportistas, entre otros, estás demostrando su descontento con un país que les dio la espalda tras la recesión económica provocada por la pandemia, pero también están demostrando el poder que tiene la movilización social.
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El pasado 20 de julio, la crisis aumentó debido al bloqueo de rutas que impide el ingreso de alimentos a la capital. Si bien las organizaciones indígenas aceptaron hacer parte de una mesa de negociación con el gobierno para mejorar la situación, la mayoría de gremios y sindicatos la rechazaron. Esto, en un país como Panamá, en donde la carretera Panamericana conecta a las tres partes del continente, es sumamente amenazante, no solo para el país en sí, sino también para el continente y, por supuesto, para el globo.
La mesa de negociación, mencionada anteriormente, fue convocada el pasado miércoles 21 de julio por el Gobierno, con la medicación de la Iglesia Católica. Esta fue instalada el jueves 23 y es la evidencia de que el Gobierno está mostrando mucho interés en lograr calmar la situación, no necesariamente por el bien común, sino porque el estallido social está amenazando fuertemente el flujo del comercio.
La Carretera Panamericana mueve las economías Americanas, el canal de Panamá es indispensable para las economías mundiales. Si bien la protesta en el país no va a estancar de un día para otro el comercio y la economía global, de no haber una solución pronta y, sobre todo, consecuente a lo largo del tiempo, el comercio internacional sí se va a ver golpeado poco a poco por la crisis actual del país centroamericano. Ya lo vimos en la pandemia con el canal de Panamá. Ya el mundo vivió lo que ocurrió con un barco bloqueando el Canal del Suez y demostró lo frágil que es la cadena de proveedores en el comercio mundial.
Acá, es cuando la comunidad internacional tiene el poder de entrar también a velar por los derechos y la dignidad de quienes están saliendo a protestar por un mejor gobierno y reformas que no dejen por fuera a los más pobres y vulnerables.