Colombia: ¿Qué pasará con las conversaciones con el ELN?
La decisión tomada por el jefe de Estado responde a los recientes hechos violentos perpetrados por el grupo armado
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, anunció la suspensión del quIGNORE INTO ciclo de conversaciones hacia un acuerdo de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), luego de que el grupo armado reconociera la autoría de una serie de atentados ocurridos durante el último fin de semana de enero, los cuales dejaron varios policías muertos y otros heridos.
“Para continuar la negociación de paz, esta doctrina exige un mínimo de coherencia. Al mismo tiempo mi paciencia y la del pueblo colombiano tienen sus límites. Por lo tanto he tomado la decisión de suspender la instalación del quIGNORE INTO ciclo de conversaciones que estaba prevista para los próximos días. Hasta que no vea coherencia por parte del ELN entre sus palabras y sus acciones”. Con esta declaración, el mandatario colombiano anunció la suspensión de las mesas de diálogo que se adelantaban desde el 7 de febrero de 2017 en Quito, Ecuador.
Durante el fin de semana del 27 y 28 de enero del año en curso, varios hechos violentos despertaron el miedo de la comunidad al registrarse ataques a estaciones de policía en diferentes departamentos, dejando un saldo de al menos cinco policías muertos y varios heridos.
Fue entonces cuando el ELN, la segunda guerrilla más grande del país, publicó una editorial en su página web oficial indicando que “seguirán ocurriendo acciones militares de lado y lado, tal como está aconteciendo actualmente” si se demoran en reanudar las sesiones en la mesa de diálogo y se alargan los tiempos para acordar un nuevo cese al fuego.
De esta manera, la guerrilla insistió en que disminuir la intensidad del conflicto “implica darle continuidad a la mesa, iniciar el QuIGNORE INTO ciclo de conversaciones, desarrollar la Agenda pactada, avanzar en la participación de la sociedad y buscar un nuevo cese al fuego”.
Pero ante esto, el mandatario colombiano no solo anunció la suspensión de las conversaciones, sino que además indicó que aplicaría lo que ha denominado como teoría RABIN contra el grupo armado, la cual consiste en ‘combatir el terrorismo con toda contundencia como si no hubiese negociación de paz y negociar como si no hubiese terrorismo’.
Entre protocolos e intransigencia
Esta no es la primera vez que el ELN comete ataques durante las negociaciones con el estado colombiano. Unas semanas atrás, cuando finalizaba el cese al fuego bilateral y temporal pactado con el gobierno, el grupo armado perpetró una serie de atentados a infraestructuras públicas en diferentes zonas del país que pusieron en un punto crítico las negociaciones.
Durante 101 días y hasta el 9 de enero, se mantuvo el cese al fuego bilateral, medida que se creía iba a ser extendida de manera inmediata, pero que debido a falencias en el mecanismo de verificación, conformado por miembros de la iglesia católica, representantes del ELN, el gobierno y la misión especial de Naciones Unidas en Colombia, ha sido prorrogada.
Para el ELN, el gobierno colombiano mantiene una posición intransigente que impide el curso pacífico de los diálogos en Quito. Mientras tanto, el Estado exige protocolos más claros entre las partes, puesto que existen estructuras del ELN que parecieran no estar en sIGNORE INTOnía con lo pactado en la mesa de diálogo, las cuales mantienen movimientos estratégicos en zonas que antes eran dominadas por las FARC y que ahora se disputan bandas criminales asociadas al narcotráfico, disidentes del ex-grupo guerrillero y combatientes del ELN.
Latin American Post | Krishna Jaramillo
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