Estados Unidos vs Turquía ¿Qué pasa con los kurdos?
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Detrás de las amenazas de Trump a Turquía, hay un conflicto de intereses entre el país americano y los kurdos
En días pasados, el presidente Donald Trump realizó fuertes amenazas contra Turquía. Mediante su cuenta de twitter expresó que si Turquía realizaba un ataque a los kurdos, una vez se retiraran las fuerzas armadas estadounidenses, impondria fuertes sanciones económicas para ese país.
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De esta manera, no sería la primera vez que Turquía sufra de estas sanciones, pues ya en el 2018 Estados Unidos aumentó los impuestos en un 100% a las importaciones de acero y aluminio, lo que generó que la lira se desplomara. En esa ocasión “el Gobierno de Estados Unidos consideró a Turquía como una amenaza para la ‘seguridad nacional’", según France24.
Las amenazas del presidente también llegaron hasta los kurdos, a quien les advirtió que tampoco podrían provocar a los turcos.
Como era de esperarse, en Turquía las reacciones no cayeron muy bien, e inclusive el ministro de Exteriores Mevlüt Çavusoglu anunció que ese tipo de amenazas no se podían dar mediante Twitter, y que era mejor ceñirse a lo acordado. En el acuerdo, realizado mediante un charla telefónica, tanto Erdogan como Trump determinaron que Turquía se hacía cargo de la misión estadounidense en Siria, como lo menciona El País.
Es importante recordar que en diciembre del año pasado Trump afirmó que retiraría sus tropas de Siria, tras haber derrotado por completo a ISIS. Desde ese momento se acordó que Turquía tomaría el control. Sin embargo, los principales afectados fueron los kurdos, quienes resultaban beneficiados por la presencia estadounidense en el territorio, ya que para Turquía los kurdos son el grupo enemigo, como lo recuerda El Huffington Post.
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¿Quiénes son los kurdos y qué buscan?
Los kurdos son un pueblo indoeuropeo que se asienta en Siria, Turquía, Irán e Irak. Por más de 50 años el pueblo kurdo ha luchado por ser reconocidos como un pueblo y reclaman un espacio, un país propio dentro de Turquía. Es así como desde 2003 se creó el Partido de la Unión Democrática, un partido kurdo del norte de Siria.
Como rama de este partido, nació las Unidades de Protección Popular o del Pueblo (YPG por sus siglas en kurdo), quienes se encargaban de luchar contra el Estado Islámico, luego de que el grupo terrorista bombardeara una ciudad kurda en el norte de Siria, como lo afirma BBC. Desde ese momento, y gracias a la intervención estadounidense, los kurdos y Estados Unidos desarrollaron una alianza en contra del Estado Islámico.
Sumado a esto, está el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que a pesar de no tener lazos con el YPG, también persigue el reconocimiento de los derechos culturales, políticos y nacionales del pueblo kurdo. A pesar de que los dos partidos se consideran pacíficos, el Estado turco los considera como grupos terroristas que amenazan la seguridad de las fronteras.
Con esto en mente, y ante la declaración de retirar las tropas del territorio, Turquía vio la oportunidad perfecta para amenazar y atacar a los kurdos, pero los trinos del presidente Donald Trump no lo dejaron seguir con el plan.
¿A quién ayudar?
Estados Unidos está en una dicotomía. Por un lado están los kurdos, aliado clave frente a la eliminación del Estado islámico. Por otro lado está Turquía,y con quien tiene una alianza estratégica en la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), pues “ambos presidentes confirmaron su compromiso con el desarrollo de la cooperación bilateral en materia de defensa”, como lo recalca ABC.
La OTAN en un inicio se creó para defender la influencia rusa en el mundo. Actualmente, algunos de sus objetivos son “garantizar la estabilidad en la zona euroatlántica y garantizar la contención y la protección contra cualquier amenaza de agresión contra cualquiera de los miembros de la OTAN”, como recuerda RT.
La respuesta de la OTAN
Ante el desencuentro entre ambos países, la Organización afirmó que es necesario que “se resuelva ‘cualquier diferencia’”, para así tener como el principal objetivo combatir contra el Estado Islámico, según Europa Press.
Ante una posible solución, Estados Unidos propuso crear una “zona de seguridad”, la cual estaría libre de terrorismo y estaría situada en el norte de Siria y que estaría bajo el control turco. A pesar de proponer una solución, el pueblo kurdo rechazó la creación de esta zona. Ya que aseguran que no ven garantías en la propuesta y solo reconocen a la ONU como actores válidos para vigilar la situación.
Frente a esto, Aldar Khalil, funcionario de Relaciones Exteriores del Movimiento de la Sociedad Democrática, afirmó que “Turquía no es neutral, es una parte interesada del conflicto (…) cualquier parte interesada no puede ser un garante de seguridad (…) pero cualquier presencia turca va a cambiar el equilibrio de la región.
LatinAmerican Post | Laura Viviana Guevara Muñoz
Copy edited by Juliana Suárez