El primer mandatario de Guatemala intenta proteger su estatus ante presuntos casos de corrupción, amparándose en una medida impopular

Una decisión que a pocos sorprendió. El presidente de Guatemala, Jimmy Morales, se habría sentido acorralado por señalamientos de corrupción por financiamiento electoral ilícito en su contra promovido por la Fiscalía y por la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), y por ello, determinó el pasado viernes 31 de agosto expulsar a la CICIG de su país, dejando atrás un largo camino de funciones, desde su creación a finales de 2006. 

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De acuerdo con El País, el mismo día del anuncio, vecinos de la sede de la CICIG denunciaron que en la mañana vehículos artillados del Ejército pasaban de manera amenazante frente a las instalaciones de la comisión. También informaron que durante esa misma semana se estuvo formando una especie de organización para dar luz verde al proceso de despojo de inmunidad al presidente. Todo eso desencadenó la aparición de Morales, rodeado de militares y manifestando su ya conocida posición.

El mismo medio agrega que el prestigio ganado por la CICIG en la sociedad guatemalteca hizo que el denominado grupo progubernamental pacto de corruptos, no tuviera éxito en su intento por desprestigiarla junto a su jefe de misión, el colombiano Iván Velásquez. Encuestas recientes indicaban que la aceptación de la CICIG es de un 70%, mientras que la de Morales no alcanzaba ni el 20%. Algo impensado para alguien que fue elegido por mayoría abrumadora en diciembre de 2016 y que hoy solo parece contar con sus fuerzas militares y los pastores de la iglesia neopentecostal.

BBC Mundo agregó la importancia de la comisión creada por la ONU hace más de diez años. Destacó que la valoración es alta por que se han visto los resultados llevando a juicio a presidentes, ex presidentes, altos funcionarios, empresarios y narcotraficantes por delitos de corrupción. Por si fuera poco, la misma CICIG fue clave en el triunfo de Morales, pues en conjunto llevaron a prisión al ex presidente Otto Pérez Molina, por corrupción aduanera y malversación de fondos públicos.

Como justificación a su decisión Morales alegó que dado que la CICIG ha estado en el país por más de 10 años, ha sido tiempo suficiente para que "haya cumplido los objetivos fundamentales" del acuerdo del gobierno de Guatemala con Naciones Unidas que le dio origen en 2007, según BBC Mundo. Sin embargo, la popularidad del presidente, un neoevangélico sin experiencia política que llegó al poder bajo el lema "ni corrupto ni ladrón", se resquebrajó.

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Las reacciones no se hicieron esperar

El procurador de Derechos Humanos, Jordan Rodas calificó el hecho como una “presencia descomunal intimidatoria”, según el portal Instituto de Estrategia, que agrega qué con la decisión de Morales, todos los funcionarios internacionales de la CICIG, incluido Velásquez, dejaran de tener visa de residente en ese país.

También indicó el medio que apenas hace un año, Morales declaró ciudadano "no grato" a Velásquez, ordenándole abandonar inmediatamente el país. No obstante, la Corte de Constitucionalidad lo protegió con un amparo y la orden presidencial quedó sin efecto. Dos días antes, la CICIG junto al Ministerio Público habían solicitado el levantamiento de inmunidad al presidente guatemalteco.

Las claves de la decisión

El portal Soy 502 resaltó las qué a su juicio son las seis claves que motivaron la decisión de Morales.

1. La no renovación del mandato de la CICIG, que solo podrá permanecer un año más en el país, teniendo como fecha límite el 3 de septiembre del próximo año, pero trasladando sus funciones al Ministerio Público.

2. Señalamientos al CICIG. Morales no mencionó a Velásquez, pero se cree se refería a él cuando dijo que miembros de la comisión violaron la ley de Guatemala “induciendo a personas e instituciones a cometer actos de corrupción e impunidad”.

3. Justicia selectiva e ideológica. El presidente admitió represalias contra la CICIG por inmiscuir a la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Según el mandatario, lo de ellos fue “persecución penal selectiva y con sesgo ideológico evidente, sembrando terror judicial en Guatemala. La justicia selectiva ha sido usada para intimidar y aterrorizar a la ciudadanía".

4. Responsabilidad de la ONU. De acuerdo con Morales, la ONU no actuó de buena fe en el tema y eso también motivó su decisión. “Esta decisión es un paso hacia adelante en el fortalecimiento de nuestras instituciones”.

5. Declaraciones en redes sociales. El mandatario entró en la estéril discusión que dominó las redes sociales en los últimos días en Guatemala. Su primer tweet de provocación fue “no estamos obligados a acatar órdenes ilegales” .

"El financiamiento electoral ilícito es el pecado original de la democracia guatemalteca, es la puerta de entrada al círculo vicioso de la corrupción." pic.twitter.com/48EkQVVKAj

— CICIG Guatemala (@CICIGgt) 9 de mayo de 2018

6. Finalmente, el respaldo gubernamental, tan necesario para tomar una decisión de esta naturaleza. Morales se dejó acompañar al momento del anuncio del vicepresidente Jafeth Cabrera y los ministros de Gobernación, Enrique Degenhart, Sandra Jovel y Luis Ralda. Otros funcionarios del Ejército y la PNC se formaron por detrás de él.

LatinAmerican Post  Onorfre Zambrano
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