Gabriel Boric está en una crisis política y al borde de una constitución de ultra derecha

Hace un par de meses, los chilenos salieron a las calles pidiendo un gran cambio social. Desde el descontento al gobierno de Sebastián Piñera hasta el cambio de la constitución fueron exigencias en las calles. El deseo de cambio fue evidente en las siguientes elecciones presidenciales, donde Gabriel Boric representó ese clamor de un nuevo Chile. Tanto así que en 2021 consiguió el 55.87% de los votos, superando a José Antonio Kast con el 44.13% en segunda vuelta. Una de sus banderas fue entregarle al pueblo chileno una constitución nueva, que dejara atrás el periodo de dictadura durante el cual se redactó la actual Carta Magna de Chile.

Sin embargo, desde el deseo de cambio a decidir cuál debe ser este, la distancia es larga. Luego de que se realizara el primer proceso constituyente, tan solo el 39.11% (del 85.86% del censo electoral) votó en contra de una constitución progresista. Es por esto que se debió repetir el proceso y dio, el pasado fin de semana, una clara victoria a la derecha.

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En las elecciones constituyentes más recientes, el pueblo chileno dio otro resultado inesperado. El Partido Republicano de José Antonio Kast consiguió 22 de los 51 puestos en el Consejo Constitucional. Esto les da una mayoría simple que les otorga un poder de veto, que sumado con los votos de la derecha, consigue un total de 33 puestos.

Su poder es claro, tienen la fuerza suficiente para dar rienda suelta a sus políticas conservadoras. Medidas como prohibir el matrimonio igualitario; el aborto; privatizar la salud y las pensiones; crear instituciones a su antojo; etc. son hoy factibles. La mayoría abrumadora les deja una posición privilegiada a la que pueden dar libertad, sin importar el daño en materia de derechos.

Por ahora, el proceso continúa con la creación del Consejo Constitucional, previsto para el 7 de junio. Este deberá entregar el texto a consideración el 7 de noviembre y el 17 de diciembre se volverá a poner en consideración de los chilenos mediante un plebiscito.

Crisis de Gabriel Boric

Con este resultado, el principal afectado es el presidente Gabriel Boric. Una de sus principales propuestas de campaña fue el diseño de la constitución, una constitución liberal y progresista. Sin embargo, hoy el panorama parece ser de grandes obstáculos para el gobierno. Pero no solo es en materia de la constituyente. También hay una oposición mayoritaria en el Congreso que puede seguir impidiendo el avance de reformas. Más cuando el diseño de la constitución puede ser contraria los intereses del Gobierno.

Incluso, más difícil aún con la derrota en las urnas del grupo oficialista en el reciente voto de constituyente. Hoy el presidente no parece brindar garantía para los partidos independientes y para seducir opositores moderados.

Los motivos de la victoria de la ultraderecha

El constituyente electo miembro del Partido Republicano, Luis Silva, aseguró (en Tele 13) que son 4 los principales motivos por los que el movimiento de derecha se llevó la histórica victoria.

Voto castigo. Según el político más votado, la gente ve con recelo la administración actual. Estas elecciones también han servido para demostrar el inconformismo hacia Boric. Según La Gaceta, luego del primer año en la presidencial, el mandatario solo tienen 35% del apoyo.

Seguridad. Para varios chilenos, la percepción de inseguridad ha aumentado en los últimos años. El Partido Republicano ha sabido sacar provecho a esta situación y han planteado varias políticas que involucran cambios en el sistema de inmigración.

Desconfianza. Las elecciones de septiembre del 2022, cuando más del 60% de los votantes no aprobaron la nueva constitución, demuestran el miedo de los chilenos a grandes cambios. Esto se demuestra en el apoyo al Partido Republicano que “se ha mostrado más reacio a emprender esta ruta de la nueva Constitución”, dijo Silva.

La figura de José Antonio Kast. El político que perdió en las elecciones presidenciales pasadas contra Boric, hoy ha retomado su fuerza. A pesar de las denuncias de relaciones de su familia con el nazismo, Kast hoy se vislumbra como la figura política más influyente en el país.

La derecha con la decisión sobre la mesa

La ironía que causa el proceso constituyente en Chile es que el grupo que siempre se opuso a redactar una nueva Carta Magna, la derecha chilena, es hoy la que tiene la posibilidad de redactar un borrador a su antojo. Ahora serán mayoría y podrán tomar dos opciones.

La primera es redactar una constitución abiertamente de derecha y conservadora, honrando el voto de sus electores y proponer un texto protegido para dificultar futuras reformas. Sin embargo, de tomar esta opción, dificultarían el apoyo de sectores más moderados en la votación del texto final a finales del 2023. Tal como sucedió en la pasada votación el 4 de septiembre de 2022, cuando la izquierda tenía mayoría. Esto igualmente puede generar mayor polarización y generar posteriores protestas.

La segunda opción es tener un planteamiento más moderado. Ceder ante puntos claves o, por lo menos, dejar la posibilidad de futuras reformas. Encontrar apoyos de diferentes sectores para garantizar la victoria de ese texto en las urnas es una opción viable. No obstante, esta medida podría ser vista como una traición a sus votantes y nada les garantiza que les permita llegar a la presidencia en futuras elecciones.

El plan de Boric

El presidente Gabriel Boric por ahora se reúne con líderes políticos cercanos para encontrar un panorama más claro. Debe entender que hoy el tablero político lo tiene en jaque y que deberá ceder ante varias pretensiones para poder, por lo menos, sacar políticas o reformas dentro del Congreso actual.