Gustavo Petro y Nayib Bukele, una pelea ideológica
Los presidentes de El Salvador, Nayib Bukele, y de Colombia, Gustavo Petro, han encontrado en el otro un adversario político.
Fotos: TW-PetroGustavo, TW-NayibBukele
LatinAmerican Post | Santiago Gómez Hernández
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Dos de los presidentes más influyentes en Latinoamérica hoy son Nayib Bukele de El Salvador y Gustavo Petro de Colombia. Ambos mandatarios representan distintos enfoques y esto les ha hecho crear una relación áspera entre los dos países. Ya Twitter ha sido escenario del debate y ataques entre ambos. Hoy, no solo celebran triunfos propios, cada derrota de uno termina reforzando las ideas o posturas del otro.
La batalla de Twitter
Tanto para Gustavo Petro como para Bukele, Twitter es su medio de comunicación favorito. Ambos utilizan esta plataforma desde hace varios años para tener contacto con sus ciudadanos. El salvadoreño ha mencionado en constantes ocasiones a Colombia como ejemplo, tanto negativo, como positivo. Ha destacado la coalición lograda por el expresidente Juan Manuel Santos al considerar que su coalición abarcaba “desde la extrema izquierda hasta los conservadores… parece increíble, pero está pasando en Colombia”.
Sin embargo, más allá de un par de trinos, todo cambió el pasado 1 de marzo de 2023, cuando Bukele publica un video de Petro tachando como “campo de concentración” las mega cárceles que ha construido y planea construir el gobierno centroamericano. El presidente colombiano explicó que para muchos meter jóvenes en las cárceles es seguridad y esto dispara popularidades, pero que para él los resultados se deben obtener con educación y espacios para el diálogo.
Los presidentes de El Salvador, Nayib Bukele, y de Colombia, Gustavo Petro, han encontrado en el otro un adversario político. Luego de esto, Bukele encontró en Petro la escenificación de sus opositores tanto internos como externos (en mayor medida). Se trata de lo que él ha siempre llamado oenegés internacionales que no se preocupan por la vida de los ciudadanos, sino por los derechos de los delincuentes. Entonces, es el salvadoreño quién ha aprovechado cualquier prensa positiva en Colombia o escándalos en la familia Petro para reafirmar su postura.
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Pasó cuando en la Revista Semana, una de las más importantes en Colombia y opositora a Gustavo Petro, destacó el trabajo de Bukele en El Salvador. Igualmente, Petro también replicó en su red social la noticia de que fiscales de Nueva York investigaban posibles pactos entre el gobierno Bukele y líderes de las maras. El presidente salvadoreño aprovechó y recordó a Petro el caso en el que su hijo está salpicado por posibles actos de corrupción.
El trasfondo de la enemistad
A pesar de que Bukele hoy es la imagen de la derecha latinoamericana y Petro es uno de los líderes de izquierda más relevantes del continente, la disputa va más allá de la política. Si solo fuese por la ideología, el salvadoreño podría encontrar otro presidente socialista para enemistar, pues hoy hay varios en la región.
Lo que ocurre entre Nayib Bukele y Gustavo Petro debe entenderse más allá de un tema personal. Muy poco importa su relación personal, si no lo que ambos líderes representan y defienden. Dos maneras de ver los problemas y sus soluciones es lo que ha llevado a que cada uno defienda sus posturas.
La mayor diferencia entre ambos mandatarios es su enfoque a resolver la problemática de la seguridad. Mientras Nayib Bukele ha construido su programa de gobierno y su éxito político es por su mano dura contra la delincuencia. La construcción de una mega cárcel de más de 40.000 reclusos y la declaración del estado de excepción como método para contrarrestar la delincuencia de las maras en El Salvador le han permitido a Bukele bajar los índices de violencia y criminalidad.
Por su parte, Petro cree en una solución más compleja, en la que es necesario solucionar las causas, más allá de las consecuencias. Petro entiende que es necesario un gran pacto social, con cambios sustanciales en el modelo de país, para evitar que jóvenes caigan o recurran a la delincuencia. Adicionalmente, hoy Petro busca, mediante su gran propuesta de Paz Total, un acuerdo de paz generalizado con diferentes actores violentos y armados en el país. Una única forma para lograr un contexto de paz en Colombia.
Para Petro, la postura de mano dura contra la criminalidad es un arma de doble filo. Ha sido la misma izquierda colombiana la que ha criticado desde hace varios años el accionar del expresidente Álvaro Uribe, quién también consiguió disminuir la criminalidad y violencia en el conflicto contra las guerrillas, pero con escándalos de violación de derechos humanos y de ejecuciones extrajudiciales por parte de los militares.