Cristina Fernández: “caso Vialidad” hunde al kirchnerismo de cara a las elecciones en Argentina
El próximo 6 de diciembre se emitirá el veredicto del juicio que tiene a la expresidenta argentina contra la pared, a unos meses del proceso para elegir presidente en Argentina.
Foto: Presidencia de la N. Argentina
Latinamerican Post | Luis Angel Hernández Liborio
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El resultado del juicio por el "caso Vialidad" es crucial para el futuro político de la Argentina. La expresidenta acusa persecución política en la demanda, mientras que la fiscalía afirma que la actual vicepresidenta lideró una red de corrupción. Como declaración final del juicio, Fernández fue dura con el tribunal, al que calificó de "pelotón de fusilamiento". Esto ha agitado las aguas en el país, que ha entrado de lleno a la carrera presidencial que desembocará en las elecciones generales de 2023. En esta carrera el oficialismo se hunde peligrosamente.
El "caso Vialidad"
Para entender el clima político que vive Argentina hay que hablar sobre el "caso Vialidad", que se puede resumir en la denuncia que pesa sobre la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, así como sobre el empresario Lázaro Báez y Julio De Vido, el exministro de Obras Públicas durante el gobierno de Fernández. Se presume que la hoy vicepresidenta lideró una red de corrupción que desfalcó a las arcas argentinas hasta por mil millones de dólares, esto según el fiscal del caso, Diego Luciani. La expresidenta adjudicó medio centenar de obras a Lázaro Báez, amigo personal del expresidente y esposo de Cristina Fernández, Néstor Kirchner. Pese al papel de Báez como empresario, su experiencia no estaba orientada a obras públicas, por lo que las obras en juicio presentan problemas técnicos, no han sido terminadas o bien tuvieron un sobrecosto.
Las obras se realizaron en la provincia de Santa Cruz, el bastión de los Kirchner. Lo más importante, además del desfalco y la denunciada "inutilidad" de las obras, es la petición del fiscal Luciani sobre la pena que debe pesar sobre la vicepresidenta: la inhabilitación de por vida para ejercer algún cargo público y cumplir con doce años de prisión. La inhabilitación permanente luce complicada. Sin embargo, cualquier cifra será una dura carga para Fernández, quien está por cumplir 70 años de edad, pero al mismo tiempo ello representa una ventaja en contra de su posible encarcelamiento.
Argentina se polariza
A final de cuentas, quien se beneficia de todo el clima político de Argentina es la oposición, la cual ha hecho pesar su voz en contra del gobierno. No obstante, la experiencia de Fernández le han permitido sobrevivir en este clima, en el que no solo se enfrenta al proceso del "caso Vialidad" sino también a otros 5 juicios. Sus seguidores le han mostrado abiertamente apoyo en manifestaciones. En una de ellas incluso se dio un intento de asesinato, por una persona de origen brasileño. Este suceso no ha hecho más que intensificar las manifestaciones de apoyo de sus miles de seguidores, según Fernández, con lo que muestra su peso político aún con graves acusaciones.
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La antesala de las elecciones presidenciales de 2023
Las elecciones generales en Argentina están "a la vuelta de la esquina". La dupla de los Fernández (Alberto y Cristina) tiene números negativos en la encuesta más reciente de Giacobbe, lejos de "Juntos por el cambio", alianza opositora encabezada por Patricia Bullrich, otra experimentada política argentina. Tras ella se encuentra "La libertad avanza", alianza que encabeza el diputado Javier Milei, y hasta el tercer lugar se encuentran los representantes del kirchnerismo.
Sin embargo, con la habilidad política y pragmatismo de Cristina Fernández no puede descartarse nada. Su primer objetivo debe ser alcanzar a calificar al balotaje si quiere conservar el poder junto a Alberto Fernández. El problema principal de ambos gobernantes es la imagen negativa que pesa sobre sus espaldas, la personalidad de Cristina Fernández y la polarización que crea en el país. Esto, a su vez, genera absolutos entre los ciudadanos que elegirán presidente en 2023.
Cristina, una "vieja loba de mar"
Cristina Fernández se encuentra en puestos clave en la toma de decisiones en Argentina desde hace más de dos décadas, en 2007 se convirtió en presidenta sucediendo a Néstor Kirchner, su marido. Fue mandataria durante dos períodos continuos, legisladora y, desde 2019, es vicepresidenta en el gobierno de Alberto Fernández, su ex jefe de gabinete y quien fue crítico de ella. En esta jugada inteligente, la vicepresidenta demuestra su habilidad política, con la que nació el denominado "kirchnerismo", corriente con la que Cristina Fernández logró mantenerse vigente en la política argentina y protegerse de las serias acusaciones que tiene sobre corrupción. Esta corriente sigue vigente en Argentina y, sin duda, lo seguirá aun cuando termine su carrera política.
Ahora, a pocos meses de las elecciones presidenciales, tendrá que tejer nuevas redes y alcanzar grandes acuerdos que le permitan sobrevivir nuevamente y mejor si es en el poder, al menos para ella. Por el momento, su principal objetivo es mantener a sus aliados políticos junto al presidente Fernández, para poder iniciar una campaña de reelección competitiva. Contrario a lo que pasó en 2022 en Colombia y Brasil, parece que la izquierda que representan los Fernández está en riesgo de caer y dar paso a otra mujer hábil, Patricia Bullrich. Ella es la candidata de Propuesta Republicana, partido del expresidente Macri que se sitúa en la esfera de centroderecha y derecha. La coalición que ocupa el segundo lugar, "La libertad avanza" se sitúa en el espectro de la derecha e incluso la ultraderecha, una muestra del duro contexto que vive Argentina y que deja al kirchnerismo al borde del precipicio.