El nuevo gabinete en Chile
Sebastián Piñera en consejo de gabinete de ministros de Chile. / Foto: Presidencia Chile
LatinAmerican Post | Juliana Suárez
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Las protestas en Chile han llevado a una crisis política que ha puesto al presidente Piñera acorralado contra la pared, lo que llevó a que cambiara de gabinete
Como resultado de los pedidos del pueblo chileno, que se transformaron en manifestaciones masivas en todas las ciudades, el presidente Sebastián Piñera decidió cambiar su gabinete en un intento de bajar la tensión que ha rodeado al país en las últimas semanas.
Los pedidos de los chilenos surgen de inconformidades desde temas de transporte, salud, educación y, el que más ha crecido desde que empezaron las protestas, pensiones. Debido a estos pedidos, Piñera anunció a 8 nuevos miembros en su gabinete presidencial.
Días antes del anuncio, el sábado 26 de octubre, el mandatario chileno pidió a sus ministros que renunciaran a sus cargos y finalmente se conoció a inicios de la semana a los nuevos miembros.
Crisis política y social en Chile
Todo empezó con bloqueos en las estaciones de metro: la crítica que se hacía con eso era por el alza en los precios de los pasajes del transporte público. Los jóvenes que empezaron esa manifestación de seguro no pensaron la repercusión que ese acto tendría en las exigencias que hoy en día se están viendo desde el pueblo chileno hacia el gobierno.
Después de días de manifestaciones violentas, de que el presidente Piñera decidiera decretar toque de queda y de que las calles se llenaran de militares con la orden de mantener la calma, pero que terminaron en abusos de autoridad, Chile se vio mirándose el pasado y recordando la oscura época de la dictadura militar de Pinochet.
Como respuesta, el pueblo chileno volvió a salir a las calles.
A pesar de que las protestas comenzaron por el alza en el precio del metro, la crisis escaló hasta mucho más arriba y a temas de fondo. Después de las primeras manifestaciones, Piñera decidió eliminar el decreto del transporte, pero ya era demasiado tarde y los chilenos no pararon hasta ser escuchados.
El viernes 25 de octubre, al son de Los Prisioneros, los chilenos cantaron El baile de los que sobran, una canción que recuerda a la época de la dictadura de Pinochet, momento en el que se escribió. Más de 1.3 millones de personas se movilizaron en Santiago, la capital, demostrándole al gobierno que no le temían a la represión y que iban a luchar por sus derechos.
Por otra parte, durante la semana volvieron a encenderse las protestas y los hechos terminaron en fuertes disturbios. Mientras los ciudadanos se dirigían hacia el Palacio de la Moneda (lugar del Ejecutivo), fueron reprimidos militarmente a unos metros de su destino, lo que terminó en enfrentamientos de la población civil y la policía militarizada. Esto se dio incluso después de que Piñera anunciara que habría un cambio de gabinete, que buscaba precisamente calmar el ambiente. Como resultado, saqueos, heridos e instalaciones de la ciudad incendiadas.
El cambio de gabinete
El presidente Piñera afirmó que los cambios se daban para privilegiar a la ciudadanía sobre una “agenda política” y la paz sobre la violencia. Afirmó también que recogería los pedidos de la población y ese sería el interés principal en el futuro próximo de su gobierno.
Estas prioridades significan privilegiar hoy una agenda ciudadana x sobre una agenda política, el estado de derecho sobre el caos, la paz sobre la violencia y la justicia sobre la Impunidad. Y un férreo compromiso con defensa de los DD.HH de todos y en todo tiempo y circunstancia
— Sebastian Piñera (@sebastianpinera) October 30, 2019
Uno de los cambios en el gabinete, quizás el más importante teniendo en cuenta las quejas y peticiones de los chilenos, fue el ministro de Interior y Seguridad Pública, Andrés Chadwick, quien pidió perdón “si había fallado”. El retiro de Chadwick estaba siendo demandado incluso desde antes por parte de los partidos de oposición.
A su reemplazo llega Gonzalo Blumel, que se desempeñaba como ministro de la Secretaría General de la Presidencia (Segpres), manejando la relación entre el gobierno y el parlamento. Según BBC, Blumel “era uno de los ministros mejor considerados del gabinete”, razón por la cual Piñera decidió que tomara ese nuevo e importante rol para el momento crítico que vive el país.
Felipe Larraín, quien era el ministro de Hacienda, departamento que maneja las finanzas del país (otra de las principales críticas de los ciudadanos), también fue removido de su cargo. Larraín también aceptó responsabilidad y se hizo una “autocrítica”, al afirmar que no supieron interpretar lo que estaba pasando. El nuevo ministro de Hacienda es Ignacio Briones Rojas.
También cambió la Secretaría General de Gobierno y de Presidencia, el Ministerio de Economía, Fomento y Turismo, ministerio de Trabajo y Previsión Social, ministerio de Bienes Nacionales y ministerio del Deporte.
El presidente chileno habló del cambio de gabinete como una oportunidad para entablar el diálogo con la ciudadanía. En los cambios destacó que los nuevos miembros conforman un equipo joven, lo cual pretende dar cercanía con los pedidos de los chilenos pues quienes más se han manifestado han sido los jóvenes.
Este #CambiodeGabinete significa el inicio de una nueva etapa de mayor diálogo con los ciudadanos y de mayor unidad nacional y tb para impulsar con un equipo joven y con nuevos bríos la Agenda Social. Agradezco gran compromiso y vocación de los ministros q hoy dejan el Gabinete. pic.twitter.com/c30xx6HnAS
— Sebastian Piñera (@sebastianpinera) October 28, 2019
A pesar de que la respuesta del pueblo chileno no fue la esperada, el nuevo gabinete promete una Unidad Nacional para resolver los problemas que aquejan a los ciudadanos.