AMÉRICAS

Dominica convierte el calor volcánico en una audaz revolución de energía verde

Dominica cuenta con numerosos volcanes, cuya energía puede transformar las fuentes verdes de energía de la región. Esta nación pequeña planea aprovechar los depósitos geotérmicos bajo tierra para mantener su entorno limpio y reducir los costos energéticos. Este cambio hacia energías renovables también podría iniciar una transformación en las islas vecinas.

La ambición verde de la Isla de la Naturaleza

La isla caribeña de Dominica, conocida como la “Isla de la Naturaleza”, alberga un exuberante paisaje de selvas tropicales, imponentes volcanes, aguas termales y majestuosas cascadas. Su belleza intacta y su creciente sector de ecoturismo atrajeron el año pasado a 83,966 visitantes—un aumento del 13% respecto a 2023—gracias en parte a nuevos vuelos directos desde EE.UU. y a una oferta hotelera en expansión.

Aunque las maravillas naturales atraen a aventureros, el gobierno las ve como parte de un plan nacional para transformar su sistema energético. El turismo es un pilar clave de la economía, y el gobierno invierte millones de dólares en proyectos geotérmicos. Aprovechando el calor volcánico subterráneo, Dominica espera reducir su dependencia del diésel importado y, con el tiempo, exportar electricidad a otras naciones del Caribe.

“Esperamos eliminar la necesidad de generar electricidad con diésel en Dominica para 2030”, declaró a la BBC el ministro de Energía, Dr. Vince Henderson. Explicó que, una vez que la planta esté en funcionamiento, los residentes también deberían ver una reducción en sus facturas de electricidad.

Volcanes que impulsan un futuro geotérmico

La nueva central geotérmica de Dominica se está construyendo cerca del poblado de Laudat, en el valle de Roseau, una región conocida por sus colinas verdes, selvas densas y actividad volcánica. Con una capacidad de 10 megavatios, la planta aprovechará agua calentada naturalmente en depósitos subterráneos. El vapor emergente hará girar turbinas para generar electricidad de forma continua. Una vez que el vapor se enfría, se condensa en agua y se reinyecta bajo tierra, creando un ciclo renovable.

Se espera que la planta entre en operación antes de que termine el año, representando un avance económico y ambiental para los 66,000 habitantes de Dominica. Aunque hasta ahora el país ha dependido principalmente del diésel, busca un cambio completo hacia la energía limpia.

Este desarrollo ha sido posible gracias a una alianza entre el gobierno de Dominica y Ormat Technologies, una firma estadounidense-israelí con años de experiencia en sistemas de energía renovable. Su director ejecutivo, Doron Blachar, atribuye el éxito al potencial volcánico de la isla: “La geotermia es una fuente de electricidad sin emisiones que no depende del sol ni del viento y funciona 24/7”, dijo a la BBC. “Genera empleos durante la construcción y la operación, además de traer nueva tecnología y conocimientos”.

Desde el punto de vista financiero, el proyecto ha sido financiado con una combinación de recursos del gobierno dominicano, el Banco Mundial, el Banco de Desarrollo del Caribe (CDB), y donaciones e inversiones de países como EE.UU., Reino Unido, Japón y Nueva Zelanda. Aunque los costos iniciales son elevados, las autoridades creen que los ahorros a largo plazo y la independencia energética justificarán la inversión.

Preocupaciones ambientales y esperanzas comunitarias

Pese al entusiasmo, no todos en Dominica reciben el proyecto sin reservas. El activista ambiental Atherton Martin expresó a la BBC su preocupación por la biodiversidad del valle de Roseau, señalando que la remoción de vegetación durante las perforaciones exploratorias “diezmó la vida silvestre”, incluyendo especies endémicas de ranas. Algunos residentes también están inquietos por los costos del proyecto y su posible impacto ambiental.

Según Martin, los ecosistemas de Dominica son únicos en el Caribe y deben protegerse. Las exploraciones exigieron la tala de extensas áreas y perforaciones profundas para medir el calor. Los críticos advierten que el impacto sobre la flora y fauna podría tardar años en evaluarse plenamente.

Además, algunos temen que la actividad geotérmica pueda desencadenar eventos sísmicos. Sin embargo, Ormat destaca su historial: “Ormat dice que nunca ha tenido un incidente de este tipo en todos sus años de operaciones”, reporta la BBC. Con más de cinco décadas construyendo y operando centrales geotérmicas en todo el mundo—incluida una planta de 15 megavatios en Guadalupe—la empresa cree que el proyecto de Dominica puede servir de modelo para otros países.

Hacia un Caribe renovable

Los líderes de Dominica, con el respaldo de organizaciones regionales como la Organización de Estados del Caribe Oriental (OECO), imaginan un futuro energético más verde e integrado para el Caribe. Si la nueva planta geotérmica rinde como se espera, sus 10 megavatios iniciales podrían cubrir aproximadamente la mitad de la demanda eléctrica máxima de Dominica. A largo plazo, las autoridades buscan cubrir todo el suministro nacional y exportar el excedente mediante cables submarinos a islas vecinas.

“El resto de la OECO se beneficiará de las lecciones aprendidas aquí—tanto lo que funcionó como lo que no”, señala Fred John, director general de la Compañía de Desarrollo Geotérmico de Dominica, en declaraciones a la BBC. Esta entidad pública colabora con Ormat en una iniciativa que aspira a ser un modelo atractivo frente a los combustibles fósiles.

Por su parte, el director general de la OECO, Dr. Didacus Jules, calificó el enfoque de Dominica como un “paso audaz y visionario”. En diálogo con la BBC afirmó: “En una región tan dependiente de los combustibles fósiles importados, la transición a la energía verde no es opcional, es existencial”. Añadió que esta iniciativa revive las esperanzas de una red energética interconectada entre las islas del Caribe Oriental que comparta energía limpia y asequible.

Dominica busca liderar en electricidad renovable, en línea con su eslogan turístico. Famosa por sus rutas de senderismo en la selva, sus resorts de aguas termales y miradores espectaculares, la isla quiere trasladar ese ethos natural a su infraestructura. Al obtener electricidad del poder volcánico subterráneo, Dominica espera preservar el turismo, el medio ambiente y la calidad de vida de su gente durante generaciones.

El Dr. Henderson admite que el país enfrenta desafíos. Dominica tuvo que reconstruir su red eléctrica tras el devastador paso del huracán María en 2017, mientras emprendía este ambicioso proyecto geotérmico. Sin embargo, cree que el esfuerzo valdrá la pena a largo plazo.

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Las ambiciones geotérmicas de Dominica no solo buscan transformar su consumo energético, sino también cambiar el enfoque del Caribe hacia la tecnología renovable. Como demuestra nuevamente la “Isla de la Naturaleza”, la verdadera sostenibilidad puede provenir de las mismas fuerzas naturales que dan forma a su paraíso tropical. Al aprovechar el poder oculto de sus volcanes, Dominica espera encender un futuro más limpio, resiliente e innovador.

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