El oscuro declive del chef de YouTube que asesinó y descuartizó a un cirujano colombiano
En una trágica historia de amor que salió mal, el famoso chef de YouTube Daniel Sancho Bronchalo fue sentenciado a cadena perpetua por el asesinato y desmembramiento del cirujano colombiano Edwin Arrieta Arteaga. Su encuentro fatal en una isla tailandesa conmocionó al mundo, revelando un lado oscuro de la fama y el romance.
Daniel Sancho Bronchalo, un chef español de YouTube, recibió una sentencia de cadena perpetua la semana pasada por su participación en uno de los crímenes más impactantes de Tailandia: un asesinato brutal seguido del desmembramiento del cuerpo de la víctima.
El Tribunal Provincial de Koh Samui dictó el veredicto, cerrando un caso que había cautivado la atención internacional. Sancho fue acusado de matar al cirujano colombiano Edwin Arrieta Arteaga, a quien había acompañado de vacaciones a Koh Panang, una isla famosa por sus fiestas hedonistas de luna llena. Los horripilantes detalles del crimen, incluido el desmembramiento y la eliminación de los restos de Arrieta, han dejado a muchos lidiando con el horror de lo que sucedió.
La historia de un chef de YouTube de 30 años con un número cada vez mayor de seguidores dio un giro oscuro en agosto de 2023. Daniel, hijo del famoso actor español Rodolfo Sancho, era conocido por sus habilidades culinarias y su encantadora personalidad en línea. Pero debajo de la superficie, se estaba gestando una tumultuosa relación con el cirujano colombiano Edwin Arrieta Arteaga, un respetado profesional médico casi 20 años mayor que él.
Su relación comenzó de manera inocente en Instagram, donde se conectaron en diciembre de 2022. Un intercambio amistoso rápidamente se convirtió en un romance íntimo y secreto. El encanto juvenil y la apariencia atractiva de Daniel cautivaron a Edwin, un exitoso cirujano plástico de Montería, Colombia. A medida que su relación se profundizaba, Edwin comenzó a imaginar un futuro juntos, incluso contemplando mudarse a España para abrir dos clínicas, una en Madrid y otra en Barcelona.
Sin embargo, la relación estaba lejos de ser idílica. A medida que pasaban los meses, las tensiones crecían entre los dos hombres. Edwin, profundamente involucrado emocional y económicamente, supuestamente le dio a Daniel grandes sumas de dinero, incluidos más de $10,000, para ayudarlo a comenzar su propio restaurante. Sin embargo, los sentimientos de Daniel hacia Edwin seguían siendo conflictivos y, cuando planearon un viaje a Tailandia en agosto de 2023, las grietas en su relación comenzaban a aparecer.
El 1 de agosto de 2023, Edwin llegó a la isla tailandesa de Koh Phangan, conocida por sus hedonistas fiestas de luna llena. Daniel había llegado un día antes y recogió a Edwin en el aeropuerto en su motocicleta. Se registraron en el Had Salad Villa Resort, donde pasarían sus vacaciones. Pero lo que se suponía que sería una escapada romántica rápidamente se convirtió en una pesadilla.
El descenso de un chef: los macabros detalles del crimen
La mañana del 3 de agosto, partieron, como cualquier otra, hacia Koh Phangan, donde los habitantes de la isla se dedicaban a sus rutinas diarias. Pero al mediodía, un recolector de basura hizo un descubrimiento espantoso en un vertedero local: una bolsa con restos humanos. Las partes del cuerpo, identificadas más tarde como pertenecientes a Edwin Arrieta, se encontraron esparcidas por toda la isla, lo que dio lugar a una frenética investigación policial.
A medida que las autoridades reunían las pruebas, rápidamente se centraron en Daniel Sancho. Cuando Daniel denunció la desaparición de Edwin a la policía, notaron arañazos y cortes en su cuerpo, lo que levantó sospechas. Una búsqueda en su bungalow reveló más pruebas condenatorias: se encontró cabello y carne humana en los desagües, y las imágenes de vigilancia mostraban a Daniel comprando cuchillos, una sierra y productos de limpieza el día antes de la llegada de Edwin.
Presionado por la creciente evidencia, Daniel confesó el asesinato. Afirmó que su relación se había vuelto cada vez más tensa, ya que Edwin supuestamente lo presionaba para tener relaciones sexuales y se negaba a dejarlo terminar la relación. En la noche del 1 de agosto, Daniel afirmó que una acalorada discusión se convirtió en un altercado físico. Según su relato, Edwin se golpeó la cabeza y cayó inconsciente durante la pelea. En pánico, Daniel supuestamente apuñaló a Edwin dos veces en el pecho y le cortó la garganta.
