La Mara Salvatrucha: ¿Estarán buscando instalarse en otras regiones de América Latina?

La Mara Salvatrucha, una organización criminal creada hace casi 40 años en el sur de California, continúa siendo un referente de narcotráfico, porte ilegal de armas, delincuencia, trata de personas e inseguridad para todo el que escuche su nombre. Es, además, un símbolo de control de facto en las sociedades donde se infiltra, mayoritariamente en Honduras, Guatemala y El Salvador.

Quizá el país que más le ha hecho frente a esta organización delictiva en los últimos años ha sido El Salvador. Con el Régimen de Excepción en el que se encuentra la nación a cabeza de Nayib Bukele, este pequeño país ha logrado, de manera muy radical para los defensores de derechos humanos, controlar y encarcelar a miembros pertenecientes a esta pandilla, y también a quienes se considera que apoyan a este grupo ilegal.

Las maras, como coloquialmente se les conoce, tienen todo un sistema para su actuar delictivo. Desde utilizar un lenguaje que solo sus integrantes logran interpretar, más tener distintivos simbólicos como tatuajes y peinados, hasta inclusive seguir un código moral a la hora de atentar contra sus víctimas. Este grupo tiene un fuerte conocimiento en el uso de armas dado que sus integrantes han sido contratados por carteles mexicanos con el fin de buscar protección y alianzas que les permitiesen a ambos bandos lucrarse con activos provenientes del narcotráfico y el sicariato. Además, son un referente crudo de trata de personas, especialmente de migrantes que buscan salir de Centroamérica para llegar a Estados Unidos.

El Salvador y su lucha contra la Salvatrucha

La llegada de Nayib Bukele marcó el inicio de la confrontación más llamativa contra las maras. Fue una promesa de campaña restablecer una seguridad duradera en todo el territorio de El Salvador, lo que puso en marcha en marzo de 2022 la ‘’Guerra contra las pandillas’’ debido a los crecientes porcentajes de inseguridad y homicidios en la nación.

El Régimen de Excepción solicitado al Legislativo fue aprobado a finales de marzo y entró en vigencia el mismo día. Amparándose en los poderes que el Ejecutivo le permitía, Bukele organizó a la fuerza pública para investigar y capturar a los individuos pertenecientes a Las Maras y luego recomendar al ministerio de Justicia realizar las sentencias pertinentes.

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Sin embargo varias organizaciones, como Human Rights Watch, han denunciado los procedimientos llevados a cabo por la policía de El Salvador al considerarlos inhumanos, abusivos y potencialmente peligrosos para la vida de los capturados. A estas denuncias se le ha unido el Observatorio Universitario de Derechos Humanos al exponer que se han maquillado cifras, además de incluir falsos positivos y ordenar, desde altos mandos, persecuciones y detenciones arbitrarias para mostrar cifras con las cuales manipular a la opinión pública.

Aun así, el 86% de la población encuestada en El Salvador por CID Gallup aprueba y apoya las acciones que Nayib Bukele ha puesto en marcha para mejorar la seguridad e imagen de la nación ante el mundo, y, según TResearch, el 94% votaría para su reelección. Recientemente el mismo Bukele invitó a la población extranjera a visitar El Salvador en el mes de diciembre ya que el país será sede del certamen de Miss Universo para 2023.

¿Las maras perdieron su poder en América Central?

Con la radical represión a todo lo que se le atribuya a las maras en El Salvador, el vicepresidente, Félix Ulloa, expresó a mediados de enero que las pandillas están migrando hacia varios países en América del Sur, e hizo énfasis en que ha tenido información de que en el norte de Chile se ha asentado un grupo considerable de esta organización criminal. No obstante, no reveló la fuente ni las cifras de este pronunciamiento.

Desde Chile, la policía ha pedido una sesión en el Legislativo en Santiago para poder entregar información relevante sobre la posible presencia de la Mara Salvatrucha en territorio austral. Además, con el crecimiento de acciones delictivas que incluyen el problema de inseguridad por el cual Chile está atravesando desde 2022, esta hipótesis cada vez toma más fuerza en la sociedad chilena.

A las Maras se le unen las intenciones de otras bandas criminales de establecerse en este país del cono sur, como lo son: El Tren de Aragua, los Carteles Sinaloa y Jalisco y el Clan del Golfo de Colombia. El ideal de todas estas organizaciones es tener sitiada a toda la región latinoamericana, desde México hasta Chile.

A pesar de que las Maras han intentado establecerse en Perú, Colombia, Ecuador y Venezuela, no les ha sido posible por las organizaciones criminales existentes en estos países, además por la ola de violencia que ha vivido cada uno, en especial Colombia, al ya tener las pandillas ‘autóctonas’ un control en las regiones que se adjudican.

Si se realizara un análisis crítico del discurso a las palabras de Ulloa, podría inferirse que está sugiriendo que gracias al accionar radical pero efectivo de la fuerza pública salvadoreña, las maras han decidido retirarse de su nación e irse a unas ‘más flexibles y violentas’ cuyo factor común es el incremento de ideas izquierdistas en el sur del continente, frente a la disciplina y rigidez del centro de América.