Pero el horror no terminó allí. Durante las siguientes 24 horas, Daniel desmembró el cuerpo de Edwin en 14 pedazos, deshaciéndose de ellos en varios lugares de la isla, incluido el océano. Los horripilantes detalles del crimen conmocionaron a la comunidad local y a los medios internacionales, transformando el caso en una sensación mundial.
Batallas legales y protestas públicas
El juicio de Daniel Sancho Bronchalo tuvo lugar en mayo de 2024 en la cercana isla de Koh Samui. El caso atrajo una intensa atención de los medios, especialmente en España, donde el padre de Daniel, Rodolfo Sancho, era un actor muy conocido. Los espeluznantes detalles del juicio, combinados con la participación de una figura famosa, cautivaron a la audiencia de todo el mundo.
Durante todo el juicio, Daniel sostuvo que el asesinato no fue premeditado, alegando que actuó en defensa propia después de que Edwin supuestamente amenazara con agredirlo sexualmente. Sin embargo, la fiscalía pintó un panorama diferente. Argumentaron que Daniel había planeado meticulosamente el asesinato, citando las compras que hizo antes de la llegada de Edwin y la forma metódica en que se deshizo del cuerpo.
A pesar de los esfuerzos del equipo de defensa de Daniel, las pruebas en su contra fueron abrumadoras. El tribunal lo declaró culpable de asesinato premeditado, ocultación de un cadáver y destrucción de la propiedad. Aunque el delito podía ser castigado con la pena de muerte, el tribunal condenó a Daniel a cadena perpetua, teniendo en cuenta su cooperación durante el juicio. Además, se le ordenó pagar más de 130.000 dólares en daños y perjuicios a la familia de Edwin.
El veredicto generó reacciones encontradas. En España, algunos medios de comunicación se mostraron comprensivos con Daniel y lo retrataron como víctima de una relación controladora. Sin embargo, en Colombia, donde Edwin era una figura querida, la protesta pública fue feroz. Muchos colombianos se indignaron por el crimen y exigieron justicia para Edwin, que había dedicado su vida a ayudar a los demás.
La batalla legal no terminó con la sentencia. El equipo de defensa de Daniel anunció sus planes de apelar la decisión, argumentando que las irregularidades empañaron la investigación y que Daniel había sido obligado a confesar. Mientras tanto, la familia de Edwin expresó su alivio por la justicia, pero se mantuvo firme en que la verdad aún no se había revelado.
Recordando a Edwin Arrieta
En medio del frenesí mediático que rodea el caso, es esencial mantener la vista puesta en el hombre que está en el centro de esta tragedia: Edwin Arrieta Arteaga. Nacido y criado en la región de Córdoba, en el norte de Colombia, Edwin era hijo de un mecánico y una maestra de escuela. A pesar de sus humildes comienzos, trabajó incansablemente para convertirse en un exitoso cirujano plástico, ganándose el respeto y la admiración local e internacional.
La trayectoria de Edwin fue de perseverancia y dedicación. Después de completar su formación médica, se mudó a Montería, donde se estableció como una figura destacada en cirugía plástica estética y reconstructiva. Se convirtió en miembro de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica Estética y Reconstructiva, que reconoció su habilidad y profesionalismo.
Pero más allá de sus logros profesionales, Edwin era conocido por su amabilidad y generosidad. Era una figura querida en su comunidad, que a menudo se esforzaba por ayudar a los necesitados. Amigos y colegas lo recuerdan como un hombre que siempre estaba dispuesto a dar una mano, ya sea a través de su experiencia médica o simplemente ofreciendo un oído atento.
La pérdida de Edwin ha dejado un profundo vacío en las vidas de quienes lo conocieron. Su familia, en particular, ha luchado por aceptar la insensatez de su muerte. Han rechazado abiertamente la versión de los hechos de Daniel, insistiendo en que Edwin nunca habría recurrido al chantaje o la coerción.
A raíz de la tragedia, la familia y los amigos de Edwin se han unido para honrar su memoria. Se han celebrado servicios conmemorativos en Colombia, donde cientos de personas se reunieron para presentar sus respetos. Recordaron a Edwin no como una víctima, sino como un hombre que vivió con propósito e integridad.
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Mientras continúan los procedimientos legales, el mundo observa con gran expectación cómo se desarrollará el caso. Pero para quienes conocieron y amaron a Edwin, el enfoque sigue siendo preservar su legado y garantizar que se lo recuerde por la persona extraordinaria que fue